Luego de que Brisa Domínguez es dejada por su novia, decide llevar a cabo un plan para recuperarla cueste lo que cueste; pisoteado a quién tenga que pisotear, después de todo, no piensa en nadie más que en sí misma.
O así eran las cosas hasta que An...
Hoy tardé más tiempo eligiendo que ponerme, pues me vería con Angie. Bajé las escaleras corriendo al escuchar la bocina de su auto.
-¿A dónde vas?- preguntó mi madre desde la sala, donde leía unos papeles.
-Angie me invitó a cenar.- dije con una enorme sonrisa.
-¿Y cuándo me pediste permiso?- lo hacía intencionalmente, ¿cierto? Podía faltar dos días a casa y no se daba cuenta, pero no podía ir a cenar y regresar si no le había pedido permiso.
-Te lo dije el martes- mentí, de todos modos no recordaría.
-Está bien- dijo sin despegar la mirada de las hojas. Rodeé los ojos y caminé hacia la puerta.
-Wow- levantó ambas cejas al verme -Creo que tendremos que ir a un lugar más elegante de lo que había pensado- ambas reímos.
-Si quieres me cambio- dije señalando hacia atrás.
-No, no- negó con la cabeza -¿Vamos?- caminamos hacia su auto, ella hacia el lado del piloto y yo al del copiloto. Abrió la puerta y subió, al contrario yo puse mis brazos en mi cintura y la miraba a través del vidrio frontal. Me miró y rió negando con la cabeza. -¿Es en serio?- preguntó con la sonrisa en sus labios.
-Pues en mis tiempos las cosas se hacían así- dije como si fuera una mujer de noventa años.
-¿En tus tiempos?- preguntó saliendo del auto.
-Sólo hazlo y no preguntes- mordí mi labio inferior reteniendo mi risa.
-Como ordene 'princesa'- rodeó el auto y abrió la puerta.
-Aww- dije enternecida -Me dijiste princesa- la miré con ternura.
-Fue sarcásticamente- puso los ojos en blanco.
-Yo sabía que había una Angie dulce detrás de esto- hice un ademán señalando su ropa.
-Sar-cas-mo- separó en sílabas -Lo conoces de sobra- quería reír a carcajadas, era divertido molestarla así.
-¿Y a dónde tenías planeado que fuéramos?- le pregunté y subió los hombros en señal de 'No lo sé' -¿McDonald's?- una vez más rió y me miró por un par de segundos. Luego regresó la mirada al camino y condujo al menos cinco minutos.
-Es broma ¿verdad?- esta vez sí solté una risa muy fuerte.
-Tú querías venir aquí, ¿no?- sonrió divertida mientras parqueaba el auto en el estacionamiento del mencionado restaurante.
-Angie, era sarcasmo...- bufé y bajé del auto, se estaba vengando por lo de "princesa".
-¿No te gusta?- preguntó cerrando la puerta del auto y caminó hacia mí.
-Si lo hubiera sabido antes, no me hubiera partido tanto la cabeza tratando de encontrar un lindo vestido.-
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