28. Traumas

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POV HUGO

Eran las siete y media de la mañana y llevaba como una hora despierta, pero sé que no podría quedarme dormido, por lo que me levanté sin molestar a Alexandra y me fui a la proa del barco para contemplar las vistas.

No sé por qué justamente hoy tenía que haber tenido la pesadilla después de todo lo que pasamos esta noche. Había sido uno de mis mejores días al lado de Alexandra y de mi vida y no quería que nada lo estropease, pero como no, mi mente tuvo que reproducir dos momentos malos de mi vida, ver como mataban a Amelia y como casi matan a Alexandra, los amores de mi vida.

Puede ser que lo de Amelia haya sido hace mucho tiempo, pero nada le quitaba que no me doliese su muerta, al fin y al cabo, fue mi primer amor.

Flashback

Era un día de verano y había quedado en ir a por Amelia a su casa. Hoy hacíamos cuatro años juntos y estaba contento de tenerla en mi vida, se puede decir que era lo mejor que me había pasado en mi vida desde que puedo recordar.

Después de unos minutos en el coche con mi madre, llegamos a la casa de Amelia. Antes de bajar, le di un beso a mi madre en la mejilla y se fue. No fue hasta que entré en el recinto de la casa en que me fijo que hay coches de la gente de mi padre en la casa, lo que me da mala espina.

En cuanto llego a la puerta, empiezo a petar como si no hubiese mañana, y después de un par de minutos, uno de los hombres de mi padre abre la puerta. Esto no podía ser bueno. Mi padre es un capo de la mafia italiana, no tan grande como el sonado Titano di Ferro, pero lo suficiente como para eliminar a lo que él considera una amenaza, y sé de sobra que él considera una amenaza a Amelia.

"Ah, hasta que llegas. Pensé que no ibas a venir a esta fulana ya." Dijo mi padre con una gran sonrisa en el rostro "No le llames eso." Dije entre dientes, intentando contener mi enfado "Yo le llamo como se me da la gana que para eso soy tu padre."

"Pues déjala en paz y vámonos de aquí, ella no tiene nada que ver en esto." Intenté convencerlo, pero este solo se rio "Oh, claro que tiene que ver en esto. Ella te está impidiendo crecer como hombre, y eso tiene que terminar."

"No le hagas nada." Le pedí "¿Y quién dijo que le iba a hacer algo?" me preguntó, pero estaba más que claro que quién me estaba refiriendo "Entonces vayámonos." Insistí "No, es muy temprano para irse. Antes tenemos que hablar tú y yo."

"¿Y no puede ser en otro lugar?" pregunté desesperadamente, intentando que nos marchásemos de aquí "Desgraciadamente no." Dijo como si estuviese apenado, pero su sonrisa decía todo lo contrario "Entonces ¿De qué quieres hablar?"

"De que empieces a preocuparte un poco más por el negocio en vez de ir persiguiendo las faldas de esta niña. Algún día serás el jefe y tendrás a todas las zorras pegadas a tu trasero si es eso lo que te preocupa." Negué, porque eso no lo haría nunca "No me importan las demás chicas, yo solo amo a Amelia." Le aseguré estirándome "Bueno, entonces he aquí el trato. Aceptas ser algún día el jefe de la mafia, y dejo a tu querida novia viva..."

"No pienso aceptar eso en la vida." Negué y él elevó una ceja "¿Estás seguro al cien por cien?" preguntó "Si, no pienso llevar la vida de mierda que llevas tú por un par de euros más." Le aseguré, no quería dedicarme a lo que se dedicaba él, eso lo tenía más que claro "Bueno... Entonces tiene que ser por las malas."

En eso, uno de los hombres de mi padre aguanta a Amelia y este último no duda ni un solo segundo en dispararle en la cabeza, matándola en ese mismo momento. "Ahora que se terminó el problema, espero que mañana te aparezcas pronto en la oficina para que empieces a mirar por tu negocio."

Heredera de la Mafia [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora