nueve

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Dejé la mayoría de mis libros en el casillero, afortunadamente no había tanta tarea, solo unos cuantos problemas de matemáticas y algunos resúmenes. Caminaba hacia la salida del edificio y no lograba ver a Angie. -Más te vale que no te hayas ido Velasco...- pensé mientras la buscaba en el campus.

-Tú no te preocupes que tenemos todo el día- una sarcástica voz me sacó de mis pensamientos.

-Te estaba buscando- le dije sonriente.

-Si, como sea- rodó los ojos y comenzó a caminar -Sígueme- me indicó mientras se subía a su motocicleta.

-¡Dios mío! lo que tiene de amargada, lo tiene de sexy- pensé mientras la veía. Sacudí levemente mi cabeza, para salir de mis pensamientos. -S...Si- contesté y caminé hacia mi auto, lancé mi bolsa en el asiento trasero.

No fue muy largo el trayecto, solo tenía algo de dificultad al tratar de seguir la alta velocidad de Angie.

De pronto Angie se subió a la acera, estacionando su motocicleta ahí, aunque no parecía una casa, seguramente sería su trabajo. Me estacioné y bajé no muy segura.

-Espérame- me dijo antes de entrar a una enorme tienda de música. De todas formas entré detrás de ella.

-¡Angie!- un platinado y bajito salió detrás del mostrador y le saludó al mismo tiempo que estrechaban fuertemente sus manos.

-¡Wow!, ¿y tú eres?- le sacó la vuelta a Angie acercándose hacia mi.

-Nadie, no es nadie- Angie lo tomó de cuello de la camisa y lo regresó al mostrador. -Concéntrate en tu trabajo- le ordenó.

-¡Angie qué bueno que viniste!- dijo una chica que bajaba las escaleras con ambas manos ocupadas por dos cajas.

-Mari, hola- dijo un tanto ¿desesperada?.

-Llamó Pedro...- su mirada se quedó fija en mí, analizándome de pies a cabeza. Ella es de cabello marrón oscuro, levemente desordenado, jeans desgastados, converses viejos y maltratados. No me extrañaría que fuera la... la novia de Angie.

-¿Qué dijo?- preguntó la peliazul con cara de espanto.

-Que... que no podría pasar por Victoria- dejó las cajas en el piso.

-Pero... ¿por qué?- el desespero aumentaba.

-Su auto...­- dijo haciendo una seña con sus manos como de explosión y junto con el otro chico rieron.

-No puede ser­- miró el reloj en su mano. -Me va a matar- dijo caminando rápidamente hacia la puerta ­-Espérame aquí- me indicó.

-Sí, aquí espérala- sonrió el platinado cuyo nombre desconocía, mientras que era aniquilado con la mirada por esa tal Mari.

-Angie pero...­- hablé y regresó.

-No- tomó su cabello entre sus manos -No puedo ir en la motocicleta por ella- regresó al mostrador -Dame tu auto- le dijo al chico quien asintió con la cabeza y se agachó.

-Aquí tienes- sacó sonriente una patineta.

-Kevin- le dijo fulminantemente. Según lo que entendía Mari no era su novia, y la tal 'Victoria' era muy importante, así que seguramente que ella si sería la... novia.

-¿María?- se dirigió a la chica.

-Caminé- sonriente subió los hombros.

me, my self and i | brangie (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora