Ya hacía casi un año que la relación a distancia que tanto amo y cuido, comenzó. Para mi, era inimaginable que una cría como yo hubiera superado las dificultades de todo lo que suponía la distancia. Ambos tuvimos momentos malos, como en toda relación, pero los supimos arreglar y seguir siendo los mismos.
No puedo decir que no lo echos de menos. Las videollamadas cada noche no es lo mismo que sentirlo y poder hacer cosas juntos. La última vez que nos vimos fue por mi cumpleaños y ya hace tres meses de eso. Ahora Pedri no podía venir a verme porque estaba centrado en los últimos partidos de la liga. Él sabía que yo lo apoyaba en la distancia.
Escuché voces en el salón por lo que supuse que Ferrán ya había llegado.
Ferrán es una de las personas más importantes para mi hoy en día. Desde la Eurocopa somos inseparables y ambos nos ha apoyado tanto a Pedri como a mi en esta relación. Es el mejor. Salí del cuarto con Coco caminando a mi lado.
Abracé al valenciano nada más verlo. También hacia bastante tiempo que no lo veía a él, todos estaban muy pendientes en el final de la liga y yo disfrutaba viéndolos a todos y cada uno de ellos. Su olor me inundó y sonreí inconscientemente.
-¿Qué tal enana?
-Bastante bien, ¿y tú?
-Bueno, ahí ahí
Fruncí el ceño y me aparté para mirarlo. No lo había notado a primera vista, pero se le veía algo nervioso aunque tratará de disimularlo.
-¿Quieres hablar?
-Eh... mejor vamonos ya
Tiró de mi brazo y casi ni tuve tiempo a despedirme de mi padre. Ferrán estaba nervioso, pocas veces lo había visto así, de normal suele ser un chico alegre y despreocupado. Cuando empezamos a caminar por las calles de valencia centro me soltó del brazo y se pasó las manos por la cara.
-Ferrán, ¿qué cojones te pasa?
-Siempre tan dulce- alcé una ceja y suspiró- vamos a sentarnos en una terraza y te lo cuento todo
Nos sentamos en una cafetería. Varias veces pararon a Ferrán para hacerse fotos con él y sorprendentemente, a mi también me pararon. Aún se me hacia raro. Pedí un batido de chocolate y él un café.
Lo miré, dándole a entender que le daba su tiempo para que me contara aquello que le atormentaba. Él también me miró, aterrado.
-¿Tan malo es?- dije, empezando a preocuparme
Él negó, después asintió. Se llevó las manos a la cabeza, agobiado. Lo miré compasiva y me acerqué a él para darle un abrazo.
-No puede ser tan malo Ferrán
Se separó de mi, y en una voz tan baja que casi ni lo oía, comenzó a hablar.
-Yo... no sé como pasó, simplemente empezó a pasar sin que yo me diera cuenta. Es... tan fuerte que me asusta
Lo mire sin comprender nada de lo que decía.
-Creo que... me he enamorado de alguien- dijo con un hilo de voz
El batido se quedo clavado en mi garganta, haciendo que casi me atragantase. Tosí un poco y lo miré con los ojos abiertos.
-Pero... a ver, ¿qué tiene eso de malo?
Él se río sin gracia.
-¿Que, qué tiene de malo? Estoy aterrado, Ana
Lo entendí. Ferrán le tenía un terror al compromiso enorme. Él siempre decía que cuando Pedri y yo tuviéramos hijos (algo que espero que pase dentro de mucho tiempo), sería el típico tío soltero, millonario, y que les consentiría todos sus caprichos.
-Ferrán yo... yo al principio también tuve miedo, es completamente normal. Emociones nuevas, miedos, inseguridades, créeme, sé lo que sientes ahora mismo pero no te sientas en ningún momento atado a esa persona, simplemente, es una persona que te va a aportar una dosis de felicidad porque la quieres mucho, y ella te va a querer a ti también
-¿Estás segura?
Asentí. El amor es algo inesperado, algo que te sorprende, algo que a veces te supera. A veces es bonito y esperanzador, otras triste y arrollador. Un sentimiento bastante contradictorio.
-¿Quién es?
-Bea
Así que Bea, ella era la chica que había derretido el corazón de nuestro querido jugador valenciano. Ferrán me la presentó en uno de los partidos a los que pude asistir gracias a él. Fue muy maja y dulce conmigo.
-Me gusta esa chica
Él me sonrió, algo triste.
-A mi también
*
Ferrán me estaba acompañando a casa después de un intenso día de compras. Lo tuve de arriba para abajo todo el día, fue divertido verlo quejarse. Abrí la puerta de mi casa y me giré hacia él.
-Vas a llamar a Bea
-¿Eh?
-Tienes que quedar con ella, no puedes dejar de verla solo por haber descubierto tu amor hacia ella
-¿Y si me quedo embobado? ¿O si no me salen las palabras?
Rodé los ojos, dramático.
-Todo va a salir bien, y si no le parecerás muy mono
-¿Tú crees?
-Pedri me lo pareció en nuestra primera cita de verdad
Ferrán sonrió, divertido.
-Me hubiera gustado ver eso
-No te metas con mi novio- dije haciendo un puchero, de broma
-Tranquila, novia oso, no m-
Ferrán se calló. Me miró unos segundos y después miró un punto dentro de mi casa. Extrañada, me giré y mis ojos y boca se abrieron por la sorpresa.
Era Pedri.
Estaba en mi casa. Allí plantado, tan tranquilo. Y a mi me acababan de dar tres ataques al corazón al volver a verlo. Estaba igual de guapo que siempre. El pelo le había crecido un poco estos últimos meses.
-¿Ninguno de los dos va a decir nada?
Sonreí con lágrimas en los ojos, emocionada por verlo. Corrí hacia él y lo abracé como un koala. Lo había echado mucho de menos.
-Pedrito
-Cariño
Sonreí aún más. Lo miré a la cara y vi su sonrisa, casi igual que la mía. Puso una mano en mi nuca y pegó mis labios a los suyos. Sí, lo había echado demasiado de menos.
-Sigo aquí eh
Muy a pesar, me separé de mi querido novio y miré a Ferrán.
-Ya te he dicho lo que puedes hacer
Ferrán enrojeció y después de abrazar a Pedri salió de mi casa, pensativo.
-¿Qué le pasa?
-El amor
Pedri rió y me volvió a besar.
Aunque lo hubiera visto hace tres meses, se notaba la añoranza que habíamos tenido el uno por el otro. Cada vez que miraba a Pedri a los ojos, se le iluminaban. Y creo que el veía la misma luz en los mismos. Así era el amor. Y ambos nos amábamos con locura.
ESTÁS LEYENDO
Todo por ti - Fanfic de Pedri Gonzalez
Fiksi PenggemarFanfic creado únicamente por mi. Historia de amor con Pedri Gonzalez, actual jugador del FCBarcelona.