Capitulo 1

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Me dirigía por los pasillos subterráneos de mi despacho, pase caminando unos minutos hasta que llegue a la celda donde estaba este marica, amarrado a una silla y con una cinta tapando su boca así mismo con moretones por todo el cuerpo y con mancha...

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Me dirigía por los pasillos subterráneos de mi despacho, pase caminando unos minutos hasta que llegue a la celda donde estaba este marica, amarrado a una silla y con una cinta tapando su boca así mismo con moretones por todo el cuerpo y con manchas de sangre por su torso descubierto, miro hacia mi derecha y estaba Caleb con su camisa enriscada por arriba de los codos dejando ver sus múltiples tatuajes así como una marca que tenia en el rostro, seguido de esto miro a mi izquierda y estaba Elías apoyado en la celda viendo todo el espectáculo.

Me acerque un poco y le arranque la cinta de la boca al este hijo de puta, el cual hizo una expresión de dolor, movió su cabeza a un lado y escupió sangre, me dan ganas de reír de verlo en este estado ya que en muy estúpido pensó que no nos íbamos a dar cuenta de que este es parte del cartel Cielo Rojo los causantes por la muerte de mi madre y hermana.

—Caleb, ya sabes que hacer—le hago una señal con la cabeza para que termine lo que empezó así que este se acerca a una bandeja que tenía a un lado en el cual aparecían instrumentos quirúrgicos.

Lo veo tomar un bisturí, una vez que lo agarro, se acerco a él infiltrado y sujeto su cara con una mano y con la que estaba sosteniendo el bisturí lo paso por la mejilla izquierda hacia la majilla derecha lo único que se podía escuchar eran los gritos de dolor los cuales eran música para mis oídos en ese momento se escucha el tono de llamada de un móvil.

Elías saco el móvil de su pantalón y vio quien era el que estaba marcando, era una numero desconocido; me pasa el móvil y contesto poniendo el altavoz.

—Armando estas bien, no te has reportado en meses lograste averiguar algo de los Ortega—dijo la voz en tono demandante aun sosteniéndole la mirada al infiltrado, viendo como Caleb sigue torturándolo, solo se escuchaban sus gritos.

—Por el momento no puede contestar esta un poco ocupado—digo sosteniendo el móvil con mi hombro mientras me subo las mangas de mi camisa por encima de los codos.

—Que le has hecho a mi hombre hijo de perra—dice la voz con angustia.

—Aun no lo matado si eso te estabas preguntando imbécil, creíste que no nos daríamos cuenta de tu infiltrado, debiste pensarlo mejor dos veces antes de enviar a uno de tus hombres a mi territorio para sacar información—dije con tono demandante, Elías y Caleb solo me miraban.

—Te arrepentirás de esto Ortega, ten presente mis palabras te quitare todo me oyes—dice la voz con enojo, ya me estaba dando dolor de cabeza su maldita voz.

—Algo mas que me quieras decir antes de que maté a tu hombre—dije sacando mi arma Fn 5.7 con mis iniciales grabadas en ella.

—Vaz a arder en el infierno maldito—dice la voz antes de colgar la llamada.

En ese momento le quite el seguro a mi arma y le apunte a la cabeza, podía ver sus lagrimas caer por sus ojos, pero aun así no tuve piedad y dispare sin sentir nada; si soy un hijo de perra, pero este mundo me hizo lo que soy, forme un imperio de altos mercenarios a mi disposición los cuales son mi familia y quien toca a los míos se atendrá a las consecuencias.

Almas en Guerra #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora