Heredera de la Mafia [Terminada]

31. Secuestro

POV STEFAN

Había pasado un mes desde que aquel tipo nos había dicho que cabía la posibilidad de que Alexandra estuviese viva, y así era, lo estaba, pero eso yo ya lo sabía.

En este mismo momento estaba en mi despacho de Los Ángeles esperando a que me trajesen más información de toda su familia y movimientos para ultimar casos en nuestro plan. "Jefe, tenemos todo lo necesario para llevar a cabo la operación." Dijo Larsson desde la puerta "Eso lo decidiré yo cuando escuche lo que necesito saber. ¿La niña sigue siendo inviable?"

Este asintió y yo chasqueé la lengua "Lo es, está rodeada todo el rato, y cuando sale con alguien de la casa más aún." Dijo "Una pena que no pueda reunirme con mi nieta. ¿Y el chico?" pregunté, porque al menos me quedaba él "Solo un par de guardaespaldas, nada que no podamos manejar." Aseguró "Pues bien, ya sabéis cual es vuestro trabajo."

"Por supuesto señor, ¿Cuándo quiere que lo llevemos a cabo?" preguntó "En cuanto salga de la casa." Si algo necesitaba, es que mi querida hija saliese de su escondite "Está bien, me voy para allá con unos cuantos hombres." Dijo "Espero que no seáis lo suficientemente estúpidos como para hacerlo delante de su casa."

"No señor, pasaremos un par de calles para asegurarnos de que ninguno de los guardaespaldas de la casa lo puedan evitarlo." Asentí y salió de la casa. Solo esperaba que fuese así, porque si no, estarían muertos y lo más probable es que por la propia Alexandra. "Eso espero." Susurré centrándome de nuevo en los papeles que tenía delante.

POV HUGO

Hacía un mes de que David apareciera, y resulta que era cierto todo lo que decía. Aún no se lo habían dicho a Analissa, porque Megan no era capaz y Alexandra llevaba un par de semanas sintiéndose cansada y eso se traducía a más horas de sueño. Debía decir que estaba un poco preocupado por eso, pero también sé que todo lo que había pasado en este último mes la tenía estresada, por lo que la dejábamos dormir todo lo que ella quisiese.

En este mismo momento me estaba dirigiendo a nuestra habitación para ver si se había despertado, y nada más entro, la encuentro sentada en la repisa de la ventana mirando para fuera de esta. Tenía las rodillas al pecho y no sé por qué, me da la sensación de que algo no estaba bien con ella, por lo que me acerqué lentamente a ella hasta que llegué a donde se encontraba.

"Buenos días, amor." Dije con una gran sonrisa en el rostro "Hey." Respondió apagada y fruncí el ceño "¿Está todo bien?" pregunté preocupado "Tuve una pesadilla." Susurró y la aparté para poder sentarme detrás de ella "Oh mierda, lo siento por no estar aquí."

"No te preocupes, ya es tarde y sé que tienes más cosas que hacer que estar todo el rato conmigo." Dijo, pero nada era más importante que ella y Alison "¿Y de qué iba?" pregunté "De que os secuestraban tanto a ti como a Alison." Suspiré, porque no era la primera vez que tenía esa pesadilla y sabía que era algo que la agobiaba "Amor, ya te dije que eso no va a pasar, para eso están los guardaespaldas."

"Lo sé, pero igualmente, me preocupa que os pueda pasar algo." Dijo entrelazando nuestros dedos "Sé que no estás cómoda desde que llegamos a Los Ángeles, pero estamos siendo protegidos por los mejores guardaespaldas que cualquiera persona pueda tener. No quiero que te preocupes demasiado por eso." Dije dándole un beso en la sien "No puedo evitarlo." Volvió a susurrar "Lo sé, pero estoy aquí para ayudarte."

"Lo sé." Sabía que eso había sido toda la conversación que íbamos a tener en este momento, por lo que empiezo a pasarle mis manos por sus brazos hasta que me doy cuenta que se quedó dormida, por lo que la cogí en brazos y la metí en cama de nuevo...

Antes de salir de la habitación, le di un beso en la frente y le dejé una nota diciéndole que saldría un rato y que volvería antes de la cena. Una vez cerré la puerta con cuidado para no despertarla y me dirigí al piso de abajo donde antes de salir me cruzo con Megan y Diego.