Sigo dándole vueltas a lo que puede significar ETHL, pero no puedo pensar, no puedo procesar información, no puedo hacer que mi cabeza funcione ahora.
Anné se vuelve hacia la puerta, anda hacia ella y la abré. No puedo mirar a Johnny, Edi y Magi a la cara sabiendo lo que les he hecho. Magi tiene una venda en la mano, tendrá un esgince; Edi un moratón en el ojo y otro en el brazo;y Johnny...la pierna rota. Me incorporó cuando les veo. Siento una presión en mi pecho que no me deja respirar y noto que dentro de poco, una lágrima va a caer sobre mi mejilla. Todo empeora cuando la veo a ella, a mi madre, a mi hermosa y perfectísima madre. Rompo a llorar y sé que hasta dentro de meses o años, cuando olvide lo que acaba de pasar, nada será lo mismo.
Mi madre se acerca a mí y me quita todas esas cuerdas que me amarran a la cama. Me incorporó y la abrazo, como si fuera la última vez que voy ha hacerlo.
-¡Lo siento!¡Perdonarme por favor!-les digo llorando desconsoladamente.
Veo que Edi cierra la puerta con llaves, apaga la luz y nos pide silencio. Noto algo extraño, el suelo empieza a hundirse y veo la habitación desde otra perspectiva, desde abajo. Veo que mi madre saca una bolsa de la mesita de noche.
-Rápido cambiaos, no hay tiempo-les dice mi madre a mis cuatro amigos.
Magi se acerca a mí y me ayuda a ponerme de pie. Estoy muy débil, lo noto. Saca de la bolsa ropa.
-Venga, voy ayudarte a que te pongas esto-me dice sin mirarme a los ojos.
-Magi, lo siento-le digo mirándola mientras bajamos aún más.
-Tranquila. Venga, hay prisa-me dice sonriendome.
No entiendo nada de lo que está pasando ahora mismo. Todos se están cambiando de ropa, no se ve casi nada, ya que la única luz que ahí es la de una linterna que tiene Edi en la mano, y lo más importante, estamos bajando con la habitación a una profundidad que ahora mismo no soy capaz de descifrar, lo que se, esque esto parece un ascensor.
Johnny me mira y dice con una voz tan dulce y sinleciosa como la de una madre cuando acaba de dormir a su hijo:
-Necesita la silla.
-Espera, voy a cogerla-dice Anné dirigiéndose a la pared.
La observo, le ha pegado una patada a la pared y misteriosamente, ha aparecido una puerta que estaba muy bien camuflada por tener el mismo color que la pintura que cubre las paredes de la habitación. Abre la puerta y saca una silla de ruedas. Se acerca hacia mí.
-Venga mi bebé pequeño que te voy a montar en el cochecito-me dice sin poder aguantar la risa.
La miro con cara de pocos amigos e intento sentarme, pero no lo consigo así que Magi e Anné me ayudan a sentarme.
Me cubren con una manta de lana muy vieja y me ponen un gorro rojo, eso sí, sin estropearme la trenza.
Mi madre los mira a todos y les dice:
-Gorros puestos, ETHL.
Otra vez, ETHL, ha vuelto a salir de la boca de mi madre.
El suelo para de moverse e imagino que se ha acabado el viajecito en el ascensor habitación. Detrás mía esta Edi que va a llevar mi silla.
-Me tocó llevar al bebé-dice serio.
-Vaya, sí, soy un bebé, pero que casualidad que todos mis amigos también lo sean-le digo mirandole a los pies.
Se abren unas puertas, y la luz me deslumbran. Edi me empuja y veo que mi madre y Magi van por delante y Anné va ayudando a Johnny detrás nuestra. Miro hacie el frente y contempló el lugar, hemos entrado en un garaje.
Al fondo veo un monovolumen rojo. Nos acercamos y le miro, está casi dormido, con la cabeza apoyada un la ventana trasera del lateral derecho, tiene un poco de sangre en las mejillas. Gira su cabeza con cuidado y me ve. Clavo mis ojos en la mirada de Tobias.
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La Elegida
Khoa học viễn tưởngDos palabras que ahora le dan nombre: La Elegida. Una realidad que se convirtió en mentira: Su vida. Un nombre que puede condenarla: Catherine Slyon. Soy Catherine Slyon, vivía en Regiwick antes de que la realidad saliera a la luz, antes de salir de...