Lie To You ; Trueno [ˡᵗᵐ²] [Terminada✔]

10

Pilar.

No estoy orgullosa de lo que viene pasando los últimos días, estaba muy mal en realidad. Había salido con Mateo y hoy voy a salir a comer con Tomás, solos.

Ahorrense las puteadas.

Juro que no sé porque acepté salir con él y caí en cuenta cuando empezó a hablar del restaurante, la comida y no sé qué cosa. Me había arreglado un poco cómo para no ser tan crota y desagradecida, cuando el rubio llegó a mi casa decidí no darle mucha bola que íbamos a estar sólo nosotros dos y quise divertirme un rato.

― Estás re linda ― Dijo saludándome con un beso en la mejilla que duró más de la cuenta, sonreí nerviosa.

― Gracias, vos también estas bien, ¿Vamos?

Asintió y me abrió la puerta del auto, acto por el cuál reí.

Fuimos en el auto escuchando música, no hablábamos, por lo menos yo estaba concentrada en el camino.

Al llegar si charlamos pero de lo mismo de siempre, trabajo.

― ¿Y Ailu que hacía? ― Le pregunto tomando un poco de mi vaso de agua.

― Estaba organizando algo de un tema tuyo, ¿Puede ser? ― Asentí ― ¿Cuando salía me dijiste?

― Este viernes, pasado mañana ― Le recordé y asintió.

Después sólo pedimos la comida y casi no nos comunicamos, apenas comentamos sobre nuestro día lo que se me hizo algo aburrido.

Apenas terminamos el postre propuse que nos fuéramos y aceptó. Al salir del lugar siento que la mano de Tomás se entrelaza con la mía para caminar al auto.

Ya en el auto hablé ― Gracias por la cena, me gustó.

― Sonrió, no es nada Lari, me voy a tener que acostumbrar ― Rió.

― No es necesario que me digas así.

― Pero te pusiste ese nombre por algo.

Me encogí de hombros ― Porque si, no sé me gusta.

Rió apenas ― Esta bien, te hace quedar más tierna, Lari.

Ese apodo había salido un día boludeando con Fmk y Big One, llamarme Pilar como nombre artístico me hacía ver muy cheta según yo, asique estábamos flasheando y salió Lari, y me encantó.

Llegamos a mi casa y me despedí de él para bajarme del auto, dando cómo terminada la salida. Antes de que siquiera pudiera llegar a la entrada me llamó.

― ¡Pili! ― Salió rápido del auto acercándose peligrosamente a mi, pero no dijo nada.

― Tomi, ¿Qué...? ― Sus labios sobre los míos me impidieron seguir hablando, había quedado perpleja.

No le seguí el beso, pero tampoco me corrí, solo abrí los ojos en shock y me hice un poco para atrás pero el me agarró de la cintura suavemente, creyendo que no sé, que me había tropezado o algo así.

Me separé de él y negué ― Tomás...,

― Me gustas Pili, desde hace mucho, de la primera vez que te vi en tu casa cuando te conocimos con Ailin, no te dejo de pensar ni un segundo desde ese momento.