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Nezuko y Sanemi acordaron un día disponible para poder verse

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Nezuko y Sanemi acordaron un día disponible para poder verse. Ahora estaban ambos, frente a frente, mirándose fijamente entre ambos, el silencio fue roto por Nezuko.

— Tenemos que hablar...— susurró Nezuko apretando entre sus finos dedos la taza de café.

— ¿Por qué me mentiste sobre tu edad? — indagó directamente el albino, mirándole a los ojos, Nezuko tragó saliva.

— Yo...yo mentí porque no quería que me rechazaras...

Sanemi puso una mano sobre su propia frente, suplicando mentalmente la paciencia que jamás tuvo para situaciones de este estilo.

— ¿Piensas que soy un niño? — preguntó Sanemi, Nezuko negó lentamente, sus orbes rosados se llenaron de lágrimas.

Entonces, la conversación si era para terminar lazos en definitiva.

— Está bien si no me quieres ver más — comentó mirándole a los ojos —, estás en tu derecho, no te voy a molestar, tampoco iré a los lugares que tú va...

— Eso es imposible — Sanemi apoyó sus brazos sobre la mesa —, tu primo hermano es Muichiro, está en relación con mi hermano menor Genya — suspiró —, tampoco quiero alejarte a ese nivel, no digas eso.

— ¿Entonces? — ladeó la cabeza.

— Me sigue perturbando que me mintieras con un dato tan importante como tú edad, pero, lo hecho hecho está, no podemos cambiar lo que pasó y meterlo bajo la alfombra a esta altura del campeonato — se recostó sobre la silla, mirándola unos instantes —, hubieron fotos, videos, videollamadas, audios...no vamos a fingir que nada pasó.

— Que alivio, de verdad.

— Pero — interrumpió Sanemi, Nezuko cerró la boca esperando que iba a decir su amado albino —, seamos amigos por el momento, mientras proceso todo y tú...bueno, tú te vuelves legal.

Ella asintió rápidamente, mirándole como cachorro emocionado.

Tanjiro fue a la cita con Tomioka, despues de todo, dejó ir a Nezuko con Sanemi, así era el trato

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Tanjiro fue a la cita con Tomioka, despues de todo, dejó ir a Nezuko con Sanemi, así era el trato. Solo que...no creyó que todo pasaría tan rápido, que todo escalaría tan deprisa, era tan extraño.

El pelirrojo se acomodó entre las sábanas de la cama de Tomioka, habían tenido una "interesante química" desde el primer momento en su cita y todo acabó con ambos teniendo un encuentro sexual.

Tomioka acarició los rojizos cabellos de Tanjiro, admirando cada rasgo del chico. Por su parte, Tanjiro delineaba el abdomen fornido de Tomioka.

— ¿Quieres comer algo? — indagó el ojiazul, Tanjiro lo meditó unos segundos y negó lentamente.

— Estoy bien así, gracias — respondió cordial y claro, sumamente incómodo ahora que cayó en cuenta en que se había metido.

— ¿Vas a ponerte tímido después de todo? — cuestionó con una ceja alzada, Kamado lo miró unos instantes, sintió la mano de Tomioka en su mentón, alzandolo lo suficiente para plantarle un beso —, ¿tanta vergüenza de comer algo después de habernos revolcado?

— S-Si...tengo vergüenza, porque ni siquiera nos conocemos bien — alegó Tanjiro sentándose en la cama, suspirando en el proceso, Tomioka frunció el entrecejo.

— ¿Ya te vas? — se sentó, inclinándose para verlo mejor, sonrió de lado, sus curiosas manos fueron hasta los hombros masculinos del joven pelirrojo, al no tener respues se levantó de la cama.

Se enrolló una toalla en la cintura, abrió la puerta de la terraza y salió a fumar. Tanjiro miraba fijamente el suelo, era la primera vez que lo hacía, había sido de locos, jamás pensó en perder la virginidad con un casi desconocido, pero, en el fondo le había gustado y mucho.

Se levantó también, se puso la bata se baño del pelinegro y llegó a la terraza, se sentó en las piernas de Tomioka. Con cuidado le quitó el cigarro, dió una calada y expulsó el humo en el rostro ajeno.

— Quiero repetirlo, si se puede — susurró sobre los labios de Tomioka, el contrario sonrió ligeramente ante la propuesta.

— Por supuesto.

Kaigaku temblaba, dentro de pocas horas Michikatsu vendría a verle, sus orbes azules estaban enfocados en el pared del hospital, no creyó que el hombre de verdad había salido de su trabajo por él y agarrado un jet privado para verlo el mismo día

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Kaigaku temblaba, dentro de pocas horas Michikatsu vendría a verle, sus orbes azules estaban enfocados en el pared del hospital, no creyó que el hombre de verdad había salido de su trabajo por él y agarrado un jet privado para verlo el mismo día.

¿Tanto dinero tenía?, esa pregunta le hizo pensar en Zenitsu, ¿de dónde estaba sacando el dinero?, era extraño que tuviera tanto dinero ahora, nunca en su vida había trabajado, tampoco ahorraba mucho que digamos.

La puerta se abrió, Kaigaku se sentó al ver al alto hombre de cabellos rojos, se miraron con asombro, analizando la apariencia del otro.

— Hola.

— Hola.

Sonrieron después de saludarse al mismo tiempo, tenía una larga conversación esperando por ambos.

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⏰ Última actualización: Jul 04 ⏰

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The stupid sugar daddy (Uzuzen) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora