Capítulo 57

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Paul corrió a brazos de su hermano cuando también despertó de la gran pelea, afortunadamente ninguno de ellos estaba lastimado, solo tenían unos cuantos rasguños.

—La Liga seguirá.

Mis palabras resonaron por toda la sala.

El lugar del presidente estaba vacío y alguien debía tomarlo, los empresarios me mandaron en primera línea para que limpiara de toda corrupción de Macrocosmos y lo más importante, nadie en realidad quería más trabajo lidiando con los desastres causados por Eternatus.

Todos los líderes de gimnasio estuvieron de acuerdo, Lionel los convenció, aunque no se cómo pero lo hizo.

Yo por otra parte no les di muchas opciones a los empresarios, así que también terminaron accediendo.

—¡Felicidades Presidenta!

La voz de Roy se escucho por el pasillo mientras caminábamos.

—¿Vas a empezar de nuevo? —pregunté ante su aparente intento de molestarme.

—Nos vemos luego, presidenta —Cathy me dio una palmada en el hombro mientras caminaba y sonreía feliz.

—La nueva presidenta debería darnos vacaciones —se quejó Nerio caminando a mi lado para solo sonreírme divertido.

Todos los líderes de gimnasio se despidieron de mí como presidenta.

—Sabes... En realidad puedo acostúmbrame —me encogí de hombros despreocupada.

Roy sostuvo mi hombro deteniendo mi andar, la diversión había desaparecido de sus ojos.

—¿Sucede algo? —mi voz resonó por el pasillo pero no recibí respuesta inmediata.

Roy no me miro a los ojos en realidad parecía perdido en sus pensamientos.

—Gracias.

Fueron sus únicas palabras.

—¿Por qué? —pregunté confundida.

—Por todo —al fin alzó la mirada y sus ojos azules me contemplaron aliviados—, por volver a salvo, por traer a Lionel contigo pero sobre todo...

Sostuvo mis dos hombros firme.

—Por tomar el puesto como presidenta, por lograr lo que nos prometimos cuando éramos jóvenes.

Prometimos destruir el sistema injusto, tardamos pero logramos nuestro objetivo, de alguna manera el destino así lo quiso, fuera bueno o malo, ya estaba hecho.

Abracé a Roy sin dudar y su abrazo fue cariñoso.

—Ustedes fueron los que más se esforzaron durante tanto tiempo, puedes darte crédito también.

Una risa aliviada se escucho por el pasillo.

—Lo logramos —finalizó realmente feliz.

—Lo hicimos bien.

—Ahora nos toca ver dos grandes combates, ¿Quién crees que gane?

Roy pasó su brazo por mi hombro retomando el camino.

—Ambos.

Se detuvo en seco al oír mi repuesta.

—¿Crees que Lionel se los pondrá fácil? —parecía ofendido por mi respuesta.

—Piensa lo que quieras, Roy —sonreí para él mientras me paraba al final del pasillo volteando hacia él—, Lionel es el más grande campeón, es cierto, les costará si no lo piensan bien pero...

La Corona Olvidada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora