Amy:
Me coloco mis audífonos justo antes de bajar del ferry, de este bajan muchas personas, la mayoría maravillados con el paisaje y con el increíble viaje.Yo por mi parte quería salir luego de allí, mi trasero dolía de tanto estar sentada y ni hablar de mi espalda. Por un momento creí que el viaje era eterno y tendría que vivir dentro del barco.
Volver a Outer Banks luego de seis meses fuera es extraño, en Inglaterra la vida para mí fue diferente... prefiero no recordar la mayor parte de eso.
Comienzo a caminar buscando alguna mirada familiar, tampoco es como que espere que toda mi familia este aquí pero si me hace ilusión ver a alguien.
Luego de caminar un rato llego a un lugar donde hay varios autos, ninguno conocido por lo que me resigno y mentalizo que tendré que ir sola.
—¡Amy! —busco al dueño de esa voz, no lo pienso dos veces cuando me lanzo en sus brazos—. Creí que llegabas en un par de horas más, te extrañe mucho.
—Yo también te extrañe, Rafe —nos separamos, ambos tenemos los ojos cristalizados—. Sabía que tu no me decepcionarías.
—¿Dejar que vuelvas sola a casa cuando no te he visto en meses? —niega con la cabeza—. Ni en un millón de años.
Suelto una risa ante ello. De mis tres hermanos siempre he tenido mejor relación con Rafe, cuando era pequeña me protegía de todo y lo sigue haciendo.
—¿Dónde está tu lujoso auto? —alzo una ceja—. Muero por llegar a casa.
Toma mi maleta y me hace una seña para que lo siga. Llegamos a un lindo jeep y nos subimos en silencio, las palabras no son necesarias, él sabe que cuando este lista hablaré sobre ello.
Luego de unos minutos que se me hicieron eternos llegamos a la parte de la isla donde viven los Kooks, osea nosotros. Figure Eigth sigue igual a como la recuerdo, aún están los mismos idiotas que se creen dioses por tener dinero.
—Aún no puedo creer que estés aquí —habla Rafe—. Muchas veces pensé en esto, ya sabes... volver a verte.
—Me fui seis meses, Rafe, no toda una vida —intento bromear—. Soy real, estoy sentada en el asiento de tu jeep. Y no volveré a irme, lo prometo.
Por el rabillo del ojo puedo ver como intenta ocultar una sonrisa. Seis meses es mucho tiempo, lo admito, y más cuando simplemente nos podíamos comunicar los domingos y las llamadas eran solamente dos veces al mes.
No pienses en eso, Amy. Ya es pasado.
Levanto la vista y veo la entrada de la mansión Cameron, trago saliva. El portón se abre dejándonos pasar, mi hermano da vuelta en la fuente que hay en patio y apaga el motor justo frente a la puerta. Veo un par de trabajadores removiendo escombros, debe haber habido un huracán.
Tal vez el universo me esta dando una señal, aún estoy a tiempo de huir antes de que un árbol me caiga encima, o evitar ahogarme en el mar mientras navego.
Rafe baja primero y me abre la puerta, me ayuda también con mi maleta. Una figura conocida abre la puerta, su sonrisa se agranda al verme. Sarah no lo duda antes de abalanzarse sobre mí, veo como nuestro hermano pone los ojos en blanco.
—¡Amy, te eche de menos! —grita cerca de mi oído—. ¡No puedo creer que estés aquí!
—Las estás viendo, es obvio que está aquí —murmura Rafe.
Ignoro el comentario de Rafe, nos adentramos a la casa. Mi hermano me avisa que subirá la maleta a mi habitación, juego con mis manos en señal de nerviosismo.
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ꜱᴏᴍᴇᴛɪᴍᴇꜱ | ᴊᴊ ᴍᴀʏʙᴀɴᴋ
FanfictionAmelia Cameron quería volver a casa para pasar un año increíble lejos de dramas y problemas. Lo que no se imagino fue que al llegar se vería envuelta en una búsqueda de oro que les va a traer mucho problemas tanto con su familia como con desconocido...