Gracias por esperar aquí otro capitulo dedicado para todos los hermosos comentarios.
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¡Desde que la vi!
Maximiliano
Todo igual, fiestas, alcohol, sexo y más alcohol, simplemente mi vida era genial tengo todo el dinero que podría gastar, gracias a mis padres, los cuales eran dueños de uno de los mejores bufete del mundo, eran abogados y sus logros tenían reconocimiento mundial, habían hecho favores a los grandes de la política y yo siendo su único hijo y heredero nunca se me había negado nada, nunca me había interesado nada, nunca me había preocupado por nada, hasta ese día donde mi vida cambio ¡JODER! y ¡Desde que la vi!
Flash Back
Un peso desconocido estaba sobre mi hombro -¡QUE MIERDA!- exclame levantándome de golpe.
-Bebe haces mucho ruido- dijo una rubia exuberante desnuda sobre mi cama.
-Oye rubia ya amaneció necesito que te marches ya- me levante rápidamente de la cama para ir a la ducha. Hoy si tenía que ir a clases mi padre me había advertido que ya no tenía que faltar, por supuesto me negué poniendo muchas excusas, pero me las calle en cuanto hablo de cancelación de tarjetas y ahí si no.
Salí del baño ya vestido con todo mi luck de chico malo, estaba por cruzar la puerta de mi habitación cuando vi de reojo que algo se movía entre las sabanas de mi cama, me acerque y las arranque desprendiéndolas, dejando a la rubia sorprendida.
-¿Qué haces Max?, quiero seguir durmiendo, vamos bebe regresa a la cama- estas chicas no aprenden.
-Mira rubia no me llames Max, para ti es Maximiliano y esto fue un simple acostón, follamos fue divertido pero nada más, así que, ¿te pido un taxi?- se levantó de golpe, buscando su ropa, se vistió y corrió a la salida de mi piso, no sin antes gritarme que esto no se quedaría así.
-No las entiendo uno les da placer y ellas se comportan como una mala agradecidas- con ese pensamiento yo también salí del piso al elevador para ir a la recepción.
-Buenos días joven Maximiliano- me dijo Mario inclinando su cabeza en forma de respeto.
-Hola Mario, te ves súper viejo- le dije palmeando un hombro, Mario me sonrió era un buen hombre, él atendía la recepción del edificio y si las cosas se ponían feas por mis fiestecitas el me cubría.
-Buenos días joven, su auto ya lo espera afuera como siempre- hombre, ese si era servicio.
Monte en mi auto de lujo, me había costado una pequeña fortuna pero ¡Joder! yo lo valgo, derrape las llantas apretando el acelerador tenía que llegar al dichoso colegio solo espero que en mi ausencia, hayan entrado más putas buenas.
Me disponía a estacionar mi auto en mi lugar reservado, ¡Diablos! una gran sorpresa me lleve al ver que mi jodido lugar estaba ocupado por un mustang shelby gt500 muy bonito pero sin duda mi auto era mucho mejor, rayos concéntrate algún estúpido uso mi lugar, joder que buen día. Termine por acomodarlo en otro espacio vacío, ya encontraría al mugroso que se atrevió a ocupar mi lugar, saque el móvil de mi chaqueta de cuero negra y marque el número de Billy.
-Max, hermano hasta que das señales de vida, pensé que te habias perdido con alguna de tus putas-
-Cierra el pico Billy, mejor dime ¿De quién mierda es el dueño del jodido auto que está ocupando MI lugar de estacionamiento-
-¿Qué auto?-
-Un mustang shelby gt500 negro con franjas rojas.... ¡Mierda! Billy ¡¿No tienes ni puta idea cierto?!-
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Mia para Siempre. (1)
Teen Fiction-¡Aléjate de mi maldito idiota!- grite furiosa. ¿Acaso nunca me iba a dejar en paz? -Si lo soy, pero soy tu idiota y tu eres MIA PARA SIEMPRE-