quince

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Maratón 5/10

Continuamos respondiendo la guía, pero el silencio me mataba, hasta que finalmente conseguí hacerla hablar. Yo le hacía preguntas y ella las respondía, sin embargo se negaba a preguntarme algo.

Su color favorito era el Azul, aunque no lo usara demasiado, es lesbiana abiertamente, su comida favorita es la pizza, sabe tocar la guitarra, trabaja en la tienda de música de lunes a domingo y su amigo la está cubriendo mientras que termina el trabajo conmigo.
No tiene novia, Y me detesta. Aunque eso ultimo no es algo que yo no supiera, de todos modos me lo recordó.

-¡Vamos pregúntame ahora tú!- insistí pero ella seguía negándose a preguntarme.

-No.-

-¿Por qué no?- dije con voz de niña pequeña -Debe de haber algo que quieres preguntarme- sonreía todo lo que mis mejillas me permitían.

-Ya te dije que no­-

-Anda- pedí nuevamente -Solo una.-

-¿Te callarás si te pregunto?-

-Si si si- dije rápidamente.

-Listo­- sonrió y se volteó a la guía nuevamente.

-¿Listo qué?- pregunté sin entender.

-Ya, ya te pregunte que si te callarías si te preguntaba y ya me respondiste, no molestes más- Explicó sin voltear a verme.

-Que graciosa- dije sarcásticamente.

-¿Tu y Benza son algo?- rompió el silencio que nuevamente se había apoderado de la sala.

-"Algo" ¿en qué sentido?- pregunté ya que no sabía bien a qué se refería.

-O sea salen o salieron...- especificó.

-No salimos ni saldremos- expliqué sin despegar mi mirada -Ella es mi mejor amiga, como mi hermana- sonreí inconscientemente -¿Por qué?, ¿Estás celosa?- pregunté divertida.

-Quisieras- dijo riendo.

-¡Hey estás riendo!­- le dije victoriosa.

Tomé mi bolso, ya eran las ocho, así que iría por Victoria para después dejarme en mi casa

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Tomé mi bolso, ya eran las ocho, así que iría por Victoria para después dejarme en mi casa.

-¿Angie?- le dije ya en el auto.

-¿Qué?-

-Se dice 'Mande', grosera- le dije riendo.

-Mande Señorita "Soy-la-más-educada-del-mundo"-

-Quería preguntarte otra cosa- dije algo intimidada, ante la pregunta que le haría.

-Pues pregunta- dijo segura viendo el camino.

-¿Tus...Tus padres fallecieron?-

-¿Por qué preguntas eso?- su rostro que ya comenzaba a verse más pacífico se tornó en uno completamente duro. -Bien hecho Brisa- me recriminé a mí misma.

-Y... Yo- tartamudee nerviosa al sentir su fija mirada -Es que Victoria me dijo algo as­í- ya no sabía ni que decirle. Regresó su mirada al frente enfocándose en el camino. -Lo siento si te incomodé con esa pregunta- me disculpé, ya que yo mejor que nadie sabía lo que era hablar de ese tema.

En silencio llegamos hasta el salón de fiesta donde horas antes habíamos dejado a la pequeña. Se estacionó y estaba por bajar pero la tomé del brazo evitando que bajara.

-¿Puedo ir yo por ella?- le dije en tono de súplica, rodó los ojos y cerró la puerta acomodándose nuevamente en el asiento -¡Gracias!- le dije con una enorme sonrisa. Bajé rápidamente y camine hasta la puerta del salón infantil.

El salón de eventos estaba decorado con globos rosas y blancos, además de pequeños adornos de princesas, muy lindo.

Había muchos niños y niñas corriendo de un lado a otro, no lograba encontrar a Victoria.

-Hola- una señora rubia, ojos verdes me saludó con una gran sonrisa.

-Hola- le respondí el saludo -Vengo por Victoria Velasco, pero no logro verla- le informé mientras agudizaba mi mirada tratando de encontrarla.

-Ah claro- pero que empalagosa sonrisa que tenía esa mujer -Espera que voy a buscarla- se dio la media vuelta para después dirigirse hacia donde estaban todos los niños.

-¿Dónde está?- escuché la voz de Angie detrás de mí, así que de inmediato gire y levante mi mirada.

-Fueron a buscarla­- sonreí y me acerque a ella.

-¿Por qué querías venir tú por ella?- preguntó mientras su mirada divagaba por el rosado lugar.

-No lo sé- me acerqué aún más y la rodeé con mis brazos.

-¿Qué haces?- preguntó dando un paso hacia atrás.

-Se llaman abrazos, Angie- dije obvia -No sé si los conoces- puso los ojos en blanco.

-Si sé que son, ¿Pero por qué lo haces­?- volvió a retroceder tratando de librarse de mi abrazo, pero no lo lograba.

-¿Y por qué no hacerlo?­- mi barbilla estaba recargada en su pecho para poder verla.

-¿Angie?- una voz femenina se escuchó a mis espaldas.

me, my self and i | brangie (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora