Capítulo 10

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Iba de un lado para otro mordiéndome la uña del dedo pulgar.

Ahora que mi enfado se había disipado, y había podido comprender con más claridad lo que acababa de pasar, los nervios se apoderaban de mí. Detrás  de aquella puerta estaban Sara y Luis Enrique hablando de lo sucedido. No sabía con exactitud lo que podría pasar a partir de ahora. 

-Ana deja de ir de un lado para otro- me dijo Pau, tranquilo

-No puedo- dije andando más deprisa, si es que eso era posible

¿Podía Luis Enrique echarme de las prácticas? No lo sabía, y tampoco sé si quiero hacerlo. Seguramente Sara le estaría contando una versión distorsionada de todo lo que había pasado. Ella fue quién me provoco desde el principio. 

Sentí un tirón en mi brazo, que provocó que acabara sentada en unos de los sofás que había por allí.

-Relájate, ¿vale? Todo estará bien- me dijo Pedri con un brazo rodeándome la cintura

Lo mire unos segundos. Intenté tranquilizarme. Mis nervios se disiparon un poco, pero eso no evitó que mi rodilla derecha subiera y bajara rápido. 

Ahora mismo no era consciente de lo cerca que Pedri y yo estábamos, su brazo rodeaba mi cintura y de vez en cuando me hacia caricias allí para que me relajara. Por no decir que seguía con mi pijama / su equipación de fútbol.

La puerta se abrió dejando salir a la chica rubia echa una furia, se fue corriendo de la habitación y todos miramos hacia la puerta. Un Luis Enrique con cara seria inspecciono la habitación.

-Ana entra, porfavor

Cerré los ojos y suspiré antes de levantarme de donde estaba. Entre en aquella especie de sala / despacho y Luis Enrique cerro la puerta a mi espaldas. Me hizo sentarme en una silla y después él se sentó a mi lado.

-Vera, se que su hija le habrá contado todo lo que sucedió, pero no sé si lo que le contó sea cierto o no...

-Ana

-Pero le juro que yo no quería que nada de esto se saliera de las manos, yo no quería crear un gran conflicto ni involucrar a nadie más...

-Ana- volvió a insistir él, pero yo ya había arrancado a hablar y no había probabilidades de que parara

-Prometo que no volverá a pasar. No soy una chica muy conflictiva, bueno, solo cuando me tocan las narices y me molestan demasiado, pero a usted debe pasarle lo mismo ¿verdad? Solo quería disculparme por mi comportamiento y por todo lo sucedido

Necesite coger aire ya que todo lo último dicho lo había dicho demasiado rápido. Mire al entrenador y este me miraba con una ceja enarcada.

-¿Has acabado?

-Sí, eso creo

-Bien, voy a decirte dos cosas, la primera, no me vuelvas a hablar de usted, me hace sentir mayor

Asentí rápidamente. Estaba impaciente por saber la última noticia que él me daría.

-He hablado primero con mi hija porque yo estaba en el comedor cuando toda la situación se os fue de las manos. Y antes de que vuelvas a hablar, sí, escuché toda la disputa que tuvisteis, así que no hace falta que me digas nada

-¿No me va a echar?- pregunté aún con cierta duda

-Dios no, aún te queda mucho por aprender con nosotros

No se si fue el momento, los nervios o la emoción que me recorrió lo que hizo que lo abrazase aliviada.

-Gracias, gracias, gracias

Él rio divertido por la situación y después de unos segundos lo solté. Me dijo un par de cosas más y pude salir de su despacho. 

-¿Qué tal todo?

Sonreí abiertamente y fui a abrazarle a él también. Hoy estaba muy contenta, y todo se debía a la noticia que me acababan de dar. Él no dudo en contagiarse de mi felicidad y me correspondió al abrazo enseguida.

-Aww, pero que adorables- dijo la voz de mi mejor amiga. 

Espera un momento. ¿Laura?

Me separé un poco del canario y pude ver a Marcos sonriendo con mi teléfono en las manos, enfocándonos con él. Mi mejor amiga sonreía a través de la pantalla. Estaban haciendo una videollamada con mi mejor amiga, y lo había visto todo. Oh no.

-¿Laura?- dije frunciendo el ceño

-Sí, soy yo, pero no puedes culparme. ¡Tú me enviaste aquellos mensajes diciendo que podrían echarte de las prácticas! Estaba preocupada

-Oh si, está todo bien

-Ya lo veo- dijo con una sonrisa en la cara, conocía esa sonrisa

-No empieces

-Lo siento, esto no ha hecho más que empezar

-¿Alguien nos puede explicar que pasa? No todos tenemos vuestra conexión mental

-No pasa nada

Le arrebaté el teléfono a Marcos y mire a mi mejor amiga.

-Bueno ya has visto que estoy de una pieza, sana y con mis prácticas intactas. Además el entrenamiento va a empezar ¿te dejo vale?

Antes de que Laura dijera nada, sentí un brazo deslizándose por mis hombros y una leve presión en mi pelo. Mire mi imagen en la pantalla, y vi a Pedri a mi lado. La sonrisa de Laura se hizo más grande. 

-Dejaré que me cuelgues, pero esta noche tenemos que hablar de muchaaas cosas

-Esta bien

-Bien. ¡Te quiero, Anita Dinamita!

-Te quiero, Laurita Golondrina

Antes de colgar, vi como su sonrisa se desvanecía y una mueca de molestia la invadió. Ja, yo también sabía jugar ese juego absurdo de motes.

Los chicos se fueron yendo a sus habitaciones a cambiarse para empezar el entrenamiento y yo fui yendo hacia el campo para verlos entrenar y por si había algún inconveniente con alguno, poder tratarlo.

Todo por ti - Fanfic de Pedri GonzalezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora