Capítulo 44

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Lionel trabajo con Roy para obtener más información sobre lo sucedido en la planta eléctrica por parte del presidente.

Los tres estábamos en sus oficina, me di cuenta que aún tenía el Corviknight en su escritorio adornando, no pude evitar sentirme conmovida por el aprecio que Roy me tenía como amiga.

—El día de mañana enfrentas a los últimos candidatos para la liga —comentó Lionel relajado en su sillón.

—¿Sigues las mismas normas que el anterior líder de gimnasio? —pregunté curiosa mientras comía un sándwich.

—Algo así —aclaró pasándose la comida—, mi prueba es diferente a la del anterior, puedo admitir que me atreví a entrenar a tres chicos para crear un muro antes de que siquiera puedan llegar a mí.

—Suena agotador pero interesante —comenté pensativa pasándome el bocado—, me alegra que fueran mis compañeros de viaje y que esta no sea mi época para pelear contra ustedes.

Ambos se rieron como si fuera un alago de su fuerza.

—Sin nosotros no hubieras llegado ni con Naboru —sentenció Roy riendo.

—¡Hey! Soy fuerte.

Nuestras peleas tontas regresaron.

—Por cierto Lionel, ¿el presidente te llamo no? —la pregunta de Roy hizo ensombrecer la mirada de Lionel.

—Una vez que se den los resultados de la última batalla contra ti, me pondré en marcha para ir a Ciudad Puntera y preparar lo restante.

Lionel se iría otra vez, tomé el coraje para decir:

—Vamos juntos.

La mirada de ambos pasaron a mí, una gran sonrisa se posó en los labios de Lionel.

—¿De verdad? —preguntó ilusionado aunque fuera para asegurarse.

—Quiero ayudarte —dije sin pensar—, o solo que me dejes acompañarte...

Me encogí en mi lugar pensando en mis palabras.

—Las preparaciones ya las tienes —comentó Roy casual—, el viaje en tren juntos sería divertido.

—Entonces está decidido, una vez que terminen la primera parte de la liga iremos a Ciudad Puntera, juntos.

—¡Sí!

Sonreí para Lionel quien también parecía animado ante la idea.

—Por cierto... —Roy atrajo nuestra atención—, pensé que esta idea puede ayudarles...

Ambos intercambiamos miradas sin darnos respuesta de saber que pensaba el líder de gimnasio.

Eran dos días antes del combate y la gente estaba llenando la ciudad, estaba caminando hacia el hotel después de una conferencia de prensa de mi trabajo, quien hubiera pensado que las cosas estaban saliendo mejor de lo esperado, la idea de Roy fue bien recibida por todos.

Vi a Gloria salir del centro pokémon, parecía cansada.

—Hola, pequeña —saludé llegando a su lado.

—¡Maestra! —una sonrisa iluminó su rostro—, tiempo sin verla.

—¿Apenas llegas? —pregunté curiosa mientras retomábamos el camino hacia el hotel.

—Sí, pensé que llegaría tarde —suspiró cansada—, luche por toda la ruta ocho y nueve.

Abrí los ojos sorprendida, pensé que era la única loca que había hecho eso.

—Pero... —Detuvó su andar, quede unos pasos más adelante de ella—. Escuché una historia...

Su mirada quedó fija en mí, como si aquella historia supiera que yo era la culpable.

Quedé expectante ante sus palabras.

—Me llegaron a comparar con la chica del viento pero yo no conocía una historia así y cuando pregunte...

Parecía como si hubiera silencio entre ambas, su mirada parecía lejana.

—Dicen que hubo un tiempo donde una chica casi se convirtió en campeona pero no pueden haber dos campeones.

Era comprensible sus palabras, me acerque a ella y coloqué mi mano sobre su suave cabellera.

—Tienes razón, no existen dos campeones, quien más que la señorita aquí presente para darte un buen consejo.

Las palabras no fueron mías, desvíe la mirada al recién llegado, el Presidente Rose apareció con Olivia.

Me acerque más a Gloria para protegerla inconscientemente, pero me agaché hasta su lado y tomé sus manos.

—Tienes razón, no existen dos campeones —hablé amablemente para ella, sus inocentes ojos me miraron—, y el presidente Rose sabe eso, no existe la posibilidad de que se coronarán dos campeones.

Sonreí tranquilamente sin miedo a que mis palabras salieran.

—Todos los candidatos sabemos que la liga no presenta segundas oportunidades —continúe más para mí—, pero afortunadamente todos tuvimos diferentes objetivos durante nuestro viaje, gracias a que no gane pude hacer lo que siempre soñé, viajar por el mundo.

La mirada de Gloria parecía sorprendida por mis palabras pero sus ojos cambiaron a curiosidad genuina.

—No necesitas verte opacada por una vieja historia —sostuvé sus manos con más fuerza—, Gloria, llegarás tan lejos como desees.

—Me volveré más fuerte que la chica del viento para llegar al campeón.

Sus ojos parecieron brillar y entendí que en realidad tenía una futura campeona en mis manos.

—Te estaré apoyando.

Le entregue a Gloria las llaves del cuarto de hotel para que descansará, Lionel pasaría la noche con Roy y creo que Nerio también haría aparición por ahí en su reunión.

—Buena forma de motivar a aquella participante —confesó el presidente Rose sin ganas—, al parecer no todos olvidaron ese hecho.

—Supongo que usted tampoco —vi por donde la joven se había ido, por fin lo encare—, durante estos siete años no imagina cuantas cosas y gente he conocido gracias a no convertirme en campeona, sabe... no todas las opciones de la vida son malas.

Sostuvé una media sonrisa para él, sus ojos ejecutivos parecían cuidadosos ante mis palabras.

—¿Crees que eres una heroína? —preguntó amargamente.

—En absoluto —contesté con simpleza encogiéndome de hombros—, pero mi esposo siempre será un héroe para esta región.

Sonreí ampliamente ante su desconcierto, no me despedí, solo me di media vuelta para seguir mi camino.

La Corona Olvidada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora