16 de agosto de 2026
Teddy no era despistado, menos con los cumpleaños de sus hermanos. El 16 de agosto cumplían años los mellizos Zabini. Eros y Grecia. Así que, como buen hermano mayor, había decidido invitar a los más cercanos a su casa para celebrar el cumpleaños de sus hermanos.
Eros y Grecia habían acordado en que querían una celebración tranquila. Aun era verano, así que Teddy había pensado en una parrillada a la hora del almuerzo. Todos estuvieron de acuerdo. Aunque él decía que solo serían los más cercano- o sea los del clan- eso hacía que hubiera 22 personas, más los padres de todos.
-Debí haberme quedado callado- murmuró mientras se daba vueltas en su cama. Estaba agotado. Estaba entrenando personalmente a los aurores que aun no se graduaban. Y estaba siendo agotador. Inclusive ayer, sábado, por la noche había terminado con el grupo. Eran buenos, pero aun les faltaba precisión, y algunos hechizos que aprender.
-Voy a tu casa- el patronus de un lobo se hizo presente- levántate- la voz de Eileen era indiscutible. Él se quejó nuevamente mientras rodaba en su cama y abrazaba la almohada. No tenia ganas de levantarse, eran las ocho de la mañana de un domingo.
Al rato sintió los pasos de Eileen subir por la escalera. Realmente no quería levantarse, pero se había comprometido con sus hermanos. Tocaron dos veces la puerta, y él no pudo evitar sonreír contra la almohada. Eileen seguía respetando su espacio personal.
-No estoy- murmuró lanzando un bostezo. Eileen al fin abrió la puerta. Sus ojos azules le miraron con reproche- son las 8:10, no me quiero levantar- murmuró hundiendo su cabeza en los almohadones.
Sintió como Eileen se acercó a la cama y se sentó en la orilla. Él no abrió los ojos y se dejó embriagar por el olor de la chica.
-Fue tu idea, Teddy- dijo ella en un murmuro- no dejarás a tus hermanos sin celebración, ¿verdad? - Teddy abrió un ojo. Eileen rio ante ese gesto. Lo hacía desde que era niño y estaba cansado, intentando poner atención- Teddy...- le estaba llamando la atención.
-Deja de defender a ese par- dijo él abrazándola y tirando de ella hacia la cama- quédate un rato conmigo.
-Teddy, esta no es una buena posición- dijo ella, mientras intentaba acomodarse. Teddy rio y la acomodó mejor.
-Sólo dame unos minutos- dijo hundiendo su cara en los cabellos dispersos de la chica mientras la abrazaba por la espalda.
Eileen rio. Ella no había subido a esa habitación jamás. Tampoco habían compartido una cama, al menos no desde que estaban juntos. Se vio a si misma acurrucándose más cerca de Teddy, aunque las mantas estuvieran entre ellos. Ella terminó girándose para verse a la altura de su cuello. Tentador.
-deberías levantarte- dijo ella finalmente. Teddy solo la abrazó un poco más y disfrutó con los ojos cerrados.
-Estás nerviosa- dijo el metamorfomago, con una sonrisa divertida cruzando sus labios- titubeaste al final de esa frase- le dio un beso en la coronilla.
-Yo no titubeo- dijo ella, aunque un sonrojo se le posó en las mejillas, cuando se dio cuenta que el auror no llevaba camiseta.
-¡oh! Y estás sonrojada- dijo divertido viéndola. Ella le golpeó levemente el pecho- recuerdo que hace unos días me dijiste que podías ser muy sexy- murmuró cerca de su oreja- tus mejillas son adorables.
-Claro que puedo- dijo ella alejándose un poco, aun sin romper el agarre- pero estas haciendo que pierda el control de la situación mientras me distraes- Teddy lanzó una carcajada. Se giró sobre sí, y la dejó presa entre el colchón y su cuerpo. Estaba sosteniendo su peso sobre sus manos para no hacerle daño.
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✔✔OASIS|| SAGA ALMAS UNIDAS||1° LIBRO HEREDEROS|| TERCERA GENERACIÓN HP
Fanfic❊❊❊OASIS|| SAGA ALMAS UNIDAS|| PRIMER LIBRO HEREDEROS|| TERCERA GENERACIÓN HP❊❊❊ Edward Remus Lupin tenía 26 años cuando fue trasladado para hacer una especialización al cuerpo de Aurores a la MACUSA en Estados Unidos. El joven auror vuelve dos año...