Capitulo 2

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 Heyyyy aqui otro capitulo  :)

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 Solo Placer

Mérida

Cielos lo que me faltaba, pensé que no le tendría que ver la cara a este estúpido por un buen tiempo y me sale con esta aquí y montado en mi auto como un jodido ladrón y ¿Cómo mierda y que descaro en entrar a autos ajenos?

-Valla no pensé que ya sabias mi nombre pero dime nena ¿cómo lo sabes? y ¿de dónde? nos conocemos, por qué aunque trato, no te recuerdo y mira que yo nunca olvidaría a una preciosidad como tú- enserio valla error que cometí y ahora que le digo.

-Pura casualidad, tengo una amiga que asiste a tus mismas clases, pura casualidad, ahora has el favor de salir de mi auto ¡Pero YA!- me orille a un lado de la carretera para que se bajara.

-Nena no pensaras dejarme aquí, solo y desamparado en medio de la nada- en serio estaba haciendo morritos, que ni crea yo no caigo con eso.

-Nada de “nena” no me gusta que me digan así y con una mierda ¡FUERA DE MI AUTO!- me empezaba a exasperar.

-Esa boquita, no digas malas palabras SI, no te enojes mejor vamos a divertirnos, mira tengo una fiesta que dar, y sabes; tú eres mi invitada especial- ¿una fiesta? haa ya recuerdo la de fin de curso pero lo más seguro es que estarán todos los capullos de la UNI, bueno que más da solo un rato espero que se ponga buena y no creo que a Marcos le moleste.

-Bien chico listo vamos, pero déjame decirte que mi nombre es Mé-ri-da, OK,  NO bebe, NO nena, NO amor, NO preciosidad y ninguna de esas mierdas cariñosas y sobre TODO mi vocabulario te viene valiendo, NO vuelvas a corregirme, Entendiste y si no te gusta bájate y Ya- de una vez todo claro.

-Bien Mé-ri-da vamos yo te digo por donde- joder este me está picando para romperle esa bonita nariz.

Encendí mi amado auto y salí derrapando, él me dijo como llegar a su “casa” bueno a eso no se le podría llamar casa era un jodido palacio, ahora entiendo porque él se cree un príncipe, enserio vivía como uno, entramos por un portón mecanizado hasta la puerta principal donde se hallaba el valet parking, los mire con desconfianza no me agradaba que nadie aparte de Marcos tocara a mi bebe.

-No le pasara nada a tu auto, ya entendí que lo amas demasiado- mire a Maximiliano con la misma cara de desconfianza que a su dichoso valet parking.

-Sean muy cuidadosos con el auto de la Señorita- Maximiliano le dijo a un chico que por cierto no estaba nada mal con todo y su trajecito de pingüino.

-Vamos señorita deja de comerte al chico con la mirada- me dijo Maximiliano agarrándome del codo y arrastrándome a la entrada de su “casa”, me solté de su agarre y si por fuera se veía jodidamente bien su casa por dentro era pura mierda Italiana de la mejor, sabia de arte gracias a los “encarguitos” que hacía en mi anterior ciudad.

Al entrar todas y digo todas las miradas se centraron en nosotros, hasta la música altísima que se escuchaba paro, rayos y como si a mí me gustara ser el centro de atención de todos (nótese mi sarcasmo), y TODAS las chicas de la fiesta se acercaron a Maximiliano unas ignorándome, otras lanzándome navajas mentales con la mirada y hasta empujándome para poder pasar y estar más cerca de él, vi mi momento de escabullirme y alejarme de él y de su circo de perras urgidas y por mi todas se lo pueden meter por donde más les quepa.

Mia para Siempre. (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora