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Bien, bien, hagan sus apuestas.
¿Denki abortará? ¿Su bebé morirá después o antes del parto? ¿Morirá su bebé y él morirá de la pena?
Mm... ¿Final feliz quizás?
¿Todo bien, o todo mal?
🍔
Seis meses
Aquella noche Kaminari se fue pronto a la cama. Se mantuvo allí en silencio, solo con las manos en su barriga, sintiendo los movimientos de su cachorro allí con una gran sonrisa. Cerró sus ojos mientras se mantenía destapado, el aire frío de la noche entrando por la ventana y haciendo que su piel sintiese escalofríos..
Sintió como el colchón se hundía a su lado por lo que su sonrisa se hizo más feliz. Unas manos se movieron seguras desde sus caderas hasta su abdomen, acariciándolo un poco también mientras mantenía su torso pegado al de ojos dorados.
—¿Lo notas? —El pelirrojo asintió contra su cuello, besando suave su marca en tanto que continuaba acariciándole. —Lo hemos hecho, tu y yo, lo hicimos juntos… Va a ser perfecta, ¿Puedes imaginarla?
Kirishima rió contra su cuello, besándolo de nuevo.
—Claro que me lo imagino. —Se separó un poco del rubio , moviéndose en la cama hasta quedar tumbado frente a él, mirándole feliz. —Cabellos negros y ojos dorados o cabellos rubios y ojos rojos… O bien será completamente idéntico a tí solo que con dientecitos afilados, ¿Quién sabe? Me la imaginé muchas veces y creo que en ninguna de ellas pude ver realmente lo hermosa que será, ¿Tu puedes pensarlo? ¿Imaginarla?
Denki se encogió de hombros, agarrando la mano del pelirrojo para acariciar sus nudillos con el pulgar, suspirando con los ojos cerrados, dejando su cabeza apoyada en la almohada y apartando cabellos de su rostro con pequeños movimientos de cabeza.
—La imaginé, pero supongo que será mucho más perfecta cuando la veamos por nosotros mismos, ¿No?
El otro asintió, besando su frente y cerrando los ojos también, sin dejar de acariciar su barriga.
Se movió un poco en la cama hasta que su cabeza quedó a la altura de la parte baja del abdomen del otro, besándolo y seguidamente apoyando su oído ahí y cerrando los ojos. Kaminari le acarició el cabello puntiagudo que, por una vez desde hacía un par de semanas, había decidido peinar.
—Mañana jugaré durante un rato con la consola, ¿Te apuntas?
El ojirrojo rió, aún manteniéndose abrazado a su Omega, oliendo lo feliz que estaba y sintiéndose en calma, sintiéndose un buen Alfa al poder mantenerle feliz.
—Con bebé o sin él siempre seguirás siendo Denki, ¿No?
—No voy a cambiar por un cachorro. —Respondió el otro entre risas. —Además, en cuanto nazca volveré a ser el mismo idiota de siempre, el Kaminari del que te enamoraste.
