POV ALEXANDRA
Eran las ocho y media de la mañana y yo no había conseguido quedarme dormida en lo que me quedó de noche. Odio los días en los que no puedo dormir, por lo general es a causa de las pesadillas, pero esta noche no había sido por eso. Las palabras de Dimitri, rondaban por mi cabeza. No sé si fiarme de él. Una parte de mí me decía que estaba diciendo la verdad de que nos quería ayudar, pero otra parte de mí no se fiaba. Podía estar diciendo todo eso para que lo soltásemos, cosa que no iba a pasar.
Cuando me di cuenta, había pasado una hora, e iba a levantarme para ir a despertar a Alison, pero aparece por la puerta del despacho, la cierra y se acerca hasta llegar junto a mí. Estira los brazos y la cojo para sentarla en mi regazo.
"Hola princesa, ¿qué tal has dormido?" le pregunté luego de darle un beso en la frente "Bien, ¿tú no dormiste?" preguntó mirándome con mis mismos ojos. Si algo agradecía más que a nada, es que Alison no tenía rasgos de los rusos. "No tenía sueño." Le dije, encogiéndome de hombros.
"Pero dices que es necesario dormir a pesar de que no se tenga sueño." Asentí, porque sé que se lo decía, pero para mí era imposible "Y es cierto, pero simplemente no puedo." Dije "¿Tuviste una de tus pesadillas?" preguntó, y a pesar de que ella sabía que tenía pesadillas, a veces me sorprendía que me lo preguntase, al final solo tenía seis años. "No."
"¿Entonces que es lo que no te dejaba dormir?" preguntó, llena de curiosidad "Una cosa que me dijeron." Se quedó mirando para mí un par de segundos y luego una gran sonrisa apareció en su rostro "Seguro que estará todo bien, no te preocupes mami." Asentí, porque de eso me encargaría yo "Todo estará bien. ¿Mejor por qué no me dices quien te levantó?"
"¿Es que no escuchaste a la tía Megan gritar por toda la casa?" preguntó sorprendida y no pude evitar fruncir el ceño, porque no la había oído "La verdad es que no, ¿por qué estaba gritando?" le pregunté "Al parecer hubo alguien en casa por la noche, y los guardaespaldas no saben nada de eso." Me quedé mirando para ella, porque no tenía ni la menor idea de porque lo decía "¿Y por qué dice eso?" pregunté más para mí misma que para Alison "Hay una chaqueta que no es de nadie."
Y en ese momento caí. Debía de ser la chaqueta de Hugo que había dejado en el sofá, y como no, Megan tenía que enterarse de que había algo que no era de la casa "Entonces vayamos antes de que se enfade con quienes no tiene que enfadarse y para que desayunes." Le dije, levantándome de la silla y empezando a caminar hacia la puerta "Mami, ¿hoy vamos a poder jugar?" preguntó.
"Claro que podremos, no tengo nada que hacer por la tarde, y tendré que pasar el tiempo con mi princesa, ¿no crees?" asintió con una gran sonrisa. Me encantaba verla así de contenta, la verdad. "Vamos entonces antes de que tu tía siga gritando por la casa."
Ya no dejé en el suelo a Alison, no es que pesase demasiado y ella adoraba que la llevasen en brazos. Una vez estuvimos en el salón, pude escuchar a Megan gritando, y está exagerando debo decir. Nada más entrar en el salón, se gira en mi dirección y puedo como los guardaespaldas no entienden nada, y con motivo, porque me había encargado yo misma de que no supiesen que volví a la casa.
"Menos mal que te decides bajar de una vez. Tenemos unos guardaespaldas de inútiles." Dijo enfadada y con sus manos en las caderas "No son unos inútiles." Dije tranquilamente "Claro que lo son. Solo pensar que tuvimos a alguien dentro de la casa sin enterarnos. ¡¡¡¡Pudieron ser los rusos!!!!"
Negué, porque no iba a dejar que hablase de los rusos delante de mi hija "Princesa ¿por qué no te vas a la cocina con la abuela mientras calmo a la loca de tu tía? No tardaré nada en ir a desayunar contigo." Le pregunté y asintió y la dejé en el suelo para que se fuese a la cocina, donde seguramente está Alison preparando el desayuno. Esperé a que se fueran y luego me giré en la dirección en la que estaban todos mirándome.
![](https://img.wattpad.com/cover/267693845-288-k524682.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Heredera de la Mafia [Terminada]
AksiDespués de doce puñeteros años encerradas en ese sótano siendo violadas y golpeadas cada segundo de nuestras vidas, logramos escapar de ese lugar asqueroso en el que llevábamos desde los seis años y sus padres las vendieran por un poco de dinero par...