Luego de que Brisa Domínguez es dejada por su novia, decide llevar a cabo un plan para recuperarla cueste lo que cueste; pisoteado a quién tenga que pisotear, después de todo, no piensa en nadie más que en sí misma.
O así eran las cosas hasta que An...
-Por lo que veo aquí ustedes son las protagonistas- suspiró acomodando su saco y se sentó en su silla giratoria -Tienen cinco minutos para explicar lo sucedido o las tres se van suspendidas por un mes-
-Esta tiene la culpa- dijeron ambas al unísono.
-¡Ya!- grité -¡Cállense las dos!- ordené y pararon de hablar en seco. -Micaela fue a sacarnos de clase junto con Bárbara Martínez sólo para decirnos que había partido el miércoles, Angie le reclamó por sacarnos de clase sólo para decirnos eso pudiendo esperar para hacerlo en el descanso. Micaela se entrometió en cosas en las que no debe, Angie se molestó y yo la llamé para que paren pero Micaela me ofendió y Angie me defendió, eso fue todo- expliqué rápidamente.
-Tomaré la explicación de la señorita Domínguez como la única y verdadera- sacó unos papeles de uno de los cajones del escritorio -Es una tontería- remarcó -Que hagan un lío como este por algo sin importancia- negó presionando su pluma que anteriormente estaba en el bolsillo de su saco -Puede irse a clases ya- me puse de pie y salí de la oficina.
Había sido la pelea más estúpida que podía existir, esto parecía más bien un pretexto de Angie para golpear a Micaela.
-¿Puedo pasar?- pregunté y todas las miradas se enfocaron en mí, como de costumbre.
-¿Dónde estaba?- preguntó la maestra de Matemáticas.
-En la dirección- expliqué y me dejó entrar. Todos intercambiaban miradas cómplices y secreteaban.
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-Hola- levanté la mirada y era Angie quien se sentaba frente a mí.
-Hola- contesté seria mientras seguía haciendo dibujos invisibles en la mesa de la cafetería -¿Cómo te fue con el director?- pregunto entrelazando mis manos y poniendo mi cabeza sobre estas.
-Suspendida una semana- sonrió como si no le importara en lo más mínimo.
-Eres una tonta Velasco- le dije golpeando su brazo.
-Sí, no debiste hacerlo- fruncí el ceño -Si la hubieras ignorado esto y esto...- señalé su golpe en el labio y en su pómulo izquierdo -No hubiera pasado- soltó una carcajada.
-Si ella no hubiera abierto la boca, no hubiera pasado esto, esto y eso- señaló sus golpes y después hacia Micaela, igual con golpes en el rostro y que seguramente no serán los únicos. La había embestido dos veces y las dos veces chocó con el piso.
-¿Y ella también está suspendida?- le pregunté fingiendo indiferencia.
-No- arrastró la palabra con enojo -Es el primer 'problema' que tiene, así que sólo tendrá detención, además yo di el primer golpe.-
