Protecting What's His

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Prologo

Ella está huyendo de la ley, y la ley la quiere desesperadamente.

La oportunidad era demasiado malditamente deliciosa para que _____ Peet la dejara pasar. La bolsa llena de dinero que encontró con 50.000 Dlls., para ser exactos podría darles a ella y a su hermana adolescente el nuevo comienzo que necesitaban. Así que agarra el dinero, a su hermana pequeña, y a su estatua de tamaño natural de Dolly Parton, y se va fuera de Nashville en una nube de polvo.

Chicago, allá vamos...

Resulta que Chicago tiene algunos policías muy calientes. Calientes, intensos, policías con apariencias-traviesas como Harry Styles, quien parece poderse comer a una chica y dejarla pidiendo más. Y más. Por tentador que sea, involucrarse con el sexy teniente de homicidios de al lado plantea un problema para una chica que está huyendo. Pero una cosa es cierta, Harry está sobre ella, y la quiere más que para una simple probadita.

Y en lo que a él respecta, la posesión es nueve de las diez partes de la ley.

Capítulo 1

Robar o no robar, esa era la cuestión.

_____ Peet contemplaba la rubia de botella tumbada en el amarillento love seat antes de volver su atención a la enorme bolsa llena de dinero en efectivo en las manos de la mujer. Con los labios apretados, esperaba el equipo proverbial ángel/demonio que apareciera sobre sus hombros para repartir consejos contradictorios.

No ocurrió nada. ¿No solo se lo había figurado?

En cambio, su conciencia se movió en su pecho, con sus ojos al lado de la habitación, y se sentó en el mismo equipo de música gigante, sin usar desde alrededor del año 1992. Le pasó por encima los brazos y se encogió de hombros como diciendo: "La unión se rompió. Tú entiendes".

_____ arqueó una ceja. Al parecer, su imaginación era excesiva en compensación por la ausencia de su conciencia.

Se sentó en la alfombra sucia, tiró de sus rodillas hasta su pecho, e inhaló un suspiro tembloroso. Su turno de noche en el Hideaway de Bobby había sido loco como siempre solía serlo, con las despedidad de solteras y los chicos de la fraternidad Vanderbilt gritándole sus órdenes de bebidas hasta las 4:00 a.m. Una noche típica en el centro de Nashville.

Casi todas las noches, ella gritaba junto con ellos. Hacía su papel. Riendo de chistes que ni siquiera podía oír por encima de la música honky-tonk. Dando todo lo que tenía. ¿Sería pura casualidad que esta noche, cuando había sido incapaz de reunir una sonrisa para sus habituales buenos chicos, hubiera venido a casa para encontrar una pila de dinero en efectivo esperando por ella?

Además, su madre no había oscurecido sus puertas en meses, pero había escogido esa noche de todas las noches para detenerse y tomar una siesta. La última vez que _____ había hablado (está bien, discutido) con Valerie, había estado haciendo striptease para ganarse la vida. Si llamabas a ganarse la vida a las drogas y la neblina de estar inducida por el alcohol. Al menos había logrado salir con dignidad y no despertar a la hermana de _____ de diecisiete años, Willa, en el proceso. Willa trataba valientemente de ocultar su depresión por las habituales ausencias de su madre, pero _____ sabía que la cortaban profundamente.

_____ no tomaba amablemente a nadie que lastimara a su hermana. Ya sea su madre o no.

Entrecerró los ojos una vez más al bolso lleno de dinero en efectivo. De ninguna manera Valerie había sacado esa cantidad de dinero girando alrededor de un poste. Revisó los abultados fajos de billetes de cien dólares unidos por bandas de goma. Lo que no daría por tener esta cantidad de dinero. La pila de dinero en efectivo frente a ella representaba la libertad. El cambio. Una oportunidad de buscar algo más que servir bebidas para mantenerse y a Willa.

Adaptaciones Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora