Mi corazón se detiene durante unos segundos, para a continuación acelerarse como nunca lo había hecho antes.
Tobias me ve, abre la puerta del monovolumen, pone un pie en el suelo y después el otro. Me fijo en algo, no solo tiene dañada la parte de la mejilla de la derecha, sino toda la cara. Moratones resaltan en su cara blanca. Tiene un ojo hinchado y morado, que seguro que le impide el ver con el. Bajo la mirada para poder observar su cuerpo tapado por una ceñida camisa que antes era blanca, pero que ahora está ensagrentada.
Empiezo a sollozar al verlo así y me tapo la cara con las manos para que no vea que lloro. Me apoyo en los brazos de la silla y me levantó poco a poco. Anné y Edi me agarran de los brazos para volver ha sentarme en la silla. Me duelen las quemaduras, pero es lo que menos me preocupa.
-¡Soltarme ahora mismo!-digo a la vez que grito y lloro.
Corro hacia Tobias, las piernas me fallan y caigo al suelo. No puedo leventarme. Tobias corre hacia mí como puede y me levanta del suelo, poniendo uno de sus brazos agarrándome por la espalda y el otro, detrás de las rodillas. Le acarició la cara mientras no paro de llorar. Tobias me mira.
-Shhh, tranquila, ya estamos juntos. Todo va a salir bien- me calma casi sin poder hablar.
Pongo mis brazos rodeando su cuello.
-Vamonos, no hay tiempo- dice mi madre muy calmada.
Tobias anda hacia el monovolumen conmigo en brazos. Al momento alguien me toca el hombro.
-Hola Cate- me dice Mary muy dulcemente.
No soy capaz de hablar, me encuentro muy débil, así que la saludo con la mano.
-Mary, venga vamonos- dice Alex bajando la ventanilla.
Lo saludo también con la mano. Él me devuelve el saludo.
Tobias me sienta en la parte de atrás del monovolumen, en el asiento de enmedio y Él se sienta en el de la derecha. Estoy cansada, necesito dormir. Empiezo a cerrar los ojos cuando Tobias acerca su boca hacia mi oído y me susurra:
-Te quiero y te querré siempre.
Finalmente, apoyo mi cabeza en su hombro y me quedo dormida, mientras me quejo por el dolor de todo mi cuerpo.
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La Elegida
Science FictionDos palabras que ahora le dan nombre: La Elegida. Una realidad que se convirtió en mentira: Su vida. Un nombre que puede condenarla: Catherine Slyon. Soy Catherine Slyon, vivía en Regiwick antes de que la realidad saliera a la luz, antes de salir de...