Es un buen día para la venganza, estoy preparada para desquitarme con Ashley y sus cómplices insoportables. Desde la última vez que me ridiculizaron, prometí que actuaría para defenderme.
Todo está muy callado en los pasillos de la escuela, tal vez sea impresión mía o estoy tan absorta en mis pensamientos que no noto el ruido.
Llego a mi casillero, presiento que hay algo diferente en el ambiente, sin embargo, no le tomo mucha importancia.
Intento abrir mi casillero, pero está atorado, empujo con todas mis fuerzas y al abrirlo me quedo sorprendida. Una gran ola de agua sale del compartimento mojando mi ropa y mis zapatos, todas mis pertenencias; mayormente libros de la escuela, están arruinados.Se me adelantaron, no por mucho tiempo. Voy al baño e intento arreglar este desastre, después me dirijo a clase con la ropa algo empapada. Llego tarde, así que será inevitable pasar vergüenza.
-Llega tarde Señorita Adams- miro al profesor mientras me siento.
-¿Acaso estuviste nadando con peces, Adams?- Las risas de Ashley y sus amigas son evidentes alrededor, esto hace que me enoje. Debes controlarte...Debes controlarte... Me repito mentalmente
-No lo sé Ashley, porque no les preguntas tú, después de todo, tienes el cerebro de un pez.- Ella intentó levantarse de la silla a enfrentarme, no obstante, algo la detuvo.
No podía ponerse de pie, nadie sabía que le pasaba, nadie excepto yo. Esta era la primera fase de mi venganza, sería inolvidable y original.
Ashley seguía luchando por pararse de la silla, hasta que lo logró, pero dejó algo atrás... Los pantalones de diseñador que siempre presumía por los pasillos.
¿Cómo logré descubrir en qué silla se sentaría? , me preguntarán. La respuesta es sencilla, soy una persona que analiza todo a su alrededor, no fue complicado saber la preferencia de asiento de alguien. El día anterior llegué a la escuela y puse pegamento en el asiento, debo admitir que no esperaba que los pantalones fueran tan frágiles, imagino que eso fue el karma.Toda la clase se contiene la risa, ahora lo único que le queda hacer es correr al baño y conseguir ropa nueva.
Mi siguiente clase es natación, estoy tranquila, dudo mucho que Ashley continúe con su venganza, no hay de qué preocuparse, ¿cierto?
Entro al vestidor y... Otra vez mi casillero está forzado. ¿Quién se encarga de proporcionar los candados en este instituto? Alguien debería ser despedido.
Mi casillero está vacío, se supone que mi vestido de baño era lo único que estaba ahí, no es valioso, ni importante, pero es necesario para hoy.Iniciamos sacando calificaciones y cito las palabras del entrenador: "Vamos estudiantes, pierden una calificación y los haré correr todo el campo hasta que no puedan respirar". No puedo permitirme eso, necesito buscar nuevas alternativas. Vamos piensa...
-¡VAMOS! No se demoren- grita el entrenador desde las piscinas. Mi calma se está yendo, al igual que mis ideas.
Que importa, igual mi ropa sigue mojada, un poco más de agua no le hará daño. Salgo a la piscina y observo como el profesor y los demás me miran.
-Adams, ese no es el vestuario. Vaya a cambiarse o perderá la calificación.- Estaba a punto de hablar cuando alguien me interrumpió.
-Entrenador, no creo que deba hacer eso- El entrenador observó a Dylan- ¿Por qué se supone que debería hacerte caso, Miller?.- contestó desafiante.
-Emma está asistiendo a la clase a pesar de no tener el vestido de baño, lo cual sigue sus principios de buscar nuevos caminos para resolver todo. Sería contradictorio que la castigara por eso, no seguiría sus principios y faltaría a su palabra.
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El Intercambio
Teen FictionHola, mi nombre es Emma. Esta es Mi historia. Dudo que sea una de amor, ya que nunca me he enamorado. ¿Qué es el amor? Le preguntaron a la equivocada. Para Resumir... Todo empezó en mi intercambio. Esta es una historia llena de aventuras, experienc...