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Hoseok

Una semana ha pasado, Tae se la pasa metido en su habitación, no come y no cena, literalmente solo esta existiendo.

No estoy orgulloso de lo que estoy haciendo, nada orgulloso.

Tae ni siquiera podrá declarar, han dicho que esta enfermo, que se enamoro de Jungkook, tras que lo mantuviera cautivó, Síndrome de estocolmo le llaman.

Su testimonio será nulo, no tendrá validez, a menos que diga que lo vi, que estuvimos en contacto, a menos que diga la verdad.

—Jung Hoseok, Favor de presentarse con la directora. —Escuche por los altavoces de la universidad.

Tomé mi mochila, dirigiéndome a la dirección, toda la escuela estaba enterada de lo que esta pasando con Tae.

Caminé por los pasillos algo vacíos hasta llegar a la pequeña oficina con olor a café.

Toqué tres veces la puerta, escuchando un pase del otro lado.

—Buenas tardes. —Saludé haciendo una pequeña reverencia a la directora.

—Pasa, será una charla rápida. —Aseguró, ofreciéndome que tomara asiento con un gesto de manos.

—Esta bien; ¿De que quiere hablar? —Pregunté algo nervioso.

—Hace un tiempo, al inicio del año se abrieron becas para ir al extranjero, Tae lo intento, para danza e ingles, ¿podrías entregarle los resultados? —Pregunto extendiendome el sobre blanco.

—¿fue aceptado? —Tomé el sobre entre mis manos. —¿Tae irá al extranjero?

—Tae iba a ir, la beca empezó en enero, ya no puede ir, lamentablemente esta pasado de la fecha, pero puede volver a intentarlo. —Explicó tecleando algunas cosas en su computadora. —En realidad su ingles es bajo, pero su baile es bueno.

—Cuando niños solíamos bailar, pero cuando su madre murió, solo dejo de hacerlo, dijo que era algo de ellos dos. —Conteste, escuche de fondo música clásica, la directora giro la pantalla de su computadora hacia mí para que pudiera ver.

—Baila bien, aun tiene pasos torpes, oxidados, pero con unas cuantas clases estará bien, entrégale el sobre a Tae, dile que podemos volver a intentarlo. —Sonrió. —Eso seria todo.

—Gracias. —Guardé el sobre en mi mochila y salí de la dirección.

Siempre supe que Tae odiaba la ingeniería, pero ¿por que nunca me lo dijo? ¿Por qué hizo esto solo?. Creí que todo lo hacíamos juntos, que sabíamos todo él uno del otro, pero no es así.

Tae puede hacer las cosas por si mismo, no me necesita.

Ya no es él mismo niño, que me necesitaba para caminar con confianza.

¿Y si mas bien, ya no necesita de mi, pero si de Jungkook?

Solía pedirme ayuda para tomar sus decisiones, o solo echaba un simple volado, nunca estaba seguro de lo que en realidad quería.

Espere un tiempo, sentado en la parada del autobús.

Llegue a la casa de Tae, viendo como siempre el coche de Jimin estacionado en la cochera.

Toque el timbre un par de veces hasta que la puerta fue abierta.

—Buenas tardes. —Salude subiendo las escaleras al cuarto de Tae Hyung, sin esperar respuesta.

Tome la llave arriba del marco de la puerta abriendo esta.

—Vete, no quiero verlos. —Contesto con la cara cubierta de sábanas.

La última vez que lo vi así, fue con la muerte de su madre.

—¿Ni a mí? Casi es mi cumpleaños Tae, quería ir por unas hamburguesas y a la tienda de video juegos. —Suspire sentándome en la orilla de la cama. —Vamos Tae, hablemos.

—No quiero hablar con un traidor. —Musito con un tono de voz tan seco que me dolió demasiado.

—Se que soy de lo peor, hablemos afuera.... —Suspire desviando la vista. —Dime que lo amas, más que a todos los que están aquí... y... y te ayudaré. —Tartamudee ignorando el nudo en mi garganta.

—Lo amo. —Susurro.

—¿Tae, por favor podría yo gustarte?... Quédate conmigo hoy, solo hoy... Por favor Tae, se que no será real, pero también se que después de esto, no te veré por que no lo soportare, no más. —Suspire desviando la vista. —¿De regalo de cumpleaños?

—Tomare un baño, y luego me compraras unas ricas hamburguesas. —Contestó poniéndose de pie.

El camino fue silencioso, e incomodo, pero por lo menos, quiero esto, antes de hacer lo que haré.

—¿Carne o pollo? —Pregunté mientras ingresábamos al restaurante.

—Carne, y pide muchas fichas para los juegos, hoy quiero ganarte. —Aseguró tomando mi mano.

—Gracias. —Respondí tomando su mano.

—Esta bien, hobi...

Pedimos un par de hamburguesas, papas, soda, aros de cebolla, banderillas y dos hot dogs.

La tarde paso entre risas, juegos y bromas, hasta que regresamos a su casa, sostuvo mi mano todo el camino, incluso beso mi mejilla antes de despedirse.

—Debo entrar. —Contestó soltando mi mano.

Suspire pensando otra vez lo que haré, y que es lo correcto. —Llevo años esperando dejar de estar enamorado de ti...

—Hobi~.

—Si...Si... —Conteste interrumpiéndolo. —¿Si hubiera un espacio vacío a tu lado me mirarías?

—No lo sé, siempre has sido mi amigo, no podría verte como algo más, no cuando ese lugar esta ocupado, sabes que no puedo mentirte Hoseok, no a ti. —Contestó sin una gota de duda.

—Entonces en tu próxima vida nace como alguien que me pueda amar. —Pedí, dejandolo en la entrada de su casa.

Camine por las calles solitarias, el atardecer estaba llegando, y ya no había tiempo, no para Tae Hyung.

Cuando menos pensé estaba frente a la casa de él, tocando el timbre, una y otra vez, antes de arrepentirme.

El portón fue abierto, a lo lejos lo vi esperando en la entrada con una botella de whisky entre sus dedos.

—Tengo un trato para ti. —Hablé cuando llegue a su lado. —Uno que no podrás rechazar Jeon Jungkook.

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𝑨𝑷𝑶𝑺𝑻𝑨𝑫𝑶 ☆𝑲𝒐𝒐𝒌𝑻𝒂𝒆☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora