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Pilar.

Al llegar a mi casa me bajé del auto rápidamente e intenté meter la llave en la cerradura de la puerta con las manos temblorosas.

Me frustré al no poder hacer algo tan simple y las grandes manos de Tomás tomaron las mías para que dejaran de temblar, lo miré y mis ojos se llenaron de lágrimas, rápidamente lo abracé fuerte.

― Sh, tranquila ― Susurró contra mi pelo y acarició mi espalda, ― ¿Querés hablar?

― No ― Murmuré. Me sequé las lágrimas bruscamente, ― Estoy bien, eh ¿Querés pasar?

Asintió y entramos a mi casa, hicimos unos mates mientras Tomás hablaba pero no le prestaba atención.

― Entonces apareció Riquelme y me regaló una raqueta de tenis ― Escuché y asentí.

― Que piola ― Digo mirando el mate.

Rió, ― No me estás escuchando, Pili.

Lo miré, ― Perdón es que, no sé, estoy distraída.

― ¿Por Mateo? ― Asentí ― ¿Vos ya le contaste lo de...? ― Lo interrumpí.

― No Tomás, ― Suspiré ― Ni siquiera debería ser un tema a discutir con él.

― Mejor no opino, pero si no es eso, ¿Qué es entonces?

Cerré los ojos con fuerza ― El hecho de dejarlo atrás.

Se acercó a mi ― Pili, ¿Estás segura de estar lista para dejar a Mateo atrás?

Negué ― No sé, siento que tengo que hablar con él de todo lo que estuvo pasando y sé que el me debe cientos de explicaciones al igual que yo a él, pero ― Respiré hondo para no llorar ― Pasaron tantas cosas que no soy capaz de contarle y tengo miedo que me odie.

― Pili ― Agarró mis manos acariciándolas ― No podes culparte por eso si ni siquiera sabes que hubiese pasado después, más te va a odiar si el día de mañana a vos te pasa algo con respecto a eso y el se entera por alguien que no seas vos.

― Tengo miedo de haber cometido el peor error de mi vida.

Me abrazó, ― No lo hiciste Pili, no tenés la culpa.

Yo sólo lloraba, me llevó hasta mi cama donde me acarició el pelo hasta dormirme.

Cuando me desperté vi al rubio sentado en el respaldar de mi cama, completamente dormido, pobre.

Lo moví apenas ― Tomi, despertate ― Tenía el sueño muy ligero asique enseguida abrió los ojos y bostezó ― Te hubieras acostado acá o en el sillón, boludo.

Reímos un poco  ― No pasa nada, ni cuenta me dí, ¿Qué hora es?

Agarré mi celular que al parecer él había dejado en la mesa de luz y lo prendí ― Las nueve casi.

― Bueno, ¿Querés desayunar algo en especial?

Sonreí ― ¿No tendría que ser yo la que prepare el desayuno?

― No sé, en mi casa no lo hacemos así, bue ― Me hizo reir y dejó un beso en mi mejilla ― Vos quedate acá calentita que yo ahora vuelvo.

Salió de la cama sin dejarme hacer lo mismo, entonces mientras el hacia él desayuno para los dos yo hablé con Agus y Tade, que iban a venir a comer y a traer a mi sobrina, al fin. La extraño.

― Listo el pollo ― Dice mi amigo volviendo a mi cuarto con una bandeja donde había café, frutas, tostadas y mermeladas.

― ¿Yo tenía todo eso? Ayer desayuné un pan con manteca y té.

Lie To You ; Trueno [ˡᵗᵐ²] [Terminada✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora