La Corona Olvidada

Capítulo 1

Todos en la vida nos preguntamos que nos deparará el destino, al menos una vez, nos hacemos esa pregunta.

Esa duda rondaba en mi cabeza mientras me encontraba parada viendo un cuadro de una foto del campeón imbatible.

—¡Mira papá! —La voz de una niña atrajo la mirada del señor al cartel que señalaba su hija—. Es el campeón.

—Dicen que se casara este año...

Las voces siguientes eran de mujeres mayores que estaban emocionadas, esperando a descubrir quién era su prometida.

Me acomode los lentes de sol, comencé a caminar dejando a la multitud detrás mío.
Estaba en Ciudad Puntera, quería ver el encuentro que daba inicio a la nueva temporada de liga pokémon.

Cuando por fin estuve en el estadio, los vi, a mis viejos amigos, cada uno de ellos se había vuelto un líder de gimnasio y claramente hacían honor a sus títulos.

Todos se lucieron a lo grande pero nuevamente solo uno resaltó más.

Su cabellera morada ondeaba con el aire de la batalla, sus ojos dorados brillaban como el fuego pero sobre todo su sonrisa brillante dejaba ver que disfrutaba del encuentro.

—¡El campeón Lionel se levanta con la victoria!

El sonido del estadio hacia que mi pecho se estremeciera con ellos, no pude evitar alegrarme también de su victoria.

—Eso me recuerda al año en que casi  dieron dos títulos de campeones.

Pare en secó mi andar para escuchar.

—Cierto, recuerdo que el combate quedó en empate en semifinales —el señor se quedó callado pensando en sus palabras—. Recuerdo como el consejo les dio la oportunidad a ambos para enfrentar al campeón que estaba en ese momento, ambos vencieron con facilidad, pero aún quedaba la duda de quién proclamar campeón.

Tome mi maleta y comencé a caminar de nuevo. Claro que recordaba ese encuentro, todos lo hacían.

—¿Y qué pasó después? —la voz de una niña pidió que siguieran.

—Antes de que los proclamaran campeones, ella solo pidió un deseo.

—¿Qué fue? —preguntó insistente la niña.

Me aleje sin escuchar la respuesta.

Recuerdo que en desenlace solo fue para animar a la gente pero no fue tan espectacular como muchos pensaban, la cosa fue el misterio de la campeona, que desapareció tiempo después sin volverse a mostrar.

No había nadie en la salida, todos esperaban hasta el final, la verdad es que si no salía antes perdería mi viaje de tren a casa.

—Tiempo sin verte.

Me pare asustada, nadie debía reconocerme, gire lentamente suponiendo que no me hablan a mí.

—¡Nerio! —mi voz sonó más alto ante el desolado pasillo.

Una ligera sonrisa se posó en sus labios.

—¿No deberías estar en el estadio? —pregunté curiosa mientras cortaba su distancia conmigo.

Su andar despreocupado me era nostálgico, sus ojos celestes me contemplaron serios.

—No, tenía que pasar por alguien —su voz despreocupada fue acompañada de una ligera mirada buscando alrededor—. ¿Sabe que volviste?

Crucé mis brazos fingiendo molestia.

—No es como que lleve siete años sin aparecer...