PELEA DE BAR.

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Capítulo 14.

—No me importa, hagan lo que les digo. Ese no es mi problema, yo les dije que tenían que hacer con exactitud y ustedes lo arruinaron. Tendrán que arreglarlo ¿Me oyeron?. 

Hace unos minutos que Harry estaba histérico hablando por teléfono. 

 — Exacto ¿Quiénes son los idiotas? No me importa como, arréglalo. Sus equivocaciones nos están costando mucho, casi nos descubren dos  veces. Si continúan con sus estupideces volarán sus cabezas... ¡Y no estoy hablando de modo literal!. — mordí mi lengua ante la manera de hablar del castaño.

Mordía mi labio incomoda mientras jugaba con mis manos miraba hacia el suelo, estaba sentada en una esquina de la cama y Harry se paseaba por la habitación con  una mano en su cadera que en repetidas veces subía hasta su cabello y lo alaba simulando arrancárselo. 

—Solo hazlo ¡maldición! Más te vale que consigan la mercancía ya, Fred me está pisando los talones y si me amenaza te arrancaré las extremidades.— colgó el teléfono de manera brusca y lo lanzó a la cama.

Por suerte ni siquiera alcanzo a rozarme. No preguntes, no preguntes, no preguntes Catherine no es tu problema. 

Mordía el interior de mi mejilla y mantenía mi mirada en mis manos, no debía preguntar, eran asuntos que a mi no deberían importarme, sin embargo tratándose de Harry y viendo como se puso, quería saciar mi curiosidad. Temiendo lo que pudiera ver, levanté la vista, ahí estaba él, de pie, tenía sus manos en sus caderas, la cabeza hacia atrás y mantenía los ojos cerrados. Lo vi suspirar un par de veces como si tratara de encontrar paz en su interior, sintió mi mirada e inmediatamente abrió los ojos y se giró quedando frente a mi, su mano viajó hasta mi mejilla acariciando suavemente. Se acomodó de cuclillas quedando a mi altura, su mano libre se apoyaba en la cama encarcelándome entre su brazo y su cuerpo. Su mirada verdosa recorría cada centímetro de mi rostro provocándome sonrojarme.

—Tú me mantienes cuerdo.— susurró cerca de mis labios lo que sentí mas como un pensamiento que se le escapó. 

Rozó mis labios por un momento y cerré mis ojos por instinto. Mi pulso se aceleraba, el roce de sus labios era exquisito, su aliento cálido chocaba con el mio y decenas de mariposas volaban en mi interior desesperadas por que me besara en ese momento. Mis suplicas no fueron escuchadas ya que se alejó de mis labios para rozar mi mejilla dejando cálidos besos en estas, mi respiración se cortaba poco a poco, lo sabia, lo necesitaba, y él a mi. 

— Vístete...— susurró de nuevo sobre mis labios. —Saldremos a un lugar.— besó mis labios de modo rápido y se separó de mi, dejándome con las ganas de un encuentro entre los dos. 

Algo aturdida me puse de pie y caminé hasta el baño, tomé una ducha y enrollé una toalla alrededor de mi cuerpo, abrí la puerta con lentitud, miré cautelosa el interior de la habitación. Harry no se encontraba ahí. Fui hacia el armario, no me dijo a donde iríamos pero sabiendo como es seguramente necesite un vestido o una falda. Tomé un vestido negro simple y me fundí en el luego de colocar mi ropa interior, cepillé mi cabello y lo dejé suelto sobre mis hombros, no quiero maquillarme, odio tener que quitarme el delineador corrido bajo mis ojos, me mire al espejo e hice una mueca. —Bien, pero solo un poco.— dije a mi misma. 

Refunfuñando fui a buscar solo mascara para pestañas rubor  y un brillo labial natural, me aplique un poco de cada uno y listo. Harry entro a la habitación y su olor de colonia reinó el lugar colándose en mis fosas nasales, ¿Cómo es que huele tan bien siempre? 

—¿Estas lista? — su voz ronca atravesó mis oídos.

Sus manos rodearon mi cintura pegando mi espalda a su pecho. Asentí lentamente perdiéndome en el calor de su cuerpo, su suave aliento y su peculiar olor. Sentí sus labios en mi cuello lo que me recordó que aun no me colocaba un poco de perfume. Retiró mi cabello haciéndolo a un lado para poder besar mi cuello, mi piel se erizó. Era mágica la manera en la que mi cuerpo respondía a su toque, cada vez que el me tocaba, me miraba o incluso me hablara mi cuerpo reaccionaba con escalofríos, las mariposas atacaban mi vientre y me hacían sentir tan especial. Eché mi cabeza hacia atrás dejándola descansar en su hombro. Mis ojos se cerraron disfrutando de sus suaves labios en mi piel y sus manos acariciando mi cintura. 

The Devil is Beautiful |H.S - A.U.| (+18) -Corrigiendo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora