The Devil is Beautiful |H.S - A.U.| (+18) -Corrigiendo-

SU PROPIEDAD.

Capítulo 41

Harry ordenó que desataran a mi hermano, sin embargo lo mantendría encerrado, bajo vigilancia. Me ha negado el ir a hablar con Robbie, incluso me dijo que no lo vería por unas horas.

Tener a mi hermano aquí es... Extraño, y vergonzoso.

No soy la misma, y eso está muy claro. Eh cambiado, y demasiado, y Harry tiene mucho que ver en eso. No me había puesto a pensar en cómo reaccionaría mi familia si se enterara de todo esto, si vieran lo que soy, no hasta ahora. La decepción y la tristeza en los ojos de mi hermano fueron suficientes para hacerme sentir la peor persona del mundo. Me hizo darme cuenta que estoy haciendo todo mal, que desde que me topé con Harry todo ha sido desgracia y problemas.

Sé que no voy a detenerme a pensar que hubiera pasado si Harry decide matarlo en mi ausencia, si no hubiera ido por mí para presenciar la mutilación de mi propio hermano. Sacudo mi cabeza con la intención de sacar los pensamientos negativos.

Con inseguridad, y mi cabeza hecha un lio me dispongo a ir a buscar a Harry. Para ser sincera, tengo miedo de que le pueda hacer algo a Robbie, y aunque realmente no tengo rostro para ver a mi hermano no deja de serlo, y puedo sacarlo de esto.

Hay una confusión en mi cabeza sobre lo que está bien y lo que está mal, lo correcto e incorrecto se mezcla al pensar en Harry y luego pensar en Robbie.

Mis manos no han dejado de temblar y toco a tientas el muro para bajar lentamente por las escaleras. La frialdad de las paredes me estremece y me regaño por no haberme puesto una sudadera. A pesar de estar dentro hace un frio invernal, y solo se me antojaría estar tomando café muy caliente.

Algunas voces hacen eco y puedo percibir que están cerca.

La soledad del lugar me perturba. No me había detenido a ver lo grande que es este lugar. Ridículamente grande, quizá. Es demasiado para mí, jamás me imagine en una casa tan grande, siempre pensé en una casa más pequeña, dos pisos, sencilla pero acogedora.

Al bajar el último escalón percibo las voces más cerca. Camino con mis brazos abrazándome, realmente quiero un café. Hay dos puertas entreabiertas que llevan a una clase de salón principal. Cuando estoy a punto de empujarla suavemente esta se abre sobresaltándome, Louis con una expresión igual a la mía ha abierto la puerta antes que yo.

—Jen, me asustaste. ¿Qué haces aquí? — preguntó tranquilo.

— ¿Dónde está Harry? —no puedo evitar que mi voz suene nerviosa y me regaño por eso.

— No lo sé, salió hace un rato. No dijo a donde iba, ni a qué hora volvería. — frunció el ceño.

— Y... ¿Mi hermano? —susurre, apenas audible.

Si Harry no estaba podría intentar convencer a Louis que me deje ver a mi hermano, al menos por un momento. Lo piensa un poco y mira incomodo hacia otro lugar. Pero al final dice.

— Esta abajo. — apunta con la cabeza al pasillo que lleva a la puerta del sótano.

Dudo un poco pero necesito ver a mi hermano. Tengo que sacarlo de aquí, antes de que algo pueda pasar. Convencerlo de no decir nada de esto será difícil, pero nada pierdo con intentarlo. Él no debería estar aquí, no debería de haberme visto... así, y mucho menos con Harry.

— ¿Crees que... pueda? — digo con un débil intento de sonar clara.

Louis niega lentamente con la cabeza y con una mueca de disculpa no me permite verlo.

— Harry lo dejo claro. No te quiere cerca, no por ahora. Cuando llegue de donde sea que fue puedes intentar convencerlo. — se encogió de hombro.