Capítulo 11

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—¿Cómo terminamos en esta situación? —susurré sintiendo el aliento de Lionel en mi cuello.

Estaba sobre Lionel ocultándonos en la oscuridad, él me estaba abrazando protegiéndome.

~°~°~°~ En la mañana ~°~°~°~

Nos encontramos frente al bosque que dirigía a nuestro próximo destino, era tan espeso que no dejaba pasar la luz natural.

—Entiendo que todos pasamos la prueba pero, ¿por qué estamos todos juntos?

Roy estaba irritado por tener a todos a sus alrededor, éramos siete, Sonia y Cathy parecían dudosas al entrar, Nerio nos había alcanzado junto con Percy quien parecía reacio a entrar solo y se le pego al chico de cabello bicolor.

—Olvídalo, no quiero entrar con ustedes —comentó Nerio sin darle importancia a nada—. El granjero se me pego y ustedes ya estaban aquí.

Tan amable cómo siempre, solo lo miramos compasivos, entendíamos su punto pero ya estábamos todos ahí.

—Entiendo tú punto —me dirigí a Roy quien fruncía el ceño—. Pero sería tonto que no entremos juntos, solo hay una entrada y una salida de pueblo Plié, ya sea ahorita o después el camino es el mismo, además si somos varios es poco probable que alguien se pierda.

Nadie se opuso ante la idea, ni siquiera Nerio.

—Hagan lo que quieran.

Nerio comenzó a entrar sin mirar atrás, Percy corrió atrás de él para quedar a su lado, las chicas nos miraron y después a ellos, se tomaron de la mano y caminaron tras ellos.

—No te sueltes —Lionel tomó mi mano con una sonrisa confiada en sus labios—, ¿listo?

Roy bufó en queja pero tomó mi mano libre sonriendo para nosotros.

—No se pierdan.

Nos adentramos al bosque, era extraño pero no aterrador, había hongos grandes que iluminaban el lugar, Nerio tropezó y tocó uno, el hongo brillo con más intensidad dejándonos ver el camino.

Las chicas parecían más tranquilas, e iban tocando las plantas brillantes para iluminar.

—Qué lugar más extraño —comentó Lionel tocando nuevamente el hongo luminoso que se había apagado.

—Seguramente pululan pokémon de todo tipo por aquí —concordó Roy caminando a mi lado, era extraño estar en medio de los dos siendo cuidada, pero estaba tan oscuro que no me iba a quejar.

Cuando Sonia tocó otro hongo algo se movió atrás de él.

—Deberían tener cuidado...

No termine de hablar cuando uno de los pokémon nos atacó saliendo de uno de los hongos cercanos.

Lionel me atrajo hacia él pero mi pierna quedó atorada en una rama de un árbol haciéndome caer hacia atrás.

Había un desnivel bastante profundo, Roy intentó volver a tomar mi mano pero Lionel me cubrió para recibir el golpe.

Quede sobre él, intenté levantarme para revisarlo pero me pego más a su pecho.

—No hagas ruido —susurró haciéndome cosquillas en la nuca, su aliento me hacia cosquillas, estaba poniéndome muy nerviosa.

De no estar oscuro hubiera visto mi cara roja aunque seguramente podía escuchar mis latidos, quería creer que él sólo los tomaría como susto.

Aunque ese pensamiento me deprimió un poco, alcé un poco la mirada a sus hermosos ojos dorados que brillaban con la tenue luz.

Volteó al notar mi mirada, pero pareció ponerse tenso, me recordó cuando estaba nervioso con las chicas en la sesión fotográfica, seguramente simplemente no era bueno con el contacto.

—¿Estás bien? —pregunté sin evadir su mirada.

Lionel pareció entenderme lentamente, pues me soltó solo un poco revisándome, siempre me ponía por delante de él.

—Creo que...

—¡Tu brazo! —susurré asustada sacando de mi mochila un poco de medicina para raspones, era normal que todos nosotros cargáramos ese tipo de medicamento, le coloque solo un poco—. Será mejor buscar a Roy, seguramente las chicas se adelantarán...

Antes de levantarme el me jalo del brazo para quedara justo delante de él.

Pude sentir su mirada vacilante, pero antes de decir nada soltó mi brazo, bajo la cabeza y lo supe...

—Lionel... —alzó la vista pero note su mirada anhelante.

Solo pude alzar mi mano cuando un sonido fuerte llamó nuestra atención.

Roy salió de la maleza junto con su Vibrava atacando.

—¿Pueden pararse? —preguntó mientras nos veía de reojo.

—No...

Vi como Lionel se volvía a sentar, se había lastimado el pie por mi culpa.

Me puse de pie sacando a Arcanine, ayude junto a Roy a Lionel que subiera en mi pokémon.

—Los demás salieron del bosque, querían ayudar pero si atraemos la atención con todos los pokémon será más difícil salir.

—Bien —contesté sin dudar—, sube, si todos salieron seguros atraerlos no será un problema hasta que salgamos de aquí.

—Estás loca —se burló Roy pero me subió primero frente a Lionel que estaba muy serio, guardo a su pokémon para dar un salto.

—Muy bien, sujétense —sentí los brazos de Lionel rodeándome y los de Roy en los de él—. ¡Andando!

El sonido de las patas hizo que todos los pokémon salieran de su lugar, tras algunas llamaradas saliendo de su hocico los pokémon más aventurados a querer atacar dudaron.

En unos segundos estábamos fuera del bosque, no paramos ahí, llevamos a Lionel hasta el centro pokémon.

—Gracias.

Estábamos sentados en el centro después del tratamiento de Lionel.

—Nah, soy yo la que tiene que dar las gracias por salvarme, además afortunadamente Roy nos encontró a tiempo para lograr salir.

Empujé al joven con mi hombro divertida a lo que recibí un golpe en la frente con su dedo.

—Ambos son idiotas —nos regaño sin dudar—, me soltaste, agradezcamos que la caída no fue tan grande.

—Te debemos una —sonrió Lionel agradecido—, Arcanine es increíble, cuando te vimos llegar al pueblo eras una ráfaga pero vivirlo de primera mano es increíble.

Roy asintió concordando con Lionel, sonreí triunfante, le debía mucho a Arcanine.

—Esperen...

Roy se paro para ir a algún lado, dejándonos solos.

—Lo que paso ahí...

La voz de Lionel se volvió cautelosa, e hizo ponerme inquieta.

—Está bien... —lo corté asustada de sus palabras, intente mostrarme relajada pero no lograba hacer contacto visual con él—, estaba oscuro y no lograba ver nada, de no ser por ti me hubiera asustado mucho.

Reí intentando relajar el ambiente pero solo cuando alcé la vista, vi a Lionel con una mirada dolida, me sorprendió verlo así.

—Listo, dicen que la prueba es dura pero Lionel podrá tomarla sin problemas con la lesión... ¿Todo bien?

Giré para verlo, solo logre asentir fingiendo una sonrisa, me levante de un salto.

—Deberíamos buscar un lugar donde quedarnos —sugerí al aire—, buscaré a los demás.

No pude mirar atrás, estaba asustada, pero no sabía exactamente de qué.

La Corona Olvidada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora