Capítulo 14: Declive

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Los dos toques en la puerta alertaron a Tay. Abrió los ojos y se sentó en el cómodo sofá antes de tallar sus parpados y levantarse.

Cuando abrió la puerta, Gulf estaba ahí. Le dio una pequeña inclinación de cabeza y le dio la espalda, dejando la puerta abierta para que entrara.

—¿Noche de juegos? —Tay se burló con una sonrisa temblorosa jugando en sus labios. El aspecto de Gulf era una completa devastación; desde su ropa mal puesta hasta su cabello desordenado. Traía la misma ropa que ayer, por lo que era fácil decir que a su casa no había ido y... —Joder Gulf, te madrearon los labios. —Gulf lamió sus labios, disfrutando del recuerdo de todo lo que había hecho con ellos. —Borra los momentos pervertidos de tu cabeza, por ahora. —Sonrió animado con la lengua entre sus dientes, sin tratar de alejar esas placenteras imágenes de su mente. 

—¿Cuál es el problema? —Preguntó Gulf al notar la tranquilidad de la casa donde se encontraba Tay resguardando a Lia. Él pensaba encontrar un desastre y a Tay apuntando en la frente de la ilusa chica mientras le gritaba que se callara.

—Por allá. —Tay señaló una puerta mientras se echaba nuevamente en el sillón, cerrando los ojos y cruzando los brazos sobre su pecho. 

—¿Y para que me necesitas si tienes todo jodidamente controlado? —Gulf le dio la espalda molestó de que lo alejara del hombre que dejo dormido. Increíblemente tal vez podrían repetir todo lo sucedido horas atrás en la mañana, antes de que se despidieran y se dijeran que estarían en contacto. ¿Mew querría volverlo a ver? Por que él seguro que si. 

—Velo por ti mismo. —Gulf abrió la puerta, encontrando a Lia sentada en una silla con los tobillos atados, las muñecas amarradas detrás de la silla, y cinta adhesiva cubriendo salvajemente su boca. 

—¿Qué es esto? —Cuando Lia lo vio intentó gritar y se movió desesperadamente con lágrimas almacenadas en el interior de sus ojos, y su maquillaje estaba desvanecido, haciéndola lucir lamentable. Gulf cerró la puerta y se giró para mirar a Tay.

—¿Puedes culparme? No lo creo. La hubieras visto, se puso como loca; gritando y lanzando golpes, ni siquiera a dicho una palabra que no fuera "vete a la mierda maldito hijo de puta", y si no puedo golpearla o en caso contrario matarla para tener un poco de tranquilidad, ¿Qué otra cosa querías que hiciera? —Tay le ofreció su típica sonrisa y le guiño un ojo, haciendo que su irritación incrementara por encima de su cabeza.

—Esto es parte de tu trabajo, no mío ¿Debo decirle a Joss que para la siguiente vez me deje hacer todo yo solo? No has sido de ayuda en esto. Eres demasiado impaciente, Tawan.  —Gulf arrugó su frente cuando Tay se encogió de hombros, restándole importancia, pero luego, su cara se iluminó con diversión.

—Ow, comprendo. Estas enojado por que te alejé de la persona a la que apestas ahora mismo. —Tay inhaló fuertemente en el aire y le dio la sonrisa más descarada que pudo poner en cuanto lo captó. —Un hombre, ¿eh? Y no cualquier hombre. Su olor es... —Gulf se frustró cuando Tay cerró los ojos y lamió lentamente su labio inferior con un poco de presión en ella, saboreando el aroma u solo provocando a Gulf. —Tan tentador que cualquier demonio suplicaría por él. No, no, espera, mejor aún, cualquier ángel se atrevería a pecar por él. —Los seres en el interior de Gulf se retorcieron ante la mención. Pero entonces Tay empezó a reír escandalosamente. Gulf frunció el ceño, dando tres pasos más cerca del hombre que lo miraba sobre el respaldo del sofá. —Increíble mi analogía para describir a tu hombre, ¿no? Y si puede dominar a alguien como tú, debe ser irreal. —Y Gulf sabia cuanta razón tenía Tay por muy loco que se escuchara.

Encanto Seductor ☆ MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora