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Ya había amanecido y estaba saliendo en mi carro para recogerla. Si, tenía auto, pero casi no lo utilizaba, mis padres me lo regalaron; ellos tienen una buena posición económica y se pueden dar esos lujos, aunque a mí no me gusta que gasten tanto en mí, lo malo que soy hija única tengo esos privilegios aunque no quiera. 

Por suerte no había un gran tráfico y pude llegar rápido al aeropuerto, me estacioné y salí en busca de Lisa, ese era el nombre de la hermana peque de Ten, es un bonito nombre a mi parecer. 

Estaba en la sala de desembarque esperándola, hasta que vi que venían dos chicas, la primera era una joven hermosa, con una faldita muy mona y una blusa rosada, se la veía súper dulce y atrás de ella venía, una joven de cabello castaño, con un tatuaje en su brazo, un septum, pantalón camuflado, unas botas al estilo militar y una gorra negra, tenía una mirada profunda que me atrajo, sí, me atrajo, debo estar loca. 

Con solo verla sabía que esa no podría ser, era muy extravagante para ser la niña dulce de la foto, la hermanita debía ser la que viene adelante, me dije convencida. 

Hasta que pasó por mi lado de largo y no entendía nada, volteo y la vi que se abrazaba con un chico, eso solo significaba que la hermana era... 

Y de pronto escuche una voz

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Y de pronto escuche una voz. 

—Ciao, tu devi essere Jennie ¿o me equívoco?—No quería voltear, solo escuchar su voz con aquel acento italiano me estremeció todo el cuerpo, era una voz tan suave, como el coro de ángeles. 

Ok. No, vuelvo a exagerar 

Suspiré, tomando valor para voltear y creo que fue mala idea. Me perdí en unos ojos verdes hermosos, era la perfección hecha mujer, su rostro, su cabello, aun con su estilo dark, era perfecta, yo no podía pronunciar palabra alguna, estaba en estado de shock. 

—Ehh... Mio fratello no me dijo que eras muda, creo que se olvidó— Y sonrió ¡dios mío! lo que faltaba, esa sonrisa debía ser pecado para nosotros los seres terrenales, esos dientes perfectos, la simetría de sus labios que invitaban a que los pruebes. Me castigué por estar teniendo esos pensamientos con la hermana de mi amigo, de Mí mejor amigo. 

Un momento... Pero yo soy heterosexual, creo. 

Salí de mi trance y pude soltar palabra. 

—Ahh... h. hola perdón. 

—Con que no eres muda, sino, tartamuda, ¡che sorpresa!—y volvió a reírse, pero esta vez su chistecito no me agradó y le deje bien claro. 

—No, ninguno de los dos. Solo que me sorprendí un poco, nada más—y no estaba mintiendo me había sorprendido ver tanta belleza en una niña. 

—Capisco, esperabas una bambina bien dulce, con su faldita rosadita y su muñeca en los brazos, ¿no es así?—me miro con una cara divertida, esta se creía payasa. 

Pues le voy a seguir el juego. 

—Pues sí y con la mochila de, Soy Jennie—le dije sonriendo. 

—Que graciosa resultaste ser— Me dijo irónicamente. Su belleza no le quitaba lo antipática que se estaba portando, aunque yo tampoco ayudaba mucho, pero intentare mejorar mi actitud; por mi amigo y además porque la soportaré en mí depa. 

—Bene, y nos vamos a quedar aquí o qué onda, sono molto affamato.- digna hermana de Ten, solo piensan en comer. 

—Claro que no, vamos, tengo estacionado mi carro en la salida. 

—¡Wow! tienes carro, pensé que vendrías a recogerme en bicicleta, o peor aún, en burro. Mi hermano dijo que no te gustaba contaminar el aire y eras ecologista—Que hermanita para más insoportable tiene Ten, pensé. 

—No, querida, mi bicicleta no hubiera aguantado tanto peso, y mi burro tiene el día libre. Así que traje el auto, pero es eléctrico; te llevare a un restaurante para que desayunes, y de ahí vamos a mi casa. Aunque Ten ya te haya contado. 

—Que lástima, quería conocer a tu burro, de seguro es tan lindo como tú—No debo seguirle el juego, respira—Un restaurante, pensé que me cocinarías, que mal servicio, mi hermanito dijo que tú me ibas a cuidar—y puso un puchero. No sé qué pensará que soy su sirvienta o que. 

—Pues pensaste mal, yo no sé cocinar, así que toca restaurante. 

—Mmm... No sabes ni cocinar, no sé cómo te vas a casar con mi hermano, que solo piensa en comer—¿casar? ¿con Ten? y a esta loca que le pasa. 

—Primero, no me gusta la cocina y segundo, no me voy a casar con Ten, somos mejores amigos, y yo tengo novio. 

—Beneee... come dici tu, que ya me muero de hambre y si no como, me vuelvo violenta y hasta puedo comer humanos—me lo dijo, haciendo un repaso por todo mi cuerpo. Yo únicamente trague saliva y aparte la vista.

Llegamos al auto y subió como copiloto, ojala se calle y no me haga lanzarla por la ventana.  Mmm... No sería mala idea  De ahí le podría decir a Ten que un OVNI se la llevó  Ok, ya alucine bien feo.

***

Esta historia no me pertenece, es una adaptación de La hermana de mi Mejor Amigo de Myrac93.

LA HERMANA DE MI MEJOR AMIGO - JENLISA ADAPTACIÓN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora