The stupid sugar daddy (Uzuzen)

013

Después de una larga tarde junto a Suma. Zenitsu ya estaba en casa, Tanjiro y Nezuko se habian ido temprano al distrito después de las clases.

Tenía casa sola, por así decirlo, mientras jugaba en su teléfono, recibió un mensaje de Kaigaku.

"Tenemos que hablar", esas palabras lo ponían tan nervioso que su estómago gruñía del dolor que sentía ahora.

Zenitsu se salió del juego, entró al chat con Kaigaku y lo llamó. Esperó pacientemente a que su hermano respondiera, cuando lo hizo, pudo escuchar un suspiro del otro lado de la línea.

— Tenemos que hablar...sobre mi — expresó Kaigaku, Zenitsu soltó un leve "si" —, no quería decírtelo... realmente no quería, pero, no tengo más oportunidades.

— ¿De que hablas hermano?, primero que nada, buenas noches o dias para ti — Zenitsu se acomodó mejor en su habitación, sentándose mirando al espejo en frente de su cama.

— Tengo... — Kaigaku inhaló profundamente como nunca antes lo había hecho —, tengo leucemia.

Zenitsu se quedó en silencio, mirando fijamente la manija de la puerta de su habitación, sacudió la cabeza negando sin parar.

— No, tu no estás enfermo, no puedes estar enfermo, siempre has sido sano y no hay registros de cáncer en la familia — afirmó Zenitsu, sus ojos picaban, ardían y la vista se le nublo —, dime que es mentira.

— No, no es una mentira Zenitsu — Kaigaku se quedó en silencio, escuchando los sollozos de Zenitsu del otro lado de la línea —, y yo, yo...no voy a seguir con el tratamiento.

— ¿¡Estás demente!? — preguntó Zenitsu levantándose de la cama, se acercó a la ventana, la abrió, necesitaba muchísimo aire fresco —, tienes que hacerte el tratamiento, no puedes morir, no puedes morir, eres joven y yo...me quedaría solo.

— Zenitsu, claro que me haría el tratamiento si tuviera los recursos, ¿sabes cuánto dinero piden?, es demasiado, no tengo ese dinero.

— Pero, yo te quiero ayudar — afirmó Zenitsu —, me iré de Amsterdam y trabajaré para pagarte el tratamiento.

— Zenitsu...no, no vengas.

— ¿Por qué?, quiero ayudarte, déjame ayudarte.

— ¡Por qué el tratamiento es demasiado caro!, tendrías que dejar de estudiar y tener como ocho empleos para hacer una cuarta parte del dinero para pagar el transplante.

Ambos se quedaron en silencio, Zenitsu se pasaba una mano por la cara, pensando seriamente en la situación, parece que la voz de Suma lo deslumbró.

"Tengen-Sama paga muy bien", eso le dió una idea, ¿y si ese estúpido viejo se volvía su sugar Daddy?, con eso pagaría todo el tratamiento de su hermano mayor.

— Tengo una idea Kaigaku...una gran idea... — susurró mirándose en el espejo, se examinó con la mirada, no estaba nada mal físicamente, podría caerle bien a Uzui.

— ¿En qué carajos estás pensando?

— Conseguiré el dinero, no te preocupes por mi, no será nada ilegal, confía.

— Disculpa — susurró —, pero yo no confío en tus babosadas.

Después de una semana pensando bien si valía la pena terminar siendo un sugar baby, tomó una decisión, habló con Aoi y así consiguió el número de teléfono de Tengen.

La conversación por mensajes fue simple, por mensajes marcó una cita con Tengen.

Y ahora ambos hombres se miraban en silencio en la zona VIP del restaurante, el sitio era lujoso, bastante lujoso para Zenitsu.

— Bien, me llamaste, eso me sorprende — comentó Uzui, tomó con suavidad la copa llena de sangría de vino rosado —, diría que es un milagro.

— Vine por trabajo — comentó Zenitsu —, necesito dinero...mucho dinero y no lo tengo — explicó.

— ¿En qué apuestas estás metido? — indagó en voz baja, bebiendo del licor, los ojos de Zenitsu no se despegaban de los ojos granate.

— La apuesta es la vida de mi hermano, su salud está en juego, tiene cáncer, no tenemos para pagar el tratamiento en Japón y yo realmente quiero ayudarlo — inhaló profundamente —, de no ser por eso, ni siquiera te estaría hablando.

— Pudiste hablar con los Tsugikuni — comentó haciéndose el de la vista gorda.

— Por favor, sé que no comenzamos con el pie derecho, pero — los ojos de Zenitsu se cristalizaron, Tengen se mantuvo en silencio, mirándole fijamente —, no tengo más familia, Kaigaku es lo único que tengo, es mi única familia.

Aquella súplica le pegó en el pecho, Tengen asintió lentamente, recostó sus brazos en la mesa, observándolo con semblante serio.

— Acepto, pero, el trato será así, yo pagaré todos los gastos de tu hermano y otras cosas que necesites, pero, ya sabes lo que quiero a cambio — dicho esto, se llevó una fresa a la boca —, ¿seguro que estás listo para ese nivel?

— Por mi hermano, estoy más que listo — se mantuvo firme, pero, siendo honestos, le temblaban las patas.

— Perfecto, nos veremos mañana después de tu universidad, firmaremos un contrato de acuerdo y comenzaremos todo — Uzui sirvió una segunda copa de sangría, se la pasó a Zenitsu, levantó levemente la suya —, por nosotros.

Zenitsu chocó delicadamente su copa contra la de Tengen, temiendo por su vida, sin embargo, al final de cuentas valdría la pena.

— Que comience el juego.