22 | Pecas, estrellas y flores.

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Me quedé mirando con satisfacción lo recta que me estaban quedando las líneas del trabajo de historia que estaba haciendo y me quedé mirando el folio con los puntos que debía tratar el trabajo. Solo me quedaban dos más. Sabía que debía haber empezado el trabajo durante el fin de semana como habían hecho Laura y Valkiria pero la pereza me pudo y lo dejé como de costumbre para el último momento. Ordené los folios que llevaba y los puse sobre la parte superior izquierda de la mesa tras echarles una ojeada. Tomé un nuevo folio y escribí el título en mayúsculas del nuevo punto a tratar y después lo subrayé con mucho cuidado para que la línea me saliese lo más recta posible. El timbre de la casa sonó pero yo lo ignoré. Miré en la pantalla de mi portátil la información que había encontrado para el trabajo y justo cuando iba a traspasar algunas cosas al papel mamá habló desde el piso bajo:

—¡Adler, cariño! ¿Podrías abrir? Papá está en el gimnasio y yo estoy liándola en la cocina.—dijo con un tono divertido. Casi podía imaginar a mamá con el delantal todo lleno de manchas de la masa de alguna nueva receta de un bizcocho que habría sacado por internet.

—¡Ya voy, mamá!—le dije centrándome momentáneamente de nuevo en el título del punto y subrayándolo con rapidez y de forma compulsiva antes de remarcar el punto, soltar el boli y bajar a trote las escaleras. Recé momentáneamente para que al abrir la puerta no encontrase a papá y a los toros que tenía por componentes del equipo de fútbol del instituto. A veces se traía a los chicos aquí para cenar tacos porque él aseguraba que les subía los ánimos antes de los partidos y colaboraba con la compenetración del equipo. En fin. No es que me cayesen mal, la mayoría eran buenos chico pero sus espaldas de dos metros y medio podían llegar a intimidar demasiado a veces. Justo cuando estaba preparándome para tener a una manada de elefantes en mi salón hoy tras la puerta la risa dulce de un niño y supe quien era. Abrí la puerta y Cayden y Everett me sonrieron. Mi hermano llevaba sobre sus grandes hombros al niño al mismo tiempo que lo sostenía de sus manos.

—Llegamos, llegamos, pi, pi.—dijo como si fuese un tren. A veces aún me resultaba raro ver a mi hermano hablando así. El pequeño sonrió y agitó suavemente sus piernas para que Cayden le bajase. Mi hermano lo dejó en el suelo y le dio un azote cariñoso en el trasero.—Ve a saludar a la abuela.—le dijo, él pequeño asintió y corrió hacia el interior de la cocina donde mi madre empezó a hablar animadamente con él.

—Pasa—dije empujándome las gafas de leer que me ponía a veces por el puente de la nariz hacia arriba. Cayden entró y yo cerré la puerta tras el.

—¿Donde está Kate?—preguntó Cayden curioso.

—Durmiendo la siesta—le dije.

—¿Y Hester?—pregunté.

—En casa. No se encontraba muy bien y decidí salir un rato con Everett para que pudiese descansar.—me dijo y yo asentí. Algo centelleo en sus ojos pero no supe identificar el qué.—¿Estas ocupado?—me preguntó. A pesar de que lo estaba negué.

—¡Papá, mira!—gritó Everett felizmente desde la cocina, asomándose levemente para que viese sus manos manchadas de harina.

—Genial porque me apetece jugar a la play.—me dijo.—Ya voy, Everett.—y acto seguido entró en la cocina. Me quedé mirando hacia las escaleras, llevaba todo el día esperando algo que no sabía si llegaría. Una llamada, un mensaje de Audrey, un: "Vamos, voy a enseñarte el cuadro" Una despedida. No la veía desde aquel abrazo en el porche en la casa de los abuelos de Harper. Cuando Valkiria y yo entramos Mike me dijo que Audrey había dicho que tenía que regresar a casa de inmediato y salió por la puerta trasera. Me sentí roto y me asusté. ¿Y si se alejaba de mi? Vale mandé un mensaje que no llegó a contestarme jamás. Estaba preocupado, quería ir a buscarla, su casa estaba lejos y era tarde pero me di cuenta que no podría cuidar de ella jamas si no me lo permitía así que intenté relajarme y pasar un buen rato con mis amigos aunque en el fondo Audrey siempre estaba rondándome la cabeza.

Audrey petricorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora