5

5.7K 607 205
                                    

Por mi mente nunca se cruzó la idea que así sería Lisa, toda irreverente, con su vestimenta oscura. Nada que ver con la niña de la foto que había visto. Pero, eso no quitaba lo hermosa que era; y lo creída, arrogante y fastidiosa, sí, no me cayó muy bien, aunque no me quedaba de otra que aguantarla. 

Ojala no cometa alguna locura. 

—Oye, ¿en qué planeta estás?— me había quedado en la nebulosa, me pasa tan seguido que ya estoy acostumbrada a estos comentarios. 

—Ehh... nada, estaba pensando a que restaurante te llevaría 

—Solo espero que sea uno muy bueno, no quiero aventarte la comida en la cara—yo la quede viendo con cara de pocos amigos. 

—Sto scherzando, Jennie relájate, parece que no te gustan mis chistes—Se echó a reír con su estúpida y sensual sonrisa. 

—No, no me gustan tus chistes, si te los ahorras será mucho mejor. 

—Ok. Que amargada eres—Me lo dijo, mientras volteaba los ojos. 

—Lo que digas, ya llegamos— y así fue, nos sentamos y pedimos un desayuno americano, a decir verdad estuvo bueno, no se quejó y bien que no lo hizo, porque hubiera ardido Troya ya me estaba cansando de sus chistecitos. 

—Ahora que he comido, he vuelto a la vida— es que es igual a su hermano, les encanta la comida. 

—Ya que terminaste, vamos a mi casa para que dejes tus cosas y descanses. 

—¿Descansar? no me vas a llevar a conocer la ciudad, sabes que no conozco nada aquí. 

Me había olvidado que ella se fue muy pequeña a estudiar en Italia y prácticamente su corta vida la paso en ese país. 

—Lo lamento, tengo que ir a terminar unos trabajos para la universidad, ya mañana viene tu hermano, él te llevará a donde quieras— Debo confesar que no tenía nada que hacer, pero es que no quería pasar más tiempo con ella, porque me pone mal ver su rostro, me hace perder el horizonte y no quiero eso. 

Además que es una odiosa insoportable. 

—Buu... Yo quería que seas tú, así podía seguir haciéndote mis lindos chistes. 

—Otro día será, por hoy he tenido suficiente. Ahora vamos al auto, para llevarte a mi casa. 

El viaje se hizo relativamente corto, salimos del coche, y subimos por el ascensor, mi departamento se encontraba en el cuarto piso, al principio quise hacerle una broma. Pensaba decirle que el ascensor no servía para hacerla subir por las escaleras con sus maletas, pero después pensé que esa broma también me afectaba a mí que me tocaba hacer lo mismo, así que me evité el cansancio. 

—Sabes esto me hace recordar algo— me dijo con una sonrisa pícara en su rostro. 

—¿A qué?, si se puede saber— pregunté con curiosidad, aunque sabía que no sería nada bueno. 

—Has visto cincuenta sombras, cuando están en el ascensor y Gray dice: "a la mierda el contrato" y la besa—Mientras lo decía se acercaba a mí lentamente. 

—Ahh... sí, si la vi—No sabía a qué quería llegar con todo eso. 

—No te da ganas de repetir esa escena ahora—ahí iba vuelta con sus malos chistes. 

—Que graciosa, ni tu eres Gray, ni yo Anastasia, así que no. 

—Bene, tú te lo pierdes, mi sumisa—Y me guiñó el ojo. 

¡ASH! esta niña me saca de quicio con sus tonterías. 

Pero bien que te gustó la idea... Ese era mi subconsciente metido que aparece en malos momentos. 

Aunque no sabía los gustos de Lisa, nunca le pregunté a su hermano, bueno tampoco tenía razón para estar preguntando esas cosas, y tampoco me interesa saber que le gusta. 

Si como no... Bueno hoy se le dio por meterse a mi tonto subconsciente. 

Llegamos a mi piso, y le ayudé a entrar sus maletas a mí departamento. Por suerte estaba arreglado, me había encargado de eso el día anterior. 

—Vaya, pero si tienes un departamento decente, has superado mis expectativas— que alguien me agarre o la mato. 

—Que honrada me siento que le guste mi humilde hogar, mi lady—E hice una reverencia, le iba a seguir el juego. 

—Si, si plebeya me gusta, ahora besa mi pie real— y levanto su pie, ¡Ja! ella piensa que lo voy a hacer ni en sueños. 

—Ay Lisa, Lisa, eres una payasa—Quería matarla, pero había un no sé qué en ella que me atraía, o no sé mismo que es lo que siento. 

—Lo sai, si tienes un divorcio o funeral llámame, sono disponibile— esto si me pareció gracioso y me reí fuerte. Me encanta cuando habla en italiano. 

—Ma che sorpresa, si has sabido reírte... Por cierto, linda sonrisa— Ahí iba de nuevo con sus cosas. Aunque me gusto oír de ella que tengo linda sonrisa. 

—Hasta ahora, es lo único gracioso que has dicho, por eso me reí. 

—Pues deberías hacerlo más seguido, es un pecado que nos prives de tan bella sonrisa— por primera vez sentí elefantes que revolotearon en mi estómago. Eso me tomó con la guardia baja y no supe que contestar. 

—Mmm... Creo que te comieron la lengua los ratones. È un peccato, me hubiera gustado comérmela yo—Bueno, bueno como que esta niña se está pasando de revoluciones. 

—Ya párala con tus bromas Lisa, te estás pasando. 

—Y... ¿quién dijo que era broma? —se acercó peligrosamente.  ¡Ay dios mío sálvame! que este demonio me quiere hacer pecar. En situaciones como esta me salía lo cristiana. 

***

Esta historia no me pertenece, es una adaptación de La hermana de mi Mejor Amigo de Myrac93.

¿Qué les parece ese amor - odio entre ellas?

LA HERMANA DE MI MEJOR AMIGO - JENLISA ADAPTACIÓN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora