Capítulo 9

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Me desperté debido a la luz del sol que filtraba por las ventanas. Un momento, ¿yo no había puesto las cortinas cerradas? Abrí solamente un ojo y pude ver a Pedri y a Ferrán en la ventana, sonriendo divertidos.

-Mhm, cerrad las cortinas

-Venga, arriba perezosa

Me estiré en la cama y finalmente abrí los dos ojos. Me levanté a duras penas de la cama y fui a lavarme la cara. 

-Hey, ¿estás mejor que ayer?- me preguntó Ferrán entrando al baño seguido de Pedri

Asentí, y él sonrió aliviado pasando un brazo por mis hombros. Les sonreí a ambos y me puse las zapatillas antes de salir, pero claro, tenían que hacer comentarios sobre el "pijama" que llevaba puesto.

-Si que te ha gustado la equipación- me dijo el canario

-Yo creo que le gusta más la persona que se lo ha dejado

Me sonrojé sin poder evitarlo ante el último comentario. Miré a Ferrán como si quisiera matarlo.

-Me puse lo primero que pillé, solo quería dormir

-Ajam- soltó el valenciano

Le pegué un puñetazo amistoso en el hombro y por fin, bajamos los tres al comedor para desayunar con el resto entre risas. 

El comedor que teníamos parecía muy animado hoy, se escuchaban risas desde afuera. Vaya, hoy se han levantado de buen humor. Llegamos al comedor, y mi vista se fijó enseguida en la chica rubia, de ojos verdes y metro setenta que había junto a los futbolistas.

Los pensamientos y emociones que tuve ayer antes de dormir, sin poder evitarlo volvieron. Los aparte lo más rápido que pude, y antes de que alguno dijera nada, Marcos llamó a Ferrán para que saludará a Sara, porque ellos ya se conocían. Sin rechistar, el valenciano avanzó hacia donde estaban todos y le dio un gran abrazo a la rubia.

-¿Tu no vas?- le pregunté a Pedri, que seguía junto a mí

-No la conozco- dijo mientras se encogía de hombros

Ambos avanzamos hacia todos los jugadores y la que sería mi compañera de prácticas durante estos meses. Nada más llegar sentí su mirada sobre mí. Me miró de arriba abajo, como si me tuviera que hacer un escaneo para decidir como comportarse conmigo. Su cara delató que no le gusto como iba vestida, aunque solo lo percibí yo. 

-¡Ya estamos todos!- exclamó Koke

-Mira Sara, él es Pedri y ella es Ana, tu compañera

Ella, encantada, fue hacia Pedri y lo saludo con un abrazo, con toda la confianza del mundo, y a mi a penas me miró. Cosa que todos notaron. ¿Me importo? Ahora sinceramente no mucho. Después de este desagradable encuentro, todos nos sentamos en una misma mesa, y yo me senté en mi sitio habitual, al lado de Pedri y Morata. 

-Oye Ana, ¿me dejas sentarme a mi ahí? 

La miré de arriba abajo y enarqué una ceja en su dirección.

-Hay muchos otros sitios- fue lo que finalmente respondí

Se ve que a ella no le gusto mi respuesta, vaya, que pena me daba. Se termino sentando al lado de Koke y Busquets, unos sitios más alejados de donde estaba yo. Bien, distancia.

-¿Cómo estás hoy, enana?- me pregunto Pau

Fruncí el ceño sin entender de lo que me hablaba. ¿Tanto se notaba que la compañía de dicha rubia no me hacia ilusión?

-¿Eh?

-Ferrán nos conto que ayer no estabas muy alegre, ¿ya estás mejor?- aclaró Morata a mi lado

Un momento, ¿acaso se estaban preocupando por mí? Algo en mi pecho se calentó. Pensar que estos chicos se preocupaban de como me encontraba, me hacia sentirme querida.

Antes de que pudiera contestar, un agudo grito llego a mis oídos, y se ve que a los de los demás también.

-¡Papi!- dijo la rubia levantándose de su asiento y corriendo hacia Luis Enrique. Perfectamente podría haberme quedado sorda.

Debido al susto, pegué un salto en mi sitio. Unas manos se posaron en mis hombros evitando que perdiera el equilibrio.

-Gracias- le dije al canario

Él me sonrió y paso un brazo por mis hombros atrayéndome hacia él. Me abrazo de lado y terminó dándome un beso en el pelo. Sonreí inconscientemente. 

-Chicos me ha dicho mi padre que debéis ir a entrenar- dijo la rubia

Cuando la mirada de aquella rubia cayó sobre mí, me puse en modo alerta.

-Y tú, ¿te puedes ir a cambiar ya, no? Ya todos te hemos visto

Fruncí el ceño, molesta. Oh sí, si que lo estaba. ¿Quién se creía esta tipa para decirme lo que hacer? Muy a mi pesar, me deshice del abrazo de Pedri y me levanté de mi sitio. Sara sonrió, pensando que me iba a mi habitación, pero dejo de hacerlo cuando vio que iba en su dirección.

Pedri y Ferrán intercambiaron una mirada de alerta, para intervenir en cualquier momento que fuera necesario. Ambos me veían muy enfadada. 

-¿Y si no quiero, qué?- dije plantándome enfrente de ella. Vale que medía bastante más que yo, pero eso ahora mismo me daba igual

-¿Vas a ir así todo el día? ¿Por qué no puedes vestir como una chica normal?

Algo en mi interior se removió. La rubia que tenía enfrente sonrió al ver que ese último comentario me había afligido.

-Venga chicas ya- intentó disipar el ambiente Pau

-No necesito llevar vestidos ajustados ni mierdas de esas para agradar a la gente

El ambiente se volvió más tenso, Pedri y Ferrán ya estaban levantados de sus sillas, alerta. 

-Venga chi- intento hablar Morata, también poniéndose de pie, pero la rubia lo cortó

-¿Acaso no te das cuenta? Todo el mundo se da cuenta de que sobras. Ahora tan solo eras la nueva. La nueva y joven chica que va a hacer prácticas durante un tiempo. ¿Quieres saber que pasará después? Te irás y nadie te recordará, cuanto antes lo asumas, mejor

Analicé cada una de las palabras que me había dicho. Muy similares a unas que había escuchado en boca de otra persona hace un año. Y dolían, claro. Pero a pesar de eso sonreí.

-Eres muy similar a una persona que conocí hace tiempo. Me dijo básicamente tus mismas palabras. Oh sí, algo demasiado parecido. Tu y él dijisteis que yo era reemplazable, cuando me las dijo él me dolieron, pero cuando lo has hecho tú, ya no duelen. ¿Quieres saber porque? Porque al final, el que fue reemplazado, sorpresa, fue él. Así que, parece ser que quieres seguir su camino

Perfectamente, por las orejas de aquella rubia podía salir humo de lo enfadada que está. Antes de que fuera capaz de reaccionar vi como el cuerpo de Sara venía contra mí. Cerré los ojos esperando que se tirase encima de mí.

Pero eso nunca pasó. 

Cuando abrí los ojos, vi que Marcos la sostenía para que no siguiera avanzando hacia mí.

-¡Eres una zorra!

-Damunt la mala soc jo (Encima la mala soy yo)- dije en valenciano, mi idioma natal

Algunos de los presentes no me entendieron. 

-Ja Ana, deixala estar, anirem a parlar amb el míster (Ya Ana, déjala estar, iremos a hablar con el míster)- me dijo Ferrán con una sonrisa. Los pocos que entendieron lo que había dicho asintieron

Asentí en su dirección, aún un poco molesta. Mi mirada se dirigió a Pedri, y al ver que seguía un tanto molesta me guiño un ojo, que me hizo sonreír un poco más. Él también sonrió.

Todo por ti - Fanfic de Pedri GonzalezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora