veintiuno

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-Acepta que te agrado- le susurré en el oído y después besé su mejilla.

-Basta- dijo seria poniéndose de pie, tratando de liberarse de mi abrazo -Sabes bien lo que pienso de ti- rodee la banca para acercarme a ella.

-Y quiero cambiarlo...- le dije seriamente -¿No te das cuenta?-

-Lo que no entiendo- negó con la cabeza -¿Por qué conmigo? ¿Qué no puedes seguir a otra de las miles de chicas de aquí?- dijo con fastidio -Por enésima vez, aléjate de mí, búscate a otra y así las tres salimos ganando- pasó su mano por su cien.

-Me agradas. Si, si puedo seguir a cualquiera de las otras chicas de aquí pero... no quiero- le respondí sus preguntas.

-¿Por qué?-

-Porque cualquiera me diría que sí a la primera...- reí -Y dicen que lo que fácil viene fácil se va- acomodé mi bolsa en mi hombro -Pero no te molestaré más, como te dije hace rato ya fui suficientemente rechazada- hice un intento de sonrisa -Rompiste record Velasco- suspiré -¿Era para eso que querías verme?- que patética, yo esperaba que fuera para decirme que está enamorada de mí y quiere gritarlo a los cuatro vientos. Exagerada ¿no creen?.

-No, no era para eso- dijo con un tono más suave -Era para...- comenzó a hablar pero al parecer se arrepintió -Para nada, olvídalo- sacó sus llaves de su bolsa y tomó su mochila que estaba aún en la banca.

-Vamos, dime- insistí antes de que comenzara a caminar.

-No- volvió a negarse.

-Necesitas mi ayuda...- alargue risueña y su mirada cayó hasta el piso.

-Dime, no le diré a nadie que me pediste ayuda- reí y puso los ojos en blanco.

-¿Podrías cuidar a Victoria por unas horas?-

-¿Que no era que no querías que se relacionara conmigo?- pregunté divertida.

-Mejor olvídalo- dijo molesta y comenzó a caminar.

-Hey Hey- caminé detrás de ella y la tomé del brazo -Renta un sentido del humor- le dije mientras la hacía voltear hacia mí -Claro que la cuido-

-G..Gra...-

-Si no lo quieres decir no lo digas, no es necesario- la interrumpí ante su dificultad para agradecerme.

-Tengo que ir a la tienda, tengo tres días de no ir y el que los cuidaba mientras yo no estoy hoy no podrá hacerlo, llegaré cerca de las ocho ¿está bien?- asentí perdida en esos ojos chocolate. -Ten...- me entregó las llaves de la casa.

-Entonces... nos vemos en un rato- se dio la media vuelta para caminar hacia su motocicleta.

Nota:
Pónganle condón al final pq se viene fuerte

me, my self and i | brangie (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora