Capítulo 25

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—¿Qué?

Fueron las únicas palabras que pude decir ante la noticia.

—Que basura estás diciendo, no pueden cambiar su propuesta del día de ayer, la gente vino a ver ambos partidos.

Roy parecía estar lanzando maldiciones con sus ojos, volteé a ver a Lionel, estaba ido.

—Debe haber algún error...

Mis palabras temblaron en mi garganta, no podían hacernos esto...

—Lo que dicen ellos es verdad... —Sonia entró con el aire entrecortado—. Mi abuela está hablando con el presidente Rose para solucionar el problema.

—Debemos hacer algo, esto es injusto...

—¡Quietos niños! —entró el líder de gimnasio Artejo—. Como corren...

Tras él apareció Naboru y Madam Sally, ambos muy serios.

—Este asunto lo resolveremos los adultos —dijo Madam Sally seria.

—Todos ustedes llegaron aquí por su esfuerzo y dedicación —Naboru me contempló serio pero su vista se suavizo e hizo una ligera inclinación.

Cumplí su promesa de llegar al final.

—¡Se lo dejamos en sus manos! —anuncié mientras hacía una reverencia—. Sin embargo, quisiéramos acompañarlos.

El líder de gimnasio dragón suspiro resignado, Sally sonrió y Naboru accedió.

Tomé la mano de Lionel, cuando él me miró sentí que su alma tal vez se estaba rompiendo y eso me dolió.

—Esto no ha terminado —sostuvé su mano con más fuerza—. No estamos solos, confiemos en ellos.

Sonreí lo más esperanzada que pude porque si ellos no lograban convencer al consejo, haría lo que fuera por Lionel.

Todos fuimos en silencio por el pasillo hasta que llegamos a una sala de conferencias, el campeón estaba serio, muy serio, los demás líderes de gimnasio estaban de su lado el presidente Rose estaba en medio de ambos mediando la situación.

Nos vieron llegar y el ambiente se volvió más tenso.

—No tenemos más que hablar —dijo uno de los ejecutivos viéndome para después parar en Lionel.

—Me temo que aún quedan palabras por decir —comentó Sally sentándose en una silla—, presidente Rose, la liga está patrocinada por los ejecutivos, sin embargo nosotros como líderes de gimnasio tenemos votos también.

—Para ustedes pueden ser números, sin embargo para nosotros son almas que van más lejos que cualquiera de nosotros.

Naboru se colocó a un lado del campeón.

—Entiendo que el presidente Rose tiene la última palabra, así que, ¿cuál es su opinión sobre todo esto?

Pude sentir que todos los jóvenes reunidos sostuvimos el aliento para escuchar sus palabras.

—El chico ha demostrado gran valor y desempeño excepcional en las batallas, sería una pérdida no dejar que haga la prueba, el futuro de Galar de pende de estos jóvenes.

Nadie relajó su semblante, ni siquiera Naboru o Sally.

—No perdemos nada con que el chico demuestre su habilidad, fue el único que ha derrotado a todos los líderes de gimnasio sin pestañear.

—Que así sea entonces.

El comité accedió ante la presión de los líderes.

—Te espero en el campo de batalla, Lionel.

Las palabras del campeón hicieron asentir a Lionel pero no sacarlo del trance.

Apreté su mano mientras regresábamos al vestuario.

Todos regresaron a las gradas animando a Lionel.

Me detuve en seco y giré a él, mis manos ardieron cuando chocaron contra sus mejillas.

—Mírame...

Agaché la cabeza para respirar profundo.

—Mírame. —repetí alzando la vista para encontrarme los ojos dorados Lionel, estaba sorprendido.

Volví a dar palmaditas en su cara más suaves mientras le sonreía.

—Deja que el mundo grité tu nombre, haz que todo el mundo grité de emoción pero sobre todo...

Tomé sus manos y las sujete con fuerza.

—¡Haz que el mundo no te pierda de vista, mientras gritas que eres el nuevo campeón de Galar!

Sonreí triunfante para él, por segundos vi sus ojos brillar tal vez arder, lleno de energía, sus manos golpearon sus mejillas al igual yo lo había hecho y sonrió.

—¡Les demostraré de que esta hecho un campeón!

Su voz por fin pareció ser él otra vez, me relaje solo un poco.

—¡Te estaré animando!

Tras esas palabras corrió por el pasillo desapareciendo, mi sonrisa se borro y sequé una lagrima solitaria, entendía que no habría dos campeones pero sabía cuál era mi papel en todo esto así que sonreí una vez más al ver la puerta por donde se había ido.

—Ve a por todas...

El publico coreo su nombre, el Campeón sonreía durante el combate pero sobre todo Lionel se mantuvo decisivo y sonriente, cada ataque cada movimiento eran sorprendentes, escuche varias veces gritar su nombre a Roy y a Sonia, incluso Nerio gritaba su nombre.

Si Lionel viera esto... Sería muy feliz, sus amigos lo apoyaban aquellos con quien viajamos y tuvimos enfrentamientos, todos están apoyándote.

—¡Tú puedes, Lionel! —grité desde mi alma animando.

Entonces Charizard Gigamax combatió con furia contra el Snorlax Gigamax del campeón.

Su victoria fue aplastante.

El público gritó eufórico, todos lo apoyaban y yo también.

Los líderes de gimnasio junto con el campeón entraron al campo.

Corrí hacia él abrazándolo emocionada, ganó su lugar pero aún quedaba la incertidumbre.

El Presidente Rose tomó la palabra, sonreí para Lionel que aún tenía el aliento agitado por el combate.

—El consejo ha tomado una decisión sobre el próximo campeón —su semblante oscureció antes de continuar, mi corazón dio un vuelco y di un paso adelante—, sin embargo solo puede haber un campeón...

—¡Deseo poder hablar! —alcé la mano sonriendo y solté a Lionel, su cara paso a terror.

Caminé hasta el presidente, su mirada me juzgo por unos segundos pero accedió ante todo el público.

—Me retiro de la competición.

Sostuve mi sonrisa para todos a pesar de que el bullicio de la gente se expandió por el estadio.

—El sueño de pelear con mi gran rival se cumplió, así como mi deseo de viajar y conocer a muchos amigos —miré a la profesora Magnolia y después a los chicos que estaban evitando que Roy saltará de las gradas, me conmovió verlo—, tuve el honor competir ante campeón de Galar, sin embargo, si solo puede haber un solo campeón entonces me siento feliz de retirarme para seguir viéndolo crecer y llenar a Galar de entrenadores que decidan su propio camino.

Caminé hacia Lionel, sus ojos estaban tristes y estoy segura de que apenas yo podía retener mis lágrimas, extendí mi mano y me puse sería.

—Hiciste al mundo clamar tu nombre, conviértete en el campeón que la región de Galar necesita.

Su mirada fue larga pero acepto mi mano estrechándola.

Y finalmente nombraron como nuevo campeón a Lionel.

La Corona Olvidada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora