𝑨𝑷𝑶𝑺𝑻𝑨𝑫𝑶 ☆𝑲𝒐𝒐𝒌𝑻𝒂𝒆☆

🎲09🎲

Jungkook caminaba por los pasillos de su empresa, a pesar de que le consumía mucho tiempo hacerse cargo de ella, en realidad amaba su trabajo, ¿o mas bien amaba que le hacia olvidar cosas de su pasado? Por que hace un año no le calentaba ni el sol, al llegar a su empresa se olvidaba de todo, solo pensaba en el trabajo...

Si quizá es eso, por que siendo sinceros ¿a quien le gusta trabajar?

Pero esta tarde era diferente, yo no pensaba más en contratos por firmar, en cenas de negocios por asistir, juntas por organizar, ni siquiera pensaba en ir a un casino y encontrar a una mujer, ahora solo pensaba en algo, o alguien.

Kim Tae Hyung, no dejaba de estar en sus pensamientos y eso lo volvía más loco, que tener encima contratos que renovar o citas que atender.

¿Como es que en solo un més Tae no pueda salir de su cabeza?

¿Será por los encantos del menor?

¿Será por la forma en que se sonroja?

¿sus labios?

¿O su forma de hacerse el inocente cuando hace insinuaciones sexuales?

Oh ese niño lo estaba volviendo loco y le encanta.

Y decir que a Tae no le gustaba aunque fuera un poco Jungkook seria mentir, por que eran exactamente iguales.

El gran y estúpido problema es que ninguno quería aceptarlo, Tae Hyung por que Jungkook era un viejo arrogante, y lo había ganado en una estúpida apuesta, pero a pesar de eso no le quitaba para nada lo sensual que podía llegar a ser él mayor, y Jungkook no quería aceptar su gran atracción por Tae Hyung, por una simple razón: "No quería volver a sufrir por amor"

Ya ha pasado poco más de un mes, pero Tae sigue sin hablarle demasiado, no abre la boca mas para pedir comida y decir incoherencias.

Y de Jungkook ni hablar, solo quería evitarlo lo más posible, pero dejarlo ir no estaba en sus planes, quería a Tae Hyung a su lado, aunque sea para ignorarlo.

Sus momentos juntos eran pocos, pero nunca faltaban las bromas, las insinuaciones, los sonrojos por parte de ambos.

La primera vez que Jungkook sintió un revoloteo en su estómago fue cuando llego a las 12 de la noche, y Tae aún le esperaba para cenar. Con el horrible pretexto de que no le había dado hambre durante el día. Jungkook no vio mentira alguna en sus palabras, hasta días después cuando su sirvienta le dijo que Tae le estaba esperando.

Durante las mañanas se pasaba por la habitación del menor, solo para ver las envolturas de algunas golosinas.

Tae seguía siendo un niño, entonces recordó lo poco que había escuchado de él.

"Mamá solía darme dulces a escondidas de papá, por que él decía que estaba pasado de peso"

Y eso le explicaba varias cosas, como el por que comía los dulces en la noche, o por que extraña a su madre.

(...)

Jungkook miro el reloj en su brazo percatándose de que eran pasadas de las 5 de la tarde.

Levantó su vista encontrándose con todos los papeles en el escritorio, todo sin leer, firmar o siquiera abrir los sobres.

Otra vez solo había pasado el día pensado en Tae Hyung.

Tomo los papeles que le parecieron más importantes, los puso en su maletín y salió de su oficina.

-Hasta el lunes SunMi. -Se despidió de su secretaría y siguió avanzado hasta el elevador, sin esperar respuesta de la mujer.

Vaya que Jungkook cambio, él no solía despedirse de nadie, desde hace un mes atrás empezó hacerlo, quizá solo era más feliz.

Jungkook llego a su casa a las 6:07 minutos, bajo de su auto y camino despacio hasta llegar a la puerta, misma que se abrió segundos después dejando ver al dueño de sus pensamientos, con una sonrisa juguetona.

-Llegas temprano. -Tae tomo del brazo a Jungkook, llevándolo a la sala, dejándolo en un sillón.

-Estoy cansado, iré a mí habitación. -Contestó con simpleza poniéndose de pie.

-No te vayas... -Se apresuro a contestar Tae Hyung. -Yo me siento solo, ¿Sabes?

Jungkook detuvo su andar, al escucharlo decir eso y es que él sabe perfectamente como es ese sentimiento.

-Yo... Hace un mes no salgo, hace un mes no veo a nadie que no seas tú o la señora Yang, ella siempre limpiando sin tiempo para hablar, tú siempre corriendo de un lado a otro, y yo esperándote.

-Tengo cosas que hacer, no puedo estar al pendiente de ti las 24 horas del día. -Vaya que era idiota para hablar.

-No te pido 24 horas al día, ni siquiera la mitad del día, solo llega antes de la cena, cuéntame tú día. -Tae Hyung bajo su mirada empezando a jugar con sus manos. -Si no tienes tiempo para tus juguetes, deberías regalarlos Jungkook.

-Tú no eres un juégate. -Contestó.

-Soy un trofeo ¿cierto? -Bufo sonriendo apenado.

-Si, el mejor trofeo que he podido ganar en mi vida. -Jungkook suspiro y pudo ver como Tae levantaba la cabeza y le miraba con asombro. -Salgamos a cenar. -Jungkook tomo la mano de Tae, guiándolo a la puerta.

-Tengo una mejor idea. -Dijo cuando detuvo su paso. -Juguemos.

-¿Quieres jugar? -Pregunto burlón.

-Si, pero no solo eso, si gano quiero algo a cambio. -Hablo firme. -Si tú ganas, también ganaras algo.

-¿Cualquier cosa? -Jungkook frunció un poco su ceño, observando como Tae asentía. -Juguemos.

Hace un mes fue la ultima vez que Jungkook jugo, ya no sentía esa necesidad de distraerse de esa forma, pero seguía siendo bueno.

-¿Qué es lo que vas a querer? -Hablo Jungkook llamado la atención de Tae quien estaba repartiendo cartas.

-Sorpresa. -Fue lo único que dijo. -¿Y tú?

-A ti. -Jungkook sostuvo sus cartas viendo el horrible juego que tenia.

-Pero ya me tienes. -Contestó de igual forma sin despegar su vista de las cartas.

-Te quiero a TI, solo para mi. -Contestó y pudo ver el sonrojo en el menor, es que si no tenia buen juego solo podía ponerlo nervioso y así poder ganar.

Tae Hyung se relamió los labios y eso provoco al mayor.

El juego paso en silencio entre miradas indiscretas cada que Jungkook sorprendía a Tae Hyung mirándolo este apartaba la vista, sonrojándose y cada que Jungkook miraba los labios de Tae tambien se sonrojaba.

-Lo siento Jeon Jungkook. -Hablo Tae llamando la atención del Mayor. -Pero ahora tendrás que comprarme el celular más caro y unos nuevos zapatos, sigo usando los tuyos y me quedan grandes.

-¿Qué? -Pregunto confundido al ver que Tae había ganado, limpio, y perfectamente.

Pero no estaba sorprendido por eso, si no por lo que pedía.

-Un celular y unos zapatos calzo del 9.-Tae se puso de pie, camino alrededor de la mesa de centro hasta llegar al otro costado para estar frente a Jungkook.

-Eso lo entendí, pero ¿Por qué de todo elegiste eso? -Pregunto aún confundido. -Por que cuando pudiste elegir irte pediste un celular.

-Quizá yo no quiero irme.

Tae se relamió los labios una vez más y lo siguiente que sintió fueron los labios del mayor sobre los suyos.

-Si hubieras pedido eso, yo seria un mal perdedor, por que nunca te dejare ir. -Susurro a medio beso, aferrándose a la cintura del menor.

-Dije que me quedaría contigo cuando me diste el reloj de mi madre y eso hare Jeon Jungkook, yo ya soy Tuyo. -Hablo entre besos. -¿Quieres jugar, otra vez?

-¿Y esta vez que me pedirás? ¿Una casa nueva? -Hablo con sarcasmo.

-No, te pediré algo más intimo... Quiero acostarme contigo, Jeon Jungkook.

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