The Devil is Beautiful |H.S - A.U.| (+18) -Corrigiendo-

ODIO.

Capítulo 19.

Abrí los ojos perezosamente, alguien me agitaba de los hombros. Enfoqué mi vista y pude ver a Harry. Su labio estaba partido y tenía sangre en su ceja, su nariz estaba roja y tenía manchas de tierra y sangre en todo el rostro. Me enderecé de manera energética y lo miré mejor. Parpadee un par de veces.

—Santo cielo ¿Qué te sucedió?— pregunté alterada.

La habitación estaba algo oscura, solo la tenue luz de la lampara que se encontraba a un lado de la cama iluminaba dejándome ver las facciones de su rostro.

—Eso no importa, tenemos que salir de aquí. Levántate ahora, tenemos que irnos.— dijo apurado.

Sacudí mi cabeza y me levanté de la cama, aún algo desorientada ¿Qué está ocurriendo? Miré mi vestimenta, mierda.

—Aún no llevo ropa interior.— me ruboricé en extremo al darme cuenta de lo que había dicho.

Quise darme una bofetada para reaccionar. Aún llevaba el vestido que había usado por la tarde y no estaba cómoda con eso.

—Entonces toma cualquier mierda y vayámonos. No hay tiempo.— respondió indiferente haciendo un ademan con la mano, sin si quiera prestar atención a lo que le acababa de decir.

Suspiré y tomé unos shorts de pijama junto con ropa interior limpia y corrí detrás de él hasta la cochera. Disparos, destellos de luz. Entré en el auto tan rápido como pude. Harry subió apresurado del lado del conductor y aceleró de manera violenta. Salimos por atrás dejando lejos los sonidos de disparos y los destellos poco visibles de luz. Me giré en el asiento para ver que rayos estaba pasando por allá. Me acomode de nuevo y posé mi vista confundida en Harry.

—¿Qué sucedió allí?— pregunte conmocionada.

Aún me encontraba algo adormilada pero sé que los disparos no fueron producto de mi imaginación así como la sangre en el rostro de Harry.

—Una emboscada.— respondió de manera automática.

—¿De qué? 

—¿A que te refieres?— preguntó con el ceño fruncido.

—Quise decir ¿Por qué los emboscaron? 

El sueño estaba afectándome de manera idiota. Antes de que respondiera, bostecé. 

—Son enemigos. Nos quieren muertos.— rió con ironía y continuó. —Está bien, todos nos quieren muertos pero ellos lo desean mas que nadie.

—¿Y por qué?

Definitivamente no era buena manteniendo una conversación a estas horas. Talle mis ojos con el dorso de mi mano y vi una mancha negra. Genial. Ahora soy un mapache, llámenme Jen la mapache. 

—¿No te has dado cuenta? — preguntó como si fuera obvio. —Soy un criminal, cariño. Todos nos quieren ver muertos.— dijo.

—¿A dónde iremos entonces?

— Mientras, a un hotel. Estaremos seguros.— respondió y no dije nada mas durante unos minutos.

Bostecé un par de veces más. El sueño estaba matándome y el camino era bastante largo. Sin poder resistir mas, cerré los ojos un minuto, no tenia planeado dormir sin embargo era algo que no podía controlar así que caí rendida.

—Jen, vamos. Despierta. No puedo entrar contigo así.— me quejé un poco y abrí mis ojos con suma lentitud.

Harry se encontraba junto a mi, había abierto la puerta de mi lado para despertarme.