La vida de Zenitsu era realmente monótona, su hermano mayor Kaigaku se había ido a la capital a estudiar la universidad, dejándole solo en su pequeña casa. No pasó mucho tiempo cuando una oferta universitaria de intercambio le llegó.
La simple idea...
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Zenitsu no estuvo mucho tiempo en la casa de Suma, comieron y después él se fue para darle privacidad a Suma con sus arreglos para su noche con Uzui.
De cierta forma, si le daba un poquito de resentimiento que Suma fuera atendida antes que él, pero, debía tener en cuenta el tiempo y el nivel de confianza que ella y Tengen tenían.
En el autobús de regreso, recibió dos mensaje por parte de Tengen, "la próxima semana, jueves, a las siete", "¿puedes?"
No pudo negar el hecho que su cuerpo se estremeció al leer ese mensaje, sus orbes dorados curiosos releyeron el texto más de tres veces para poder sentir que era verdad.
Se mordió el labio inferior, jugueteo con sus dedos después de guardar el teléfono, mejor le respondía cuando llegase a casa.
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Tanjiro estaba sentado en la mesa de centro acomodando todos sus apuntes de la universidad, Nezuko también estaba allí, haciendo sus preparativos de toda la información posible para los futuros exámenes.
Eso, y añadiendo todos los apuntes que les habían hechos sus tíos para todavía un mejor desempeño.
— No me voy a unir a ninguna fraternidad — afirmó el pelirrojo.
— Yo estaba pensando en juntarme al Kamaboko Squad, pero, no vivir con ellos — respondió Nezuko revisando las notas de Michikatsu.
— Bueno, están Muichiro y Yuichiro — expresó mientras ponía la punta del lápiz en su labio, giró la cabeza al oír la puerta de la casa abrirse —, oh, hola Zenitsu.
El rubio sonrió al ver a sus dos amigos, cerró la puerta con cuidado, metió las manos en su bolsillos mirando lo que ambos hacían.
— ¿Que es todo eso? — preguntó sentándose para ver mejor el montón de hojas que tenían.
— Son apuntes que nos dieron nuestros tíos.
— Ah, vale — comentó, sonrió ligeramente para Nezuko y para Tanjiro, ambos se veían tan enfocados en sus estudios que el mundo a su vuelta no les importaba.
