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Doska y Zakhar tienen una historia complicada en común: solían ser hermanastros, pero la relación se volvió tensa y ambos acordaron mantenerse alejados el uno del otro. Sin embargo, todo cambia cuando Doska se muda al internado Deerfiel...
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Líneasrotas.
ーAhora te tomarás una Tylenol, para calmar el dolor. ー dice la enfermera Mayra, terminando de limpiar la nariz de Zakhar. Observó como tira los algodones empapados de sangre al basurero cercano y camina a buscar las pastillas en los cajones.
Zakhar no ha dicho ninguna palabra desde que dejamos mi habitación para venir a la enfermería, y yo tampoco. La enfermera al vernos llegar se asustó de ver a Zak con su camisa empapada de sangre, nos hizo muchas preguntas que yo solo me limite con responder sí o no.
La enfermera se acerca a Zakhar y le da la pastilla con un vaso de agua, el toma la pastilla y se bebe el agua sin pensarlo dos veces, arruga la cara y se levanta dejando el vaso en la mesa junto a él.
Se desabotona su camisa sucia sin importar que esté dando un espectáculo, Zakhar parece un modelo con esa barba de días y su cabello revuelto azabache, recorro con mi mirada todo su abdomen marcado, se nota muy bien que está en forma y va al gimnasio. Admito que lo que más me gusta de él, son sus tatuajes en el brazo, termina de ponerse lentamente la nueva camisa que le dio la enfermera. Cuando levanta la mirada me descubre mirándolo y rápidamente apartó la mirada y me concentro en ver el cuadro del sistema esquelético que se encuentra en la pared.
Ignorandolo.
Lo detesto.
ーTendré que informar sobre este incidente al director, chicos.
Zakhar se detiene, y saca un rollo de dinero de su billetera, lo deja junto al vaso vacío y mira directo a la enfermera.
ーNi una palabra de esto.
Y se retira de la habitación cerrando fuertemente la puerta, dejando claro que está molesto y quien tiene poder.
Joder.
La enfermera con una gran sonrisa, guarda rápidamente el dinero en la bolsa de su uniforme.
ーMe servirá para pagar la aseguranza de mi carro. ー expresa sin importarle que la escuche, la verdad me da igual, no es mi dinero.
Así es el mundo de los ricos. La enfermera me da una mirada sospechosa y se lo que eso significa.
ーYo no pagaré nada, él ya lo pago por los dos.
Su sonrisa se borra, y me da la espalda abriendo un cajón donde saca vendas y otros medicamentos para mi mano. Luego de tres minutos termina de limpiarme los nudillos y con una gasa me envuelve hasta la muñeca, me da una pastilla con un vaso con agua para calmar el fuerte dolor.
ーTienes un poco inflamada la mano, usaras la venda por unos días hasta que se te desinflame completamente, y tomarás unas pastillas cada día. Ah y esto es para ti y tu amigo. ー me dice juguetona y guiñandome un ojo, confundida acepto la caja que me ofrece y cuando veo que hay dentro ruedo los ojos.
