La vida de Zenitsu era realmente monótona, su hermano mayor Kaigaku se había ido a la capital a estudiar la universidad, dejándole solo en su pequeña casa. No pasó mucho tiempo cuando una oferta universitaria de intercambio le llegó.
La simple idea...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Zenitsu, Tanjiro y Nezuko habían hablado con la dueña de la casa para que el rubio pudiera vivir con ellos, la señora aceptó rápidamente, más dinero para ella.
Solo faltaba que el director Muzan aceptara que el rubio se mudara de hogar. Por lo general era después de los tres meses, Zenitsu rezaba que Muzan Kibutsuji entendiera sus razones. Estaba sentado con Nezuko tomando café después de cenar, era una costumbre que ambos tenían en común, Tanjiro había salido de nuevo a comprar té verde ya que a él no le gusta el café.
— Te voy a contar algo — dijo Nezuko rompiendo el silencio, el rubio la miró atentamente dándole a entender que la estaba escuchando, ella inhaló profundamente y habló— me gusta un chico que conocí por Instagram — confesó tan rápido que lo único que entendió Zenitsu fue "chico Instagram" aunque solo con eso daba a entender que trató de decir.
— ¿Y como es el chico? — preguntó Zenitsu con una sonrisa, le daba curiosidad sobre quién podría ser el ser amado de la chica, ella parecía estar abatida por alguna razón que por el momento no era conocida, sus ojos entre rojos y rosados miraron con tristeza a Zenitsu.
— No es un chico, osea si, es hombre, pero no ronda mi edad — trató de explicar — tiene 30 — dijo colocando la taza con café sobre la mesa de centro y se abrazó a si misma haciendo su cuerpo una especie de "bolita", Zenitsu estaba procesando aquella información.
— Vaya...¿Él sabe que tienes 17 años? — preguntó, si era así estaba listo para pegarle a ese viejo verde, ella alzó la vista y negó lentamente.
— Yo le mentí con mi edad — suspiró y continuó hablando — él cree que yo tengo 22, es que, no aparento tener 17 años, parezco de más edad, él me gustó bastante, pero yo soy menor de edad y él no y... ¡Agh! — estampó su rostro contra el mullido sillón —, no sé que hacer.
— Nezuko... — le llamó Zenitsu, ella le miró atentamente —, ¿Estás consciente que cumplirás 18 años y serás mayor de edad no?
La joven se quedó mirándolo unos segundos y soltó un grito.
— ¡Pero que estúpida soy! — gritó y golpeó su rostro con un cojín —, ¡Pellizcame para que se me quite lo idiota!
— ¿Porqué dices que eres idiota? — preguntó Tanjiro mirándola confundido, recién llegaba y ella estaba diciendo que era idiota y pidiendo golpes a su nuevo amigo.
— ¡Por nada! — aclaró con una sonrisa forzada, el pelirrojo la miró con una ceja alzada.
— ¿Ok...? — respondió aún confundido, luego volvió a su postura habitual —, al fin tengo mi té verde, ¿alguien quiere té?
— Yo paso — dijeron Zenitsu y Nezuko al mismo tiempo, a ninguno de los dos les gustaba el té y menos el verde, Tanjiro se fue a la cocina resignado a ser el único fan del té.
