Luego de que Brisa Domínguez es dejada por su novia, decide llevar a cabo un plan para recuperarla cueste lo que cueste; pisoteado a quién tenga que pisotear, después de todo, no piensa en nadie más que en sí misma.
O así eran las cosas hasta que An...
'No lo hagas Angie' sentenció una voz en mi interior. Demasiado tarde, ya lo había hecho. Brisa se sobresaltó al momento que abrí la puerta.
-¡Basta Angie! ¡Me tengo que ir!- dijo pero simplemente la ignoré, me adentré en el auto y le quité las llaves, ella bufó molesta. Rápido me hice a un lado y sacudí las llaves. -Dámelas ya- ordenó aún dentro del auto.
-Ven por ellas- volví a agitarlas. Me fulminó con la mirada.
-Dámelas- repitió
-Ven por ellas- arrastré las palabras provocándola. Golpeó con furia el volante, bajó del auto y acomodó su vestido. También me bajé del auto. Se veía tan inofensiva, aunque claramente no lo era. Dio dos lentos pasos y tendió su mano, sin quitar su aniquilante mirada. Una vez más agité las llaves, ella quería reír.
-De verdad no te entiendo- caminó hacia mí y me arrebató las llaves. Se dio la media vuelta para regresar a su auto, pero no pudo siquiera dar un paso ya que la sujeté por la cintura.
-¿De verdad te gusto?- susurré en su oído.
-¿Para qué me lo preguntas?- volteó y me reclamó -De todos modos, si te digo que si me dirás por enésima vez que yo no te intereso- hablaba aceleradamente y al parecer no pensaba callarse. La única forma coherente que se me ocurrió para callarla fue tomarla por la cintura, apegarla a mi cuerpo y sellar sus labios con los míos, no me importaba si me correspondía o no. Cerró los ojos, acción que repetí. Sus manos treparon por mi pecho hasta convertirse en un abrazo. Sus suaves labios se movían rítmicamente con los míos. Pasé una de mis manos por su nuca, atrayéndola aún más a mis labios dándole una mayor profundidad a nuestro beso.
POV. BRISA
-Angie...- dije entre besos -Angie me tengo que ir- hablaba en susurros teniendo la esperanza de que no me escuchara y siguiéramos en ese momento que tal vez en segundos podía nuevamente convertirse en pelea.
-Llama a Benza y dile que no irás- se separó de mis labios y me entregó el celular que rápidamente había sacado del bolsillo de su pantalón. La miré insegura y lo notó, ya que rió -No te haré nada- levantó su mano extendida como si jurara algo.
-Me matará- le dije riendo -Será mejor que me vaya- aún estaba algo atondada y desconcertada por su reacción.
-Entonces la llamo yo- dijo levantando la ceja.
-Nos vemos mañana- me acerqué y di un lento beso en su mejilla.
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Fue divertido volver a pasar tiempo con Martina, la extrañaba. Hablamos sobre ella y Lourdes y lo que había pasado hoy con Angie.
-¿Entonces te gusta?- soltó una carcajada dejándose caer en el enorme sillón puf azul marino.
-No- contesté divertida tirándome en la cama de Martina. -Tuve que decirlo, no pienso perder- sonreí agrandada.
-¿Y de verdad quieres regresar con Micaela?- preguntó con cara de molestia.
-Si- sonreí -Pero yo no regresaré con ella- mordí mi labio inferior -Ella regresará conmigo- Martina negó con la cabeza.
