18. Quiero confiar en ti

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POV HUGO

En cuanto abrí los ojos, todo estaba oscuro y no tenía ni la menor idea de donde estaba. Busqué mi arma, pero no la tenía por ningún lado. De pronto, la puerta se abre y veo a un hombre con un par de cosas en la mano, me levanto rápidamente y cojo lo primero que veo para lanzárselo.

"Tranquilo chico, no te voy a hacer nada... sólo vengo a curarte." Dijo levantando las manos en el aire "¿Dónde puñetas estoy?" le pregunté pegándome a la pared "En casa de Alexandra, teníamos que curarte la herida."

"¿QUÉ?" pregunté más alarmado aún "Si, estás en casa de Alexandra, pero necesito que bajes la voz antes de que las despiertes." Dijo seriamente y no pude evitar fruncir el ceño "¿Despertar a quién?" le pregunté "Mira para el sillón que está allí y ya sabrás a quien despertarás."

Miré hacia la dirección en el que me señaló el chico y podía ver a una persona pequeña abrazando a alguien, y de no ser porque vi una parte del rostro de la niña, no lograría descubrir quienes eran. Ella tenía que ser la hija de Alexandra, porque se parece mucho a ella, asique supongo que la que estaba sentada en el sillón debía ser ella.

"¿Por qué están aquí?" pregunté mirándolas "Porque este es el cuarto de Alexandra, y como se quiere asegurar de que estás bien y quiere asegurarse de que su hija está bien, vino aquí y se quedó dormida con su hija en brazos. Ahora si me dejas tomarte la temperatura estaría genial."

Me senté en la cama y dejé el objeto en la mesilla que había al lado de la cama. El chico se acercó a mí y sacó lo que parece un termómetro y un par de pastillas que me las dio con un vaso de agua. "¿Por qué estoy aquí?" pregunté, no estaba entendiendo demasiadas cosas, y menos que hacía en la casa de Alexandra después de todo lo que le dije "Porque te dispararon, y Alexandra no quería arriesgarse a llevarte al hospital y que fuesen a por ti de nuevo."

"¿Cómo sabe que iban a por mí?" pregunté de nuevo "Eso no te lo puedo contar yo, pero si algo tengo claro, es que hará lo que sea para que estés a salvo." Fruncí el ceño y el hombre sonrió.

"Debes saber que Alexandra tuvo una vida complicada desde pequeña hasta que vino para aquí, y por eso le cuesta mucho trabajo confiar en la gente, sobre todo en los hombres. Estoy seguro que te quiere y que llegareis a ser algo, pero tienes que tener paciencia con eso porque por mucho que te quiera, le es muy complicado confiar en alguien. Sobre todo, si tenemos en cuenta que en algún momento puedes llegar a formar parte de su vida y de la de Alison, no arriesga a su hija por nada del mundo, por lo que tendrás que tener paciencia con ella."

Estaba sorprendido de sus palabras, ¿es que acaso le había dicho algo de lo que hablamos el otro día? "Yo no le haré nada." Dije rápidamente "Lo sé, pero cómo te dije. Alexandra tiene muchas inseguridades y le cuesta mucho confiar en la gente. Te puedo asegurar que en confía más en ti con el poco tiempo que la conoces que dé como lo hizo en el momento y el mismo tiempo que os conocéis, no confiaba en mí ni la mitad de lo que lo hace contigo. Ahora respóndeme una pregunta, y espero que sea de lo más sincera que hayas contestado en tu vida."

"¿Cuál?" pregunté "¿Amas a Alexandra o solo quieres un royo con ella?" preguntó cruzándose de brazos "Amo a Alexandra y esperaré por ella todo el tiempo que necesite. No la quiero presionar con nada. Quiero que esté cómoda."

"Eres bueno para ella. Pero el caso, soy Diego" dijo, estirando su mano en mi dirección "El hermano debo suponer." Empezó a reírse tan alto que no tenía ni la menor idea de cómo no había despertado a Alexandra y a su hija "No, no soy su hermano, soy uno de los guardaespaldas. Aquí entre nosotros, soy su mejor amigo, pero no se lo digas, es demasiado terca cuando se le mente algo en la cabeza, y nunca me admitirá que soy su mejor amigo."

Heredera de la Mafia [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora