𝙃𝙖𝙨𝙩𝙖 𝙚𝙡 𝙛𝙞𝙣𝙖𝙡-𝙎𝙖𝙨𝙝𝙖 𝘽𝙧𝙖𝙪𝙨

14

Habían pasado algunos días, ahora el castaño se encontraba con su amiga en el bosque donde tiempo atrás habían merendado juntos antes de graduarse como cadetes. Se había vuelto el lugar favorito para ambos, o mas bien especial. La brisa fresca golpeaba levemente sus rostros y alborotaba el cabello de ambos jóvenes mientras escuchaban las hojas de los arboles moverse chocando unas contra otras.

 -Se me hace difícil asimilar todo esto, lo que quiero decir es que...-Hice una pausa-...¡ahg!, ¿Es realmente necesario llevarlo a juicio?.

Aun sabiendo que ella no sabia que responder hizo la pregunta, el recuerdo de ese día se repetía a viva voz en su cabeza. Del como su hermano se transformaba en la parte superior del esqueleto de un titan con la intención de protegerlos contra el cañón de los comandos estacionarias. 

Sin saber mucho que hacer busco a la castaña con una excusa para que lo aconsejara, aunque ambos sabían que eso no era mas que una excusa barata para pasar tiempo con ella y relajarse con su presencia.

-Siento no haberte podido ser de ayuda.-Se lamento Sasha algo molesta por no poder hacer algo al respecto por su amigo.

-No.-Me recosté suavemente sobre el pasto-Al contrario el que estés aquí conmigo me relaja y siento como si mis problemas se esfumaran.

Cerre mis ojos por un momento disfrutando de la brisa y la sombra bajo el árbol en el que nos sentamos, por un momento sentí la mirada de Sasha fija en mi.

-¿Sucede algo?-Abrí los ojos lentamente viendo el cielo.

-Nada, es solo que..-Dudo al hablar.

-No me digas si no quieres-Me senté  cruzando mis piernas nuevamente y la mire a los ojos-No te estoy presionando.

La castaña desvio la mirada hacia el cielo suspirando aun con los ojos verdosos de su amigo en ella esperando escuchar lo que tenia.

-Yo, es decir, tu...Eres diferente conmigo-Dijo finalmente, su amigo lo único que hizo fue sonreír gentilmente y levantarse del pasto.-¿Por que?.

El chico pensó por un rato mientras miraba con detenimiento cada facción de la castaña admirándola, nunca había visto a una chica tan hermosa en su vida. Sabia que ahora las posibilidades de morir eran incluso mas altas a cuando era un simple civil, el quería protegerlos a todos. Pero en especial a ella.

-Hagamos una promesa, algo simple.-Se agacho a su altura pensando si estaría bien para ella.

-¿Una promesa?-Se cuestiono y luego asintió sonriendo, le emocionaba el hecho de hacer este tipo de cosas con sus amigos. En especial con el.

-Esta promesa se basara en nosotros.-Miro sus manos y sin dudarlo la tomo con suavidad entrelazando sus meñiques-Prometamos ver el mar juntos, y vivir en libertad...Prometamos estar juntos hasta el final de esta pesadilla completamente vivos.

-Lo prometo.-En ningún momento titubeo en su respuesta, ella se veía feliz. Al contrario de el que se veía sorprendido por su respuesta espontanea, creía que ella se negaría y le diría que era imposible cumplir algo así o siquiera mantenerlo. 

"La chica patata" con quien se había conocido de una manera un poco rara, ahora le parecía una alguien excepcional y noble en quien podía confiar plenamente sin salir con un puñal por la espalda, ella era increíble y tanto el como sus amigos lo sabían.

A el le encantaba como se comportaba cuando estaban juntos, y a ella le encantaba que el pidiera de ella para algunos de sus problemas. Simplemente eran una pareja de amigos excepcional en la que actuaban como ellos mismos cuando estaban en su lugar especial juntos.

-Yo también lo prometo.-Apretó levemente sus meñiques juntos cuando tuvo un presentimiento al cual ignoro de inmediato.-Gracias por acompañarme.

Ella negó. Ambos sonrieron ampliamente y se dispusieron a caminar de regreso con sus meñiques juntos, definitivamente ese dia era especial.

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¡Hellouu!

Cortito porque me quede sin imaginación [cry]. 

Chau.