Idiotas se queda corto.
Mérida
La vida es muy injusta, de acuerdo había hecho muchas cosas malas pero ¡joder! no me esperaba esto.
¡Maldito karma!
-Sabes, deberías levantarte del suelo esta muy sucio-estaba frente a mi con una sonrisita que por mi madre le pensaba arrancar.
Respira Mérida que los idiotas te siguen mirando, no arruines la perfecta imagen.
-Disculpa no te vi-ahí la voz mas falsa que pude soltar.
Gire disimuladamente mis ojos mirando hacia Maximiliano y al igual que los idiotas observaban la escena, solo que en él no había ninguna chispa por querer sonreír al contrario estaba bastante entretenido frunciendo el ceño y doblando la cuchara metálica que sostenía. Por supuesto aquella perra de su novia que al parecer se creía chango por que la muy idiota seguía montada sobre sus piernas. ¡Maldición! calma Mérida, de un momento a otro nuestros ojos se encontraron y no me gusto lo que vi.
El hoyo en mi pecho se ensancho cuando Max estampo sus labios en la changa/perra/oxigenada esa.
Me levante de un salto, tomando fuertemente mis libros que habían caído al suelo y salí corriendo por primera vez con un extraño nudo en mi garganta.
Ignore el llamado del pelinegro, no quería problemas pero al parecer ellos llegaban solos a mi y gratis.
¡Karma! por que entre todos los estudiantes tenia que chocar con el jodido enemigo de Maximiliano, aquel chico que deje en el club de mala muerte.
Tratando de olvidar la horrible escena que concentre en recordar su nombre el lo había mencionado, pero...no ¡Ha! recuerdo -Johan-susurre para mi, deteniéndome frente a mi casillero tenia que salir cuanto antes de aquí, hoy había sido un pésimo día. Una muy mala idea salir esta mañana de mi segura y agradable cama.
-Me recuerdas mi pequeña "diabla"-lo sentí jadear en mi cuello.
¡¿QUE?! espera si me reconoció pensé que todo lo dicho había sido una alucinación mía.
-Fuiste muy mala, no dejaste tu numero pero lo peor que no impediste que el idiota de mi primo te llevará con él- como me podía reconocer traía el look de una nerd y porque rayos le tendría que dar una explicación. Siempre me había molestado esto si tenias algo con un hombre no significa que él seria tu mundo, bueno no para mi.
¡PRIMO! maldito Karma, la jodes bien y bonito.
-Te confundes-hable mirando solo mi casillero Johan se encontraba a mi espalda podía sentir el calor que desprendía su maravillosos cuerpo. Mérida deja de recordar su cuerpo, céntrate.
Hasta yo odiaba esa chocante vocecita que salía de mi fingida actuación.
El moreno me tomo por los hombros de y un movimiento brusco me giro hasta quedar frente a él.
-No bonita claro que te reconocí- me miro como aquel día, cuando lo tuve debajo de mi cabalgándolo sin descanso o cuando lo bese al final de mi baile caliente en la mansión de Max, por supuesto que compartían algunos genes tenían rasgos similares la altura y su complexión corpulenta.
Mmmm un buen árbol genealógico.
Similares pero diferentes, si era guapo pero aquellos ojos verdes y el caoba de su cabello no podía olvidar, Max seguía en mi mente y eso era algo que empezaba a enfadarme.
-Te reconocería aunque vistieras de monja- eso si que me sorprendió. -Eres malditamente sexy nena- abrí los ojos.
¡Maldición!
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Mia para Siempre. (1)
Teen Fiction-¡Aléjate de mi maldito idiota!- grite furiosa. ¿Acaso nunca me iba a dejar en paz? -Si lo soy, pero soy tu idiota y tu eres MIA PARA SIEMPRE-