La Oveja Blanca

• D O C E •

Exposición. Exposición. Exposición.
No había otra palabra que pasase por mi cabeza. Me dormía pensando en la exposición, incluso soñaba con ella.
Mis ojos estaban abiertos de par en par, de milagro había podido dormir 4 horas seguidas. En unas horas tenía la exposición de las constelaciones y estaba super nerviosa. Ya no me extrañaba, simepre me ponía así, pero esta vez era aún peor, pues esta exposición era super importante ya que cuanta bastante para la nota final. Solo una cosa pasaba por mi cuerpo:

Nervios.

Empecé a dar vueltas por la cama, de un lado a otro. Bocarriba, bocabajo, de lado, sentada. No había manera de volver a dormirme, tampoco de calmarme. Harta, decidí levantarme y me quedé mirado un punto fijo en la oscuridad de la habitación.
¿De verdad merecía la pena este sufrimiento? Pues claro que lo merecía. Prefiero sacar buena nota aunque tenga que sufrir. Pero es que, lo mejor de todo, es que la exposición me la puedo saber de 'pe' a 'pa', el problema son mis nervios y timidez al ponerme delante de toda mi clase.
Miré lahora en el móvil.

<< 6:30 am >>

Aún era pronto para bajar a desayunar, si lo hiciera, me daría hambre en la primera clase. A demás, nadie estará despierto a esta hora, solo yo, que ya parezco mas un animal nocturno que humano.
Decidí salir a la terraza a tomar un poco el aire, eso siempre, o la mayoría de las veces conseguía relajarme.
La luna brillaba en el cielo como una perla gigante, todavía no amanecía.
Me quedé embobada observándola e imaginando como sería estar en ella, pisarla con tus propios pies y flotar en ella. Estar allí en su superficie y ver todas las estrelas brillar sobre tu cabeza.
Cuando salí de mi sueño profundo, volví a ver la hora.

<< 7:00am >>

Vaya, ya habían pasado 30 minutos, increíble.
Mi estómago comenzó a dar señales de vida, ya me estaba pidiendo que le diera de comer, asi que decidí bajar a desayunar. Abrí la puerta lo mas despacio y silenciosamente que pude, para que nadie se despertase. Por las escaleras baje de puntillas, agarrandome a la barandilla, porque de seguro con mi torpeza caería rodando por las escaleras.
Mi misión estaba siendo un exito. Había logrado llegar a la cocina sin hacer ningún mínimo ruido. Sin embargo, al llegar a la cocina, allí sentado, en la oscuridad, unicamente iluminado por la tenue luz de la luna, había alguien sentado. Un pequeño chillido salió de lo mas profundo de mi garganta debido al susto. Mi respiración, al igual que mi pulso se habían acelerado. Regresé corriendo hacia las escaleras para asegurarme de que no había despertado a nadie y de nuevo regresé a la cocina. Encendí la luz y para mi sorpresa era Eros quien estaba allí sentado.

-¡Me has dado un susto demuerte! ¡Casi se me va el espiritu al cielo! -grite alterada. -¡¿Sepuede saber que haces aquí a estas horas, sentado como un fastasma?!
-Te estaba esperando -su mirada se posó en mí.

¿Cómo qué me estaba esperando? No entendía. ¿Acaso ha hallado la verdad?¿Se ha enterado de la razón por la que vivo en su casa? ¿Ha descubierto la que era mi misión?
No puede ser, nunca le he hablado de ello, ni siquiera Winter sabe. Pero ¿y si realmente lo ha averiguado? Puedo explicarselo, quizas si le explico la situación y le digo que ya no estoy cumpliendo mi misión, lo entienda.
Seguía sumida en mis pensamientos hasta que su voz retumbó de nuevo en mis oídos, y me sorprendió lo que dijo.

-¿Te has comido las últimas galletas de chocolate? -su ceño estaba fruncido y sus brazos cruzados sobre su pecho.

¡¿ES EN SERIO?! ¡¿ERA POR ESO POR LO QUE ME ESTABA ESPERANDO?!
Sentí mi cuerpo descomponerse al liberarse de la tensión que había acumulado y mi cara de seguro era un cuadro.
Me había montado miles de escenas en mi cabeza, de las mejores a las peores, pero nunca habría esperado esa respuesta.
Cuando mi espíritu regresó a mi cuerpo pude reaccionar.
Me fijé de nuevo en él, y me di cuenta de que estaba sin camiseta.