POV MEGAN
En este mismo momento estaba echando humo por todos lados. Al parecer mi hermana había decidido enviar al guardaespaldas a casa sin ella, y por mucho que intentásemos que nos dijera donde estaba, no sacábamos nada de él. Si algo me quedó claro es que harán lo que le digamos.
Eran las cinco de la mañana y estaba preocupada por lo que le podía pasar a mí hermana para no aparecer por casa a esta hora. Sólo espero que los rusos no la hayan cogido por su terquedad de no querer tener un guardaespaldas con ella. En momentos como este es cuando quería acabar con ella.
"Debes tranquilizarte, estoy seguro que está bien." Dijo Diego desde el otro sofá "No me puedo tranquilizar si no tengo ni la menor idea de donde está mi hermana. No puedo entender cómo es que puedes estar tan tranquilo." Miré por la ventana a ver si la veía por algún lado, pero no, y me cabreaba más.
"Porque sé cómo es tú hermana y que no dejará que le hagan nada. Es más, es demasiado complicado que le puedan llegar a hacer algo, es demasiado inteligente, con una gran intuición y entrenamiento. ¿De verdad piensas que le puede pasar algo?" dijo, pero no tenía que decirme nada de eso, al final ya lo sabía. Eso no implicaría que no me preocupase por ella, porque sé mejor que nadie como se pone en caso de que algo le afecte mucho, y lo que dijo Dimitri pareció tener ese efecto.
"Puede ser que tenga todo eso, pero los rusos andan por ahí fuera y como le pase algo te juro que la mataré yo misma en el momento que la encuentre." Me giré en su dirección con los brazos cruzados. "Va a estar bien, tranquilízate." Diego se levantó y se vino a mi lado "No tengo el lujo de poder estar tan tranquila como tú en este momento."
"No estoy tan tranquilo como aparento. Mejor, ¿por qué no me cuentas algo?" Elevé una ceja, porque si algo parecía estar tranquilo, pero supuse que era bueno en enmascarar sus sentimientos. ¿Qué quieres que te cuente? Pregunté "Algo de lo que dijo el ruso."
Me quedé mirando para él un par de minutos, porque no tenía ni la menor idea de lo que podría saber yo de algo que se dijo allí dentro, es más, no tengo ni la menor idea de gran parte de las cosas. "Hay muchas cosas que dijo que no tengo ni la menor idea, pero pregunta."
"Dijo algo de que ella se llevaba todas las palizas por ti. ¿A qué se refería?" preguntó, y eso era de las pocas cosas que podía responder "¿No te lo contó?" pregunté sorprendida, porque hasta donde yo sabía, le había contado bastantes cosas de lo que había pasado allí dentro.
"No me contó gran cosa que digamos, sólo lo básico debo suponer, que estabais encerradas en algún lugar, que lograsteis escapar y que tanto Francesco como Analissa os acogieron." Asentí, porque lo era "Eso y Alison. Pero lo que dijo es cierto." Dije "No entiendo." Me fui al sofá para sentarme y acomodarme un poco, esta no era una conversación que me gustaba tener y no era algo de lo que Ale y yo hablásemos, nunca lo habíamos hecho.
"Recuerdo que estábamos en una habitación como diez chicas, y no sé, desde el principio, como que conectamos. Nos apoyábamos la una a la otra y compartíamos una historia similar la parte que me contó en aquel momento. Recuerdo que cuando venían a por mí después de que me dieran una golpiza que no pude levantarme en una semana, siempre impedía que me hiciesen algo, o al menos siempre que estaba. Debo admitir que, desde ese día, los clientes como ellos les decían, me trataban mejor." Dije "¿Crees que ella tuvo algo que ver con eso?" asentí, porque tengo más que claro que ella tenía algo que ver.
"Estoy segura de que algo tuvo que ver. No sé qué trato hizo con los rusos, pero fue lo que hizo." Se quedó mirando para mí un par de segundos sin entender demasiado "¿Y nunca te lo dijo?" negué
"No, pero sé de sobra que algo tuvo que haber hecho. También desde esa, era ella la que llegaba peor, y a pesar de que le pedí millones de veces que no hacía falta que no tenía que tomar mi lugar, nunca dejó de hacerlo, es como si no escuchase nada de lo que le decía."
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Heredera de la Mafia [Terminada]
ActionDespués de doce puñeteros años encerradas en ese sótano siendo violadas y golpeadas cada segundo de nuestras vidas, logramos escapar de ese lugar asqueroso en el que llevábamos desde los seis años y sus padres las vendieran por un poco de dinero par...