treinta y uno

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Angie volteó y se encontró con la misma sorpresa que yo. Soltó mi mano y disimuladamente volvió a apoyar sus codos en sus rodillas.

-Yo... ya vengo- se puso de pie y se fue hacia el área de juegos. Martina seguía anonadada. Lourdes se acercó y susurró algo en su oído, Martina asintió y ella se fue. Levanté mis cejas y le sonreí de lado a mi amiga.

-Gané- articulé sin producir sonido alguno.

-No es verdad- riendo negó con la cabeza.

-¿Qué? ¿Cómo?- dije alterada. Martina caminó hacia mí y se sentó a un lado donde anteriormente estaba Angie -Pero tú y Lourdes acaban de vernos- dije bajando mi tono, Angie no podía enterarse por nada del mundo, ya que aún no llegaba a mi objetivo principal: Micaela.

-No linda...- chasqueó la lengua -Quedamos que sería mínimo un 'te quiero' en público.-

-Te estás echando para atrás Martina Benza- aseveró mi mirada, yo había ganado y punto.

-No- rió -Nunca dije eso, pero habíamos quedado que un beso no bastaba, ¡pudiste habérselo dado sin siquiera hablarle!- tenía razón.

-No Martina, no es justo- reclamé.

-Sí es justo. Sino, no sería justo para mí-

-Eres una tonta Martina- le dije empujándola.

-Tú más- tomé mis mejillas y me acercó a ella para darme un beso en la frente -Creo que incomodamos a tu chica mala- sonrió frunciendo el ceño.

-Tenlo por seguro- rodeé los ojos.

-Bueno, me iré...- dijo señalando hacia donde Lourdes estaba.

-Si claro, vete con ella. Ya no existe nadie más para ti que no sea ella- dije haciéndome la ofendida.

-Pues no se dé qué te quejas, si tampoco creo que me recuerdes muy seguido- subió una de sus cejas.

-Pues crees mal- me crucé de brazos, de verdad la extrañaba -Las cosas no andan muy bien en mi casa- conté como si nada, no quería agobiarla con mis problemas.

-¿Tú mamá?-

-¿Quién más?- pregunté y reí irónicamente.

-¿Y por qué no me llamaste? Hubiera pasado por ti- nuevamente frunció el ceño.

-No- reí -No te preocupes, es lo mismo de siempre- suspiré -¡Ya! ¡Anda!- le dije señalando con la barbilla a Lourdes quien esperaba en una mesa.

-Llámame­- hizo una seña con su mano simulando un teléfono y me guiñó un ojo, fue imposible no reír. Me abrazó, me dio otro beso en la frente y se fue. Las vi alejarse en dirección a la caja. ¿Qué se creía la cajera esa? ¡Ahora con Martina también! ¿Qué faltaba ahora? ¿Qué Micaela entrara y también se la tragara con la mirada? Reí al notar el rostro de molestia de Lourdes. Un punto a su favor, cuidaba a mi amiga.

-¿Quién era ella?- me sorprendí al ver a mi derecha y encontrarme con Victoria.

-Ella es mi mejor amiga- le contesté sonriente.

-Ah- dijo mirando hacia ellas -¿Y ella?-

­-Ella es su novia- le contesté y frunció el ceño ¡Hoy todos lo hacían! Abrió sus ojos a tope como si recordara algo y llevó sus manos a su boca. Una traviesa risita se le escapó.

-Brisa, ¿tú y Angie son novias?- otra vez esa pregunta.

-Hey- dije riendo -¿Por qué preguntas eso?- comencé a hacerle cosquillas y esta comenzó a retorcerse en el sillón.

-Porque...- dijo haciendo una pausa tratando de recuperar oxígeno después de mis cosquillas -Porque yo las vi dándose un besito aquí...- dijo señalando sus labios y un tono rojizo se apoderó de sus mejillas. Esta vez fui yo quien llevó sus manos a su boca fingiendo estar sorprendida.

-No pequeña- le dije mirando hacia abajo realmente apenada

-Angie y yo no somos novias- curvó su labio inferior hacia afuera haciendo una mueca de tristeza.

-¿Y por qué... se dieron un besito?- nuevamente el tono carmín se adueñó de su rostro. ¡Mierda! ¿Y ahora qué le diría? -¿No la quieres?- ¿Por qué tenía que ser tan directa?

-Yo... yo si la quiero- ¡No! ¡Yo no pude haber dicho eso! -Pero ella y yo sólo somos amigas y lo que viste fue algo que no debimos hacer- ¡No tenía idea de qué decir! ¡Dónde demonios estaba Angie!

-Ah­- dijo nuevamente con una mirada triste -Toots dice que eres linda- ¿¡QUÉ!?.

-¿En serio?- pregunté sorprendida.

-Si- sonrió -Ella dice que eres muy linda- está bien, estaba impactada. Angie llegó a nuestro lado

-¿De qué tanto hablan ustedes?- preguntó alzando a la pequeña quien abrió a tope sus ojos.

-De nada Angie, cosas de mejores amigas- Victoria rió y abrazó a su hermana ocultando su rostro en su cuello.

Nota:
Morí y reviví 7 veces con este cap #ayuda

me, my self and i | brangie (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora