El Intercambio

12. Pijamada

¿Quién está lista para la primera pijamada de su vida? No me juzguen, nunca he tenido una pijamada en mi vida, porque la amistad no es lo mío. La mayoría de amigos siempre se alejan, me ignoran o simplemente me cambian.

Parece triste, pero no lo es, gracias a esto he descubierto quienes son las personas reales, honestas y leales a lo largo de la vida. Los errores que he cometido me han ayudado a ser una persona selectiva con sus amistades.

Muchas personas me han olvidado, lo cual aumenta los sentimientos encontrados que a veces siento, una fuerte ráfaga que me acoge como un ser protector.

Estoy lista para ir a la casa de Alexa, le avisé a los señores Anderson sobre mis planes de esta noche, estuvieron de acuerdo siempre y cuando no saliera de esa casa.

Viajo en auto hasta la casa de mi amiga, el vecindario muestra casas iluminadas, personas bajo el resplandeciente brillo de la luna. Estoy por llegar, La emoción de una niña pequeña en su primera pijamada plasmada en mi rostro.

—Hola señora Anderson—saluda Alexa con una sonrisa angelical. Hay que resaltar que esa palabra no la define. Sin embargo, ella y yo tenemos algo en común, la primera percepción por parte de los adultos.

¿Nunca han notado que siempre en un grupo de amigas hay cierta chica que le agrada a los padres por ser callada y responsable? Sí, esa era yo. Me juzgaban sin saber el grado de locura y diversión que albergaba mi interior.

—Mañana te recogeré Emma, diviértanse chicas— fueron las últimas palabras de la señora Anderson antes de irse.

Entramos a la casa vacía, los padres de Alexa estaban de viaje, por lo tanto, no había que preocuparse por el horario de sueño o las reglas. Lo primero que observo es un montón de comida y unas hermosas luces colgadas en las paredes que le daban un toque acogedor al lugar.
Estaba tan emocionada por este día, podría conocer mejor a mi amiga y crear buenos momentos juntas.

—Bien, Emma. Cuéntame sobre ti y haré lo mismo. Nos conocemos hace un tiempo, necesitamos saber más de cada una.

—Soy Alexa, eso lo sabes, a menos de que tengas fallas en la memoria. Mi color favorito es el negro, no hay razón sólo me encanta. Odio muchas cosas y no tolero a la mayoría de personas—dice mi amiga mientras come palomitas.

—Soy la persona más aburrida que conocerás en tu vida. Mi color preferido es el rosa, una tonalidad clara casi invisible, oculta bajo una sombra de fragilidad que realmente desborda valentía, fuerza y determinación. Odio mucho, me gustan tantas cosas y amo sólo lo que verdaderamente merece ser amado por mí— Termino de hablar cuando tomo mi refresco.

—Deja de ponerte profunda, me hace sentir peor con mi poca habilidad con las palabras. Bien, sigamos.—Alexa me mira expectante.

—Mi mayor sueño es aprender a vivir, no digo que esté muerta o no exista, sólo digo que no aprovecho el valor de la vida.— Alexa no deja de observar.

—Interesante, mi mayor sueño es nunca dejar de ser yo misma y graduarme para no tener que estudiar las materias inútiles que no sirven para enfrentar la vida que me espera.—No paro de reírme, en cierto modo tiene razón.

—Sigamos, mi mayor miedo son las serpientes, son tan sigilosas, en un segundo te envenenan, te quitan todo lo que tienes y te mueres. En resumen, personas tóxicas como mi ex, volver con él me matará.—No permitiré que eso pase, Alexa superará a esa serpiente.

—Mi mayor miedo es el futuro, imaginar...- me interrumpe un momento.- Emm, un miedo más normal del que pueda burlarme por favor.

—Bien, bien. Tengo aracnofobia, no puedo ver una araña, porque salgo corriendo. Me pasa lo mismo con las cucarachas, son asquerosas y no las tolero.